viernes, 2 de noviembre de 2007

GUIA PARA PADRES DE HIJOS HOMOSEXUALES PARTE 4

HOMOSEXUALIDAD Y SIDA.EL SIDA NO ES UNA "ENFERMEDAD HOMOSEXUAL"
A muchos padres les viene a la mente la enfermedad del SIDA cuando piensan que su hijo podría ser homosexual. Cuando la enfermedad fue conocida, a principios de los años ochenta, muchos consideraban que se trataba de una misteriosa enfermedad que afectaba a los varones homosexuales con un mortal cáncer de piel.
Entre tanto se supo que el Síndrome de Inmunodeficiencia Adquirida (SIDA), causado por el Virus de Inmunodeficiencia Humana (VIH), está desvinculado de la orientación sexual. En África por ejemplo, la mayoría de las personas enfermas son personas heterosexuales, y, en Europa y América, ha aumentado la cantidad de infecciones en las personas heterosexuales.
En muchos países se enfermaron mayoritariamente personas heterosexuales.



El SIDA es epidémico donde el agente patógeno aparece por primera vez
Que la enfermedad en Alemania haya afectado, principalmente, a varones gays es explicable por múltiples razones. Toda enfermedad de transmisión sexual se propaga allí donde el agente patógeno aparece por primera vez y puede ser transmitido por contactos sexuales. Por ese motivo el VIH fue epidémico en Europa en los círculos relativamente cerrados de los varones homosexuales. También es sabido que las relaciones anales, una fácil vía de contagio del VIH, son más frecuentes entre varones homosexuales que entre personas heterosexuales.
La ignorancia contribuyó a una fácil propagación de la enfermedad.
La discriminación de los varones homosexuales está vinculada a la preponderancia que otorgan, para su bienestar y en la búsqueda de las amistades, a la sexualidad. La vida de una pareja gay es sumamente difícil en ese ambiente hostil, por lo cual son frecuentes las relaciones sin compromiso. A principios de los años 80 eran poco conocidas las vías de contagio, las personas apenas podían prevenir la enfermedad, la cual se propagó rápidamente.¿CÓMO PUEDO PROTEGER A MI HIJO DEL SIDA?
En principio, las personas jóvenes, y especialmente los varones, deben protegerse a sí mismos. No obstante, los padres pueden hacer mucho para que realmente lo consigan.
La ayuda más importante es una actitud comprensiva y sincera de aceptación, manifiesta en conversaciones que transmitan seguridad y solidaridad. Esta actitud promueve la autoestima y la disposición a hablar abiertamente sobre los propios deseos. Los jóvenes aprenden a decir "no" al riesgo y "sí" a la seguridad, evitando el contagio y eligiendo a sus compañeros en forma más consciente.
Los padres pueden obtener material informativo o proponerle al hijo leerlo juntos. Esto ayudará al mutuo entendimiento y a la aplicación de normas a situaciones concretas dadas. Aunque para algunas familias no resulte fácil la conversación, les será sumamente importante. Las personas jóvenes deben estar preparadas para cuando tengan las primeras experiencias sexuales con otras personas. Entonces serán conscientes, y estarán al tanto de cómo protegerse a sí mismas y a otros. No tiene sentido prohibir la sexualidad a los adolescentes. Tampoco cuando a las personas adultas les resulta difícil aceptar el amor homosexual. Finalmente, las personas jóvenes decidirán por sí mismas si están dispuestas o no. Por lo tanto siempre es mejor proveerles información sobre el "sexo seguro".
Las personas homosexuales actualmente practican una conducta sexual más cuidadosa
Las campañas de prevención y promoción de la salud sexual, en los años después de aparecer por primera vez el SIDA, crearon un eficiente sistema de información y asistencia. Los varones homosexuales hoy practican el sexo con un comportamiento mucho más cuidadoso. En situaciones en las que es posible un contagio de SIDA, la mayoría utiliza preservativos como medida de protección.
Las medidas de protección, en especial los preservativos, evitan la infección tanto en heterosexuales como en homosexuales. Nadie corre riesgo de contraer el SIDA solamente por ser gay. No lo que uno es, sino lo que hace, es, finalmente, lo decisivo. Y esto es válido para todas las personas, independientemente de su orientación sexual.Las jóvenes y mujeres lesbianas están menos expuestas
Las jóvenes y mujeres que aman en forma homosexual, están mucho menos expuestas. Las principales vías de transmisión del virus, anal y vaginal, carecen de importancia en el contacto sexual entre mujeres, aunque el contacto oral con una mujer infectada de SIDA pudiera producir una infección. Durante la menstruación el riesgo de contagio está incrementado. Sabemos también que los conflictos personales o una identidad sexual en crisis o menospreciada influyen negativamente en la autoestima. Estos y otros conflictos psíquicos podrían debilitar el sistema de inmunidad del cuerpo y afectar considerablemente la salud.
SEXO SEGURO - ¿QUÉ SIGNIFICA ESTO?
Sexo seguro es el goce y disfrute de la sexualidad en que el riesgo de transmitir enfermedades está sumamente reducido, y, por lo tanto, también protege de una infección de VIH. Sexo seguro significa que el líquido espermático , el flujo vaginal y sanguíneo no deben llegar a introducirse en el cuerpo de la compañera o compañero. Esto se logra mediante el sexo sin penetración, o, cuando hay penetración, usando preservativos.
El sexo seguro ofrece numerosas posibilidades de experimentar el deseo y brindar satisfacción, que incluye las caricias, los masajes, los besos, teniendo en cuenta que éstos no transmiten el VIH. Sexo seguro también significa sentirse seguros juntos, protegidos del contagio, gozar y disfrutar la sexualidad con mutuo respeto y consideración, con mucha ternura, besándose y acariciándose.
La inseguridad personal conlleva un riesgo más elevado
Las personas jóvenes con experiencias homosexuales ocasionales, que aún no asumieron su orientación homosexual y que se resisten a aceptarse como homosexuales, corren mayores riesgos. Muchas veces les es imposible conversar con alguien sobre su comportamiento y, por lo tanto, carecen de apoyo, información y asesoramiento. La familia, generalmente, ignora o prefiere ignorar el tema. Los amigos que apoyarían aún no han aparecido. Puesto que aún no se han admitido a sí mismos como personas homosexuales, rechazan la literatura y el asesoramiento de los grupos de autoayuda homosexual o de prevención del SIDA.
Hablar abiertamente puede significar un apoyo
A pesar de ello, urgidos por el impulso sexual y en la búsqueda de su propia identidad, tienen contactos con otros varones, de quienes, frecuentemente, saben muy poco. En la búsqueda del goce sexual no prestan suficiente atención a la protección necesaria a la infección VIH, sea debido a la ignorancia, un bajo sentimiento de autoestima o, también, porque carecen de experiencia para salvaguardar e imponer el propio interés ante un compañero eventualmente impetuoso y exigente.
También ocurre que el joven inseguro no quiere pasar un papelón como inexperto sexual, y la ceguera ante el peligro, propia de la adolescencia, y la despreocupación unida a la curiosidad, llevarían al criterio "seguro que a mí no me va a pasar".
Este riesgo puede disminuirse eficazmente cuando los adolescentes pueden encontrar su orientación sexual en un ambiente de aceptación, manteniendo un contacto necesario y franco con personas de su confianza. Los padres por lo tanto tienen un rol muy importante acompañando a sus hijos en forma amistosa.
EL QUE DEBE VIVIR ESCONDIDO TIENE MENOS APOYO Y POSIBILIDADES DE INFORMACIÓN





COMING OUT ( "SALIDA DEL CLOSET", "ASUMIRSE").LOS COMIENZOS DEL "COMING OUT"
"Paulatinamente, fui dándome cuenta de que era diferente de la mayoría de los compañeros de mi clase. Según sus relatos, ellos habían hecho cosas lindas e inquietantes con las chicas. La mayoría tenía una amiga. En una ocasión cuando me visitó un compañero de la escuela y me contó de algunos apretujones con una chica, me sentí terriblemente mal. Él hablaba de las chicas, de los bustos grandes y esas cosas, y para mí, que estaba acostado al lado de él, nada me hubiera gustado más que tocarlo y acariciarlo. Pero, naturalmente, el miedo y la inseguridad eran demasiado fuertes como para siquiera intentarlo. Durante el tiempo siguiente estuve bastante bajoneado porque no tenía en claro qué me estaba pasando." (Peter B., 21 años; Grossmann 1991, pág. 13)
"Me sentía sólo y diferente a los demás. Tan diferente como un círculo en un mundo de cuadrados. No encajaba en ningún lado. Nadie parecía tener sentimientos como los míos. Al principio, pensé que si los ignoraba, desaparecerían, pero, en lugar de eso, eran cada vez más fuertes."(Biggi D., 18 años; Grossmann 1991, pág. 13)
"El sentimiento de vivir como un círculo en un mundo de cuadrados"

"COMING OUT"
"Coming out" designa el proceso de la aceptación de la propia orientación sexual y el "salir" o "apartarse" del silencio involuntario, del aislamiento y del "proceso únicamente interno".
Como "Coming out interno" es designada, generalmente, la primera etapa en la que alguien toma conocimiento de los propios sentimientos y deseos en forma realista y los admite interiormente.
El "Coming out externo" es la etapa siguiente, en la cual las personas gays o lesbianas se dan a conocer en primer lugar a personas de su confianza y, más adelante, quizás también a otros círculos de personas.
El proceso del "Coming out", a menudo, comienza en la época de la pubertad y puede durar muchos años, incluso, en algunos casos, toda la vida. Algunas personas jóvenes, incluso adultos, nunca experimentaron un "Coming out" en este sentido. En todo caso, el proceso de autoaceptación y el paso hacia afuera, dependen, fuertemente, de las reacciones del entorno que las dificulta o apoya. El "Coming out" es totalmente diferente del concepto del "outing", tan mencionado últimamente. Este concepto significa la publicidad no autorizada de la orientación sexual de una persona. Esta publicidad forzaría a las personas con prominencia social a aceptar públicamente su homosexualidad para que otras personas admitan más fácilmente su orientación sexual diferente. Pero esto significa una grave incursión en la esfera privada de otras personas y es experimentada, casi siempre, como difamación.
Sin señales claras
Cuál es el momento en que las niñas y los niños, y las personas jóvenes, (así como sus padres), advierten igual o mayor impulso hacia las personas del mismo sexo, es bastante variable, pues no existen indicios unívocos. Una conducta atípica de roles tiene poco que ver con la orientación sexual.
De todos modos, la "investigación sexual infantil", como viaje de exploración guiado por la curiosidad en el propio sexo y en el de otros, es muy común. Estas experiencias son importantes para hallar la correcta relación con la propia sexualidad.
"Fase homosexual de transición"
Esta investigación también es válida para la llamada fase homosexual de transición, experimentada, sobre todo, por los varones, en la cual el enamoramiento y los juegos corporales se dirigen preponderantemente a compañeros del mismo sexo. Las dudas sobre los propios sentimientos recién aparecen, generalmente, cuando disminuyen el entusiasmo y los deseos homosexuales de los amigos, para quienes las relaciones con el sexo opuesto se tornan más importantes, mientras que en el mismo joven los sentimientos homosexuales permanecen o se incrementan.La inseguridad y crisis personal a que está asociado ese sentimiento dependen, en alto grado, de lo que los jóvenes conocen sobre la homosexualidad y la reacción del medio ambiente a los sentimientos diferentes.
"Mi madre hablaba, continuamente, de mi vida futura como si sólo consistiera de familia y ser ama de casa. Solía decir: 'Cuando tú estés casada, mi amor' o 'en cuanto tengas hijos…' Casarse y crear una familia parecía una norma indiscutiblemente aceptada . Yo pensaba, ¿quién soy para rechazar esta norma? Lo terrible era que no experimentaba el más mínimo deseo de ser esposa, madre y ama de casa y estar al lado de la cocina."(Petra L., 21 años; Grossmann 1991, pág. 12)
"Fui a ver a un médico, pues pensé que, biológicamente, algo andaba mal conmigo. Cuando se lo dije, se sonrojó y me preguntó si se lo había comentado a mis padres. Respondí que no, que no se los había dicho. 'Entonces mejor no se lo comentes', dijo, pues 'muchos varones tienen una fase semejante, que desaparece con el tiempo. No debes angustiar a tus padres por eso'.Estaba más preocupado por mis padres que por mí y no me sentí ni un poquito mejor después de haberlo visitado. El problema fue que esos sentimientos no desaparecieron y la fase no pasó. Me sentí tan deprimido que, finalmente, decidí hablar con uno de mis maestros. Cuando lo encaré, pareció confundido y me preguntó: '¿No sientes absolutamente nada con respecto a las chicas?' Antes de que pudiera contestarle, dijo que me consideraba demasiado tímido y que, seguramente, debido a ello, aún no tenía una amiga. Que, en el fondo, también quería casarme y formar una familia. Si saliese más a menudo con chicas, mi miedo desaparecería. Yo ni siquiera había mencionado que tenía miedo a las chicas. Por cierto no les tenía ningún temor..."(Jürgen P., 18 años; Grossmann 1991, pág. 15 ss)
Estas experiencias de los jóvenes con su entorno directo, todavía hoy son, lamentablemente, típicas. Rara vez tienen la suerte de encontrar otras reacciones.
La mayoría de los padres son sorprendidos
En el caso ideal, los padres y pedagogos se ocuparon, previamente, del tema de la sexualidad, incluida la homosexualidad, recogieron información, dejando de lado los prejuicios, y consideraron, en algún momento, cómo sería si su propio hijo tuviese una orientación sexual diferente.
Sin embargo, la mayoría de los padres quedan sorprendidos cuando el hijo manifiesta tendencias homosexuales. Como la sexualidad está relacionada con miedos y algunas veces con fantasías de gran angustia, o porque simplemente son ignoradas las señales que darían la pauta de un desarrollo sexual diferente, la mayoría de los padres, a lo sumo, toman conciencia de que su hijo está en un "proceso de cambio".
"Pedro siempre fue un niño despierto y alegre. Era muy querido porque era amistoso con todo el mundo. No conocía la timidez. Esta forma positiva de relacionarse con la gente la había heredado de mi marido, un hombre muy sociable y franco. Físicamente eran muy parecidos y ambos tenían personalidades muy alegres. Por eso nos sorprendimos tanto cuando Pedro, a los 14 o 15 años, se mostraba cada vez más silencioso. Rara vez participaba de los deportes. De repente, empezó a interesarse más por la música y los libros. Durante horas permanecía en su habitación, leyendo o escuchando música. Cuando teníamos visita desaparecía. Estaba aislándose por completo.
Naturalmente nos preocupamos y le solicitamos una explicación, pero siempre daba respuestas evasivas. Sólo se escabullía. Hoy puedo saber que, en aquel momento, se dio cuenta, por primera vez, que le atraían más los varones que las mujeres. Con su música y sus libros trataba de solucionar los problemas que lo oprimían. De todo esto, nosotros no sabíamos ni presumíamos nada. Simplemente estábamos preocupados. Al principio nos pareció una expresión normal de la pubertad. Pero cuando su comportamiento fue aún más acentuado, decidí hablar con mi hijo, seria y serenamente. Hice justo lo errado en ese momento. Debido a mi insistencia, Pedro se sintió presionado y se tornó aún más introvertido. El resultado fue que había perdido contacto con mi hijo, quien directamente me esquivaba y mostraba, en forma casi ofensiva, que no quería estar junto a mí. En ese tiempo casi no tenía amigos. Al menos, nadie lo visitaba. Me rendí y no hablé más sobre el tema. Quise darle tiempo de acercarse a mí por sí solo, pero le hice saber que siempre estaba a su disposición. Tardó casi un año hasta que no aguantó más. Una noche, en su habitación, me confesó que creía ser homosexual."(Gerlinde, 46 años; Micus 1992, pág. 631)
No se espera una orientación homosexual
A menudo resulta incomprensible por qué un adolescente se transforma de tal manera, volviéndose agresivo o retrayéndose totalmente. Al principio, esas reacciones son atribuidas a los cambios normales de la pubertad, de los cuales los padres saben que tienen que ver con la situación emocional de cambio, con la separación de la casa paterna y con la búsqueda de nuevos caminos. Pero cuando las dificultades parecen muy grandes o duran demasiado tiempo, en la fantasía aparecen todo tipo de motivos "de los cuales ya alguna vez se escuchó algo". Uso de drogas, ¿o también ser miembro de una secta, o…? La posibilidad de una orientación homosexual, generalmente, no es tomada en cuenta.
Tensiones familiares
A menudo los conflictos con el hijo o la hija provocan tensiones en toda la familia o con el entorno más cercano. El clima familiar se hace irritable y también aumentan las tensiones entre las personas adultas, generalmente entre los padres, quienes se reprochan que la causa de todo es "la educación equivocada".
Las primeras explicaciones, convertidas en certezas, cierran toda salida a la situación. En esa circunstancia, todo lo que logre restablecer el equilibrio emocional es de ayuda, posibilitando así la reflexión. En primer lugar, estableciendo distancias respetuosas, evitando las explicaciones aventuradas y las recriminaciones. En segundo lugar, entendiendo que ni los hijos ni los padres obran con intención de daño o por maldad. Un seguro punto de partida es la aceptación de que, detrás del conflicto, existe un problema apremiante, que no es descubierto inmediatamente por estar relacionado con aspectos de la intimidad de las personas.
Una persona adolescente con inclinaciones homosexuales a menudo se considera a sí misma como una "perturbación" para sus familias y amistades. A los padres, generalmente, les resulta difícil liberarse de la expectativa normal que su hija sienta atracción por los varones, y su hijo por las mujeres. En verdad, ya no todos esperan el desarrollo habitual del enamoramiento, el compromiso y el casamiento de los hijos para, quizás, tener nietos. En el presente, los padres están preparados para recibir todo tipo de sorpresas de sus hijos, pero, rara vez, la homosexualidad figura entre ellas.

Las personas jóvenes con inclinaciones homosexuales se consideran casos conflictivos

Enojo, duelo, dudas acerca de sí mismo
Las personas jóvenes perciben y temen el enojo y el duelo de la madre o del padre, las recriminaciones cruzadas y las dudas desgarradoras acerca de la propia identidad. Por eso, generalmente, demoran en dar a conocer sus sentimientos "distintos".
Es demasiado grande el miedo a no ser comprendido, a no ser más amado, a motivar la separación entre los padres o en la familia, e, incluso, a ser expulsado de la casa.
La mayoría de las personas jóvenes inicialmente esconden su terrible sospecha de ser "distintas", tratando de solucionar ellas mismas el problema, encerrando en sí mismas el conflicto y aislándose.
Sentimientos de culpa y conflictos de conciencia
El proceso del "coming out" es, generalmente, doloroso, conflictivo, asociado a un gran rechazo e intentos de esquivar el problema. Raras veces es sentido como un paso liberador o de alivio. Los propios prejuicios están radicados profundamente y son alimentados por el entorno. Las descripciones prejuiciosas de los homosexuales y los múltiples clichés negativos, dificultan la aceptación de los propios sentimientos. El varón del chiste gay o la mujer que odia a los varones son imágenes muy poco atractivas. Existe un gran temor a ser considerado poco femenina o poco masculino.
Cuando la "normalidad" esperada no se cumple, aparecen sentimientos de culpa. El deseo erótico por las personas del mismo sexo y la prohibición de su disfrute, provocan conflictos de conciencia y ansiedad ante un futuro incierto.
"Dios mío, haz que no sea cierto"
"Nunca fui asidua visitante de la iglesia; quizás tenía un cierto sentimiento religioso, pero hacía mucho que no rezaba. Pero cuando mi condición se confirmaba cada vez más y ya no ayudaban negaciones, represiones o algún proceso autoindicado de cambio de orientación, comencé a orar constantemente: 'Dios mío, haz que no sea cierto'. Me he descubierto a mí misma en el tranvía diciendo en voz alta '¡No, no!' Me asusté mucho. Pero no me abandonaba la idea de que algún poder externo, Dios, debía ayudarme. Le prometía cualquier cosa a Dios si me normalizaba, si me quitaba este deseo torturador que sentía por otras mujeres. Conocía la posición de la Iglesia: debía ser tratada en forma condescendiente, puesto que no era culpable de mi destino. Lo había escuchado durante un programa en la televisión. Pero no me era permitido vivir libremente mi orientación sexual, así como tampoco una cleptómana podía simplemente seguir sus inclinaciones robando. En aquel momento mi padre dijo 'es cierto' y así supe que todos pensaban igual. Estaba furiosa y salí corriendo de la habitación. Y nuevamente tuve ese sentimiento torturador de que tal vez realmente no valía nada, que era una víctima de un capricho de la naturaleza, y dependía de la misericordia de los demás, como un inválido."(Gabi, 19 años)
La mayoría de las personas jóvenes tratan, en un comienzo, de reprimir sus sentimientos.


Aceptación de las propias necesidades
Estos conflictos no giran, solamente, alrededor de la identidad sexual y la aceptación de las propias necesidades. Se trata de la totalidad: rápidamente es destruida la autoaceptación y autoestima, a menos que existan posibilidades de retirada protegida, y, especialmente, sean establecidas relaciones abiertas y comprensivas con las personas del entorno familiar que manifiesten amor y compromiso para que el ser distinto sexualmente sea superado en forma positiva. Pero esto aún en el presente es muy poco frecuente.
La mayoría de los jóvenes trata, primero, de reprimir sus sentimientos y pensamientos, de volcarse a relaciones heterosexuales o, al contrario, de eliminar la sexualidad de su vida. Otros juegan un rol ficticio ante la sociedad, viviendo a escondidas sus sueños o en sus diarios íntimos, y teniendo ocasionalmente relaciones "prohibidas". Esta situación, a la larga, es insostenible. Posiblemente vivan una doble vida en dos mundos estrictamente separados, lo cual acarrea la imposibilidad de vivencias de relaciones amorosas duraderas, limitando los contactos sexuales a encuentros esporádicos.
Según la personalidad sufren el cuerpo y el alma


Las evasiones dañan el sentimiento de autoestima
Las múltiples formas de evasión, a la larga, son insatisfactorias, dañan la autoestima y aumentan el conflicto interno. Según la personalidad sufren el cuerpo, el alma y las relaciones, con posibles adicciones y depresiones. También sabemos que, lamentablemente, aumenta el peligro del suicidio.
"Durante dos años fui la pareja de Ulla. Nadie sospechaba nada, y teníamos un miedo pánico a ser descubiertas. Estaba segura que esta relación era lo verdadero para mí, pero nos inquietaban mucho la incesante presión de la familia y los colegas. Nuestra autoestima era insuficiente para soportar una posible discriminación. Esto fue el motivo, seguramente, de que, después de nuestra separación, traté de llevar una vida 'normal'. Entablé relación con un colega que hacía rato me festejaba como a una mujer libre. Esta relación fue el infierno. Sabía dónde estaban mis verdaderas necesidades, pero me esforcé en relacionarme con un varón. Este conflicto me derrumbó completamente. Poco después, me internaron en una clínica psiquiátrica, y, recién allí, la médica me hizo comprender que mi comportamiento carecía de sentido." (Angelica, en: Grossmann, Un amor como cualquier otro, pág. 99)
Pero cada vez más frecuentemente también hay experiencias diferentes:
"En nuestro grupo hay compañeros que no tienen más problemas con este tema. De todos modos, no acepto para nada que se hable, siempre, de discriminación y miedo, como si las lesbianas estuviésemos constantemente llorando en nuestras casas. Al fin y al cabo, es importante hacer algo positivo con nuestra orientación."(Silvia, en: Grossmann, Un amor como cualquier otro, pág. 101)


CONTINUA PARTE 5

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Acerca de mí

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Buscando respuestas, busco opciones, busco opiniones, busco saber y aprender.Simplemente, no cumplo con ninguna regla, espectativa, predicciòn o definiciòn.

CREO...QUE...


"La búsqueda de dios es una ocupación inútil, pues no hay nada que buscar donde nada existe. A los dioses no se les busca, se les crea..." Maximo Gorki

UNA DE TANTAS CONCLUSIONES...

"Cuando practicamos Zen, vemos que el dolor no es malo. Simplemente es dolor. Si nos pasamos la vida huyendo de momentos dolorosos, le cerramos la puerta a muchas cosas que de lo que la vida nos trae, tanto el dolor como la alegría. No podemos llorar cuando estamos tristes, ni podemos reir cuando estamos felices. Cuando evitamos el dolor y peleamos para no sentirlo, el dolor se convierte en sufrimiento.
Hay una enorme diferencia entre dolor y sufrimiento. El dolor con frecuencia no puede ser evitado, pero el sufrimiento si. Al aprender las diferencias entre ambos, muchos temores desaparecen."
Brenda Shoshanna.

"Gender, along with race, class, ethnicity, and age, is one of the most profound social status determinants in our society--
Gender is just not what I care about or even really notice in a sexual partner--I judge each person as an individual--I have categories, but gender isn´t one of them. I´m erotically attracted to intelligent people, to people with a kind of sleazy, sexy come-on, to eccentrics."
Jane Litwoman


“Nuestro temor a lo que sea que lo cause, se origina de nuestra ignorancia y se manifiesta a través de nuestras inseguridades. Reaccionamos con fobias, rechazo y ataque, según nosotros para defendernos de los fantasmas de nuestra mente...cuando estos temores son tan sólo engaños y nos volvemos sus indefensos esclavos.”


CABALASISOY

PERSONA SUPER ESPECIALES

Lecturas recomendadas

  • A Concise History of Euthanasia: Life, Death, God and Medicine by Ian Dowbiggin
  • A Forest of Kings by Friedel, Schele
  • A Short History of guatemala by Ralph Lee
  • All Women are Healers by Diane Stein
  • Bi Any other Name edited by L. Hutchins and L. Kaahumanu
  • Blood and Guts by Richard Hollingham
  • Body Work: A V.I. Warshawski Novel by Sara Paretsky
  • Brother Iron, Sister Steel: A Bodybuilder's Book by Dave Draper
  • Chronicle of the Maya Kings and Queens by Martin, Grube
  • Cure by Robin Cook
  • Dying with Confidence by Anyen Rinpoche
  • Fearless by Brenda Shoshanna ,PhD
  • Happiness is an Inside Job
  • History of Medicine by Jacalyn Duffin
  • How to be Sick by Toni Bernhard
  • Human Remains by Helen MacDonald
  • Ice Cold by Tess Gerritsen
  • If the Buddha Dated by Charlotte Kasl
  • If the Buddha Got Stuck by charlotte Kasl Ph. D.
  • In the Land of Invisible Women by Qanta A. Ahmed, MD
  • It`s Easier Than You Think by Sylvia Boorstein
  • Joe Weider's Ultimate Bodybuilding Joe Weider's Ultimate Bodybuilding by Joe Weider, Bill Reynolds
  • Kate Daniels Series by Ilona Andrews
  • Lesbian Couples by Merilee Clunis, PhD; Dorsey Green, PhD.
  • Medical Firsts by Robert E. Adler
  • Medicine Women by Elisabeth Brooke
  • Medicine Women, Curanderas and Women Doctors by Perrone, et al.
  • Mercy Thompson, Series by Patricia Briggs
  • One year to a Life of Writing by Susan M: Tiberghien
  • Pay Attention by Sylvia Boorstein
  • Pioneer Doctor by Mari Grana
  • Practicing Peace in Times of War by Pema Chodron
  • Sastun by Rosita Arvigo, et al.
  • Stiff by Mary Roach
  • That`s Funny by Sylvia Boorstein
  • The Code of Kings by Linda Schele, et al
  • The Disappearing Spoon by Sam Kean
  • The Excellent Dr. Blackwell by Julia Boyd
  • The Girl Who Played with Fire by Stieg Larsson
  • The Girl with the Dragon Tattoo by Stieg Larsson
  • The Gost Map by Steven Johnson
  • The Knive Man by Wendy Moore
  • The Middle Ages by Morris Bishop
  • The Mists of Avalon by Marion Zimmer B.
  • The Plague Tales by Ann Benson
  • The Scalpel and the Silver Bear by Alvord, Cohen
  • The Woman in the Shaman`s Body by B. Tedlock
  • Virals by Kathy Reichs
  • Western Medicine by Irvine Loundon
  • Witches, Midwives and Nurses by Ehrenreich and English
  • Woman as Healer by Jeanne Achtberg
  • Woman Who Glows in the Dark by Elena Avila, et al.
  • Women Healers by Elisabeth Brooke
  • Women Physicians and the Culture of Medicine by More et al
  • Writing Down the Bones by Natalie Goldberg
  • Zen Miracles by Brenda Shoshanna Ph. D.