Aquí y ahora, no como mujer, no como lesbiana, no como casada, no como guatemalteca, no como profesional, no como se espera y se sabe que soy, sino como sólo en mi imaginación.
Aquí no tengo apellido, no tengo compromisos. Aquí no hay credo ni creencias, no hay reglas ni reglamentos tampoco hay espacio para lo políticamente correcto.
Aquí me vale y me importa una nada si caigo bien o mal, total, es un espacio totalmente impersonal.
Aquí mejor si de mí no saben nada, si de mí no han visto nada y si de mi no esperan nada. Porque aún ni sabiendo, entendería que es una misma persona la que radicalmente se trasforma.
Escribiendo es como grito lo que mi boca no osa pronunciar, donde sudo lo que mi cuerpo no osa demandar, donde veo lo que mi encierro no deja admirar y donde soy, la que no es ni por donde pasó en la vida real.
Aquí no tengo género, no tengo vergüenza, no tengo pena, no temo las consecuencias, no limito mi imaginación y no doy ninguna cuenta.
Este lugar encierra a un ser espectral, tan etéreo como material. Acoge una mente turbulenta y un espíritu rebelde que no se deja y no quiere entender, la locura que reina en todas partes y en cada rincón. Es como mi mundo imaginario sin límites ni limitaciones.
Lo que escribo es exactamente lo que pienso, lo que siento y lo que quiero compartir. Nada de interpretar lo que obviamente en letras expresado está. Y entonces, y ya para terminar, cualquier cosa aquí escrita y que se parezca a la realidad o involucre a personas reales, definitivamente puede ser…pero no está abierto a quejas ni discusión, porque es mi propia gana y decisión.
Este espacio es tan mío que al escribir es como caminar desnuda y descalza, sin frío, sin cerrar las puertas o ventanas, sin importar quien mira, quien su curiosidad aplacar desea.
¡Hey!, la vida es corta, mejor hablar hoy que callar mañana, mejor ser que nada saber.
1 comentario:
Que buen post!!!!
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