jueves, 13 de mayo de 2010

Otra opción para el "Lesbian bed death"


Sexo preparado, planificado, no pareciera mi royo, pero cuando se está en una relación monógama de larga duración, pues es más la generalidad que la excepción. Es una oportunidad de re conección, el poder hacer lo que dicta el amor hacia nuestra pareja.

La actitud, en este ámbito es fundamental. Permite mejorarnos en lo que hacemos y en cómo lo hacemos, en la cama y en la vida diaria.


Llevar años juntas, no necesariamente es sinónimo de una buena relación. Entre esas paredes y ventanas, bajo ese mismo techo, sobre esa misma cama, puede haber desde una guerra atómica hasta la más sublime indiferencia.

Muchas parejas viven como autómatas sin sentir más allá de hambre, sueño, simple enojo o aburrimiento. Y esto es una etapa bastante común en las relaciones sin importar la combinación de sexos. Es una característica más de vivir en pareja y acostumbrarse a la rutina diaria, reaccionar al estrés, cumplir con las obligaciones domésticas y económicas y lidiar con los achaques que quiera que no, vienen con la edad.


Llevábamos unos 5 meses viviendo juntas. Un viernes por la noche, mi pareja estaba de viaje por trabajo y yo asistí a una cena con colegas y alumnos, cosa poco frecuente en mí. Acababa de llegar cuando mi pareja me llamó, muy emocionada que ya estaba en casa. Yo me alegré, le dije que la amaba y que ya iba a cenar. Terminé y me retiré como 2 horas después. Nunca imaginé las repercusiones de haberme quedado a cenar. Al entrar y subir las escaleras noté las candelas al pie de cada peldaño, ya consumidas, como un camino silencioso de lo que no fue por mi demora. En efecto, no hubo sexo, no hubo romanticismo, nos peleamos feo y todo por poca comunicación y muchas expectativas.


Llevábamos ya el año juntas cuando en medio de la pura acción, me quejé porque me dolió. Es de esas posiciones meras raras donde a veces la emoción nos hace movernos de improviso y un dedo quedó doblado y la uña no tan corta pasó rosando una pared vaginal exquisitamente sensible. Pasa, y pasará. Pero considero que no fui muy considerada al expresarme y ofendí a mi pareja, quien únicamente deseaba complacerme y amarme intensamente.


Llevábamos ya poco más del año juntas y en una de esas veces donde no podemos aguantarnos a llegar a la puerta para tocarnos y besarnos y todo lo demás, calenturientas totales, mi pareja como ya había procedido en ocasiones anteriores, me penetró sin preámbulos. Yo estúpidamente me quejé de su falta de cuidado y delicadeza, e hice otro comentario que la verdad opto por omitir porque me mata de la vergüenza por lo idiota que fue, y la volví a ofender.


Hablo aquí de mis errores y mis acciones equivocadas porque las consecuencias llegaron a afectar nuestra relación de formas que no habríamos imaginado.


Por lo de la cena, desapareció el romanticismo y se evitó lo planificado.

Por el malestar, vino la inseguridad y falta de espontaneidad.

Por la vehemencia vino la pasividad y falta de iniciativa.


Sin poder planear un encuentro amoroso sexual a nuestro gusto, evitando la espontaneidad por temor al rechazo y esperando con aparente indiferencia y falta de interés a que se de el momento de intimidad sin atreverse a iniciarlo. Nuestra vida sexual se vio lastimosamente mermada, aunado a sentimientos de culpa, vulnerabilidad, insatisfacción y una agresividad pasiva acumulándose poco a poco por la falta de intimidad.


Entonces, luego de unas “pláticas” que más eran batallas campales que otra cosa, me imagino que a las dos nos entró por pura lógica, la necesidad de resolver este impase, lo más pronto y definitivamente posible. ¿Por qué? Pues porque definitivamente nos amamos, queremos vivir muchos años más juntas, tenemos planes e inversiones juntas que nos han costado muchos esfuerzos y sacrificios. Y nos encanta el sexo por no ponerlo de primero para que no sonara tan interesada la cosa.


Al fin de tantas, porque la necedad y terquedad…y calentura de ambas pudo más que la frustración y desencanto, nos logramos sintonizar y platicamos largo y tendido por muchas noches, tardes y mañanas. Hasta ahora conservamos ese momento de nosotras para nosotras tan especial, donde bebemos de nuestras palabras, nuestros gestos, que encierran tantas cosas nuevas, únicas, privadas y especiales para cada una. Nos seguimos conociendo y somos menos sentidas, menos susceptibles y nos esforzamos por comprender el punto de vista de la otra.


Ahora hay sexo planificado, que resulta más intenso y sorpresivo que nunca. A través de nuestras pláticas, sabemos que a mi no me gusta dirigir en la cama, me gusta que me dirijan. Mi pareja es la dominadora y eso le permite también liberar un poco el carácter tan fuerte y enérgico que tiene. No hay tabúes, la imaginación se ha despertado y ampliado nuestros campos de placer. La erótica y por qué no, la porno, leída o vista, ha sido un estímulo positivo y retador. Nos contamos nuestras fantasías sexuales sin que ninguna se sienta agredida o insegura. Hasta hemos pensado en la posibilidad de tríos y no sólo con mujeres. El S&M y los roles, son un reto más que ansiamos profundizar más. Aunque suene irracional, es excitante.


Ahora cuando tenemos ganas, pero no nos hemos visto o hablado, entra la Maquiavelo. Nos preparamos con un interés egoísta de pasar una tarde y noches haciéndolo en todos lados y todas las posiciones.


Un mensajito SMS o con Post It sugestivo, unas palabras en clave morse”x”. Entonces, y ahora puedo decir que ambas lo hacemos sin decírnoslo, nos bañamos y colocamos el perfume que más le gusta a la otra. Nuestro olor sabemos, puede ser un preludio vital que determina el rumbo del encuentro. Usamos ropa que sabemos le eleva las hormonas a la otra, ya sea mucha o poca. No fumamos unas horitas antes del encuentro porque más que todo a mi, pero ambas, gozamos de sentir nuestro aliento fresco en el cuello, las orejas, la cara, entre nuestras piernas.


Tenemos un código de depilación muy especial y en el baño aprovechamos a ponerlo al día. Nada de comida entre los dientes, nos mata a ambas. Y es que aprendimos que somos muy delicadas con ciertas cosas, no es falta de amor para nada, sólo es gusto por lo agradable y hacer del sexo una experiencia de lo más rica, nada de mata pasiones.


Compartimos también el gusto por cuidarnos, nuestros cuerpos son entre otras cosas, el objeto erótico más poderosos que tenemos la una para la otra. El vernos bien, el buscar la belleza es nuestra decisión. Como nos decimos y reímos al hacerlo: “el amor es ciego, pero el deseo es desgraciadamente MUY VISUAL”.


Nos gusta hacerlo con la luz encendida: qué más alucinante que ver el cuerpo de la pareja desnudo o semidesnudo, erizado, húmedo, todito para nosotras, con las curvas bien puestas y el tono de cada músculo por debajo de una piel que huele a deseo y entrega total. Somos vanas y coquetas, pero funciona requeté bien.


Todo esto nos lo hemos compartido y fue a través de una decisión que ha permitido que esta relación ahora ya de varios años, sea fenomenal. La confianza de decir, de tocar, de pensar, de acertar o errar, de experimentar, de volver a empezar, de paciencia, todo ello envuelto en la madurez, actitud y determinación de una pareja lésbica más, que quiere ser feliz.


Hay afuera un montón de personas que dan terapia de pareja y en mi experiencia, que por falta de saber mejor, fue extensa, resultan ser heterosexuales homofóbico, o insatisfechos a tal grado que nuestra situación es perfecta en comparación. O son lesbianas que en su casa se somatan y halan los pelos como rutina diaria, pero aconsejan a las parejas en problemas. O simplemente son terapeutas que no tienen ni idea de nada, en el mejor de los casos.


No es nada fácil vivir en pareja, pero definitivamente vale la pena. Es maravilloso y nuestra pareja es una joya única, exótica e irremplazable, que hemos de cuidar, pero también aprovechar y amarla hasta que las piernas nos tiemblen, el aire no llegue a nuestros pulmones, los gritos despierten al vecino y las sábanas desordenadas estén húmedas de las dos, dejando ese olor afrodisíaco que sólo nos hace querer más. El sexo es genial, pero con mi pareja, es mucho más y me siento por ello, muy bien.



2 comentarios:

Guerrera Maya dijo...

Claro, yo no me imagino como se sentira llegar a esa plenitud de entendimiento. Leyendo hasta siento esa delicadeza que tienen las palabras hablando de un sexo tan especial. El sexo para mi tiene una gran importancia. La mayoria de mujeres se limita a disfrutarlo por los tabues que existen y he recibido comentarios desalentadores. Pero que rico saber que dos personas que yo admiro, sin conocerlas sino por lo que leo en tu blog, disfruten de este arte tan libremente.

Alexa dijo...

Hola, excelente post ;D!!
Me identifico con las vivencias que describes en él. Nosotras también llevamos años viviendo juntas y hemos pasado por esos altos y bajos que son parte de la relación, pero que sabiendolos llevar y aprovechar han sido una enriquecedora oportunidad para crecer y fortalecer nuestros lazos en los planos emocionales y sexuales.

Oye, queria preguntarte si puedes compartir conmigo y mi pareja titulos de algunas películas y libros porno que a tu criterio nos puedan ayudar a ampliar nuestros horizontes íntimos?

Saludos y gracias!

Acerca de mí

Mi foto
Guatemala
Buscando respuestas, busco opciones, busco opiniones, busco saber y aprender.Simplemente, no cumplo con ninguna regla, espectativa, predicciòn o definiciòn.

CREO...QUE...


"La búsqueda de dios es una ocupación inútil, pues no hay nada que buscar donde nada existe. A los dioses no se les busca, se les crea..." Maximo Gorki

UNA DE TANTAS CONCLUSIONES...

"Cuando practicamos Zen, vemos que el dolor no es malo. Simplemente es dolor. Si nos pasamos la vida huyendo de momentos dolorosos, le cerramos la puerta a muchas cosas que de lo que la vida nos trae, tanto el dolor como la alegría. No podemos llorar cuando estamos tristes, ni podemos reir cuando estamos felices. Cuando evitamos el dolor y peleamos para no sentirlo, el dolor se convierte en sufrimiento.
Hay una enorme diferencia entre dolor y sufrimiento. El dolor con frecuencia no puede ser evitado, pero el sufrimiento si. Al aprender las diferencias entre ambos, muchos temores desaparecen."
Brenda Shoshanna.

"Gender, along with race, class, ethnicity, and age, is one of the most profound social status determinants in our society--
Gender is just not what I care about or even really notice in a sexual partner--I judge each person as an individual--I have categories, but gender isn´t one of them. I´m erotically attracted to intelligent people, to people with a kind of sleazy, sexy come-on, to eccentrics."
Jane Litwoman


“Nuestro temor a lo que sea que lo cause, se origina de nuestra ignorancia y se manifiesta a través de nuestras inseguridades. Reaccionamos con fobias, rechazo y ataque, según nosotros para defendernos de los fantasmas de nuestra mente...cuando estos temores son tan sólo engaños y nos volvemos sus indefensos esclavos.”


CABALASISOY

PERSONA SUPER ESPECIALES

Lecturas recomendadas

  • A Concise History of Euthanasia: Life, Death, God and Medicine by Ian Dowbiggin
  • A Forest of Kings by Friedel, Schele
  • A Short History of guatemala by Ralph Lee
  • All Women are Healers by Diane Stein
  • Bi Any other Name edited by L. Hutchins and L. Kaahumanu
  • Blood and Guts by Richard Hollingham
  • Body Work: A V.I. Warshawski Novel by Sara Paretsky
  • Brother Iron, Sister Steel: A Bodybuilder's Book by Dave Draper
  • Chronicle of the Maya Kings and Queens by Martin, Grube
  • Cure by Robin Cook
  • Dying with Confidence by Anyen Rinpoche
  • Fearless by Brenda Shoshanna ,PhD
  • Happiness is an Inside Job
  • History of Medicine by Jacalyn Duffin
  • How to be Sick by Toni Bernhard
  • Human Remains by Helen MacDonald
  • Ice Cold by Tess Gerritsen
  • If the Buddha Dated by Charlotte Kasl
  • If the Buddha Got Stuck by charlotte Kasl Ph. D.
  • In the Land of Invisible Women by Qanta A. Ahmed, MD
  • It`s Easier Than You Think by Sylvia Boorstein
  • Joe Weider's Ultimate Bodybuilding Joe Weider's Ultimate Bodybuilding by Joe Weider, Bill Reynolds
  • Kate Daniels Series by Ilona Andrews
  • Lesbian Couples by Merilee Clunis, PhD; Dorsey Green, PhD.
  • Medical Firsts by Robert E. Adler
  • Medicine Women by Elisabeth Brooke
  • Medicine Women, Curanderas and Women Doctors by Perrone, et al.
  • Mercy Thompson, Series by Patricia Briggs
  • One year to a Life of Writing by Susan M: Tiberghien
  • Pay Attention by Sylvia Boorstein
  • Pioneer Doctor by Mari Grana
  • Practicing Peace in Times of War by Pema Chodron
  • Sastun by Rosita Arvigo, et al.
  • Stiff by Mary Roach
  • That`s Funny by Sylvia Boorstein
  • The Code of Kings by Linda Schele, et al
  • The Disappearing Spoon by Sam Kean
  • The Excellent Dr. Blackwell by Julia Boyd
  • The Girl Who Played with Fire by Stieg Larsson
  • The Girl with the Dragon Tattoo by Stieg Larsson
  • The Gost Map by Steven Johnson
  • The Knive Man by Wendy Moore
  • The Middle Ages by Morris Bishop
  • The Mists of Avalon by Marion Zimmer B.
  • The Plague Tales by Ann Benson
  • The Scalpel and the Silver Bear by Alvord, Cohen
  • The Woman in the Shaman`s Body by B. Tedlock
  • Virals by Kathy Reichs
  • Western Medicine by Irvine Loundon
  • Witches, Midwives and Nurses by Ehrenreich and English
  • Woman as Healer by Jeanne Achtberg
  • Woman Who Glows in the Dark by Elena Avila, et al.
  • Women Healers by Elisabeth Brooke
  • Women Physicians and the Culture of Medicine by More et al
  • Writing Down the Bones by Natalie Goldberg
  • Zen Miracles by Brenda Shoshanna Ph. D.