domingo, 25 de mayo de 2008

BAILANDO ENTRE LA GENTE, COMO TU Y COMO YO



No hay duda de que cada día trae su propia sabiduría ya que para aprender no alcanza esta vida.
El sábado pasado, ayer, fuimos mi esposa y yo con otras 3 parejas de heterosexuales, amigos pura calidad y muy buena onda, a pasar una noche de diversión.


Nos encanta bailar, no somos profesionales ni nada por el estilo, pero nos gusta muchísimo.
El lugar que escogimos ofrece música en vivo, de los 70s y 80s, una mesa grande, un par de cubetazos de cerveza y unas boquitas para empezar.
Al poco tiempo el lugar estaba lleno, y los ánimos y el ambiente se pusieron re buenos.
Para no hacer larga la historia, la pasamos súper bien. Bailamos casi sin parar toda la noche, como pareja, no como dos chicas que bailan juntas pero separadas porque nadie les saca.
La gozamos como en ninguna disco homo en Guate, y eso que hubo un montón de canciones pegaditas, tranquilitas y románticas…y nosotras bien apretaditas.


Ni nos pasó por la mente, aparentar y bailar sólo con nuestros amigos, fue claro y transparente que las esposas éramos las dos.
Simplemente fuimos parte del alrededor en vez de ser aparte de los demás. Fuimos una pareja más, enamorada y melosita que se divirtió como cualquier otra.
Y es que me puse a pensar, que ya no deberíamos de tener esa idea de separatismo, de exclusión y de diferencia, sobre todo si los tiempos están cambiando, si las percepciones son más claras y si muchos heterosexuales no son homo fóbicos ni inseguros como otros algunos por ahí y como muchos homosexuales enclosetados por doquier.
Pienso que a veces nos cerramos puertas pero ni siquiera nos preocupamos en abrir una ventana, que nos escondemos pero es de nosotros mismos, que nos negamos por lo que de nosotros pensamos, cuando nos encerramos en la idea que somos especiales por ser homosexuales, y no por ser seres humanos.
Cuando una se siente bien y a gusto con la pareja, cuando se pasa tiempo calidad juntas, cuando se acepta lo que sentimos con respecto a la otra, cuando hay respeto, entonces no tenemos por qué hacer show en público, metiendo la lengua hasta el esófago de la otra, o tocando pechos y nalgas como si fuera la primera y última vez. Es obvio cuando las personas tratan de comerse un pastel entero de una sola sentada, y no cuadra.
El amor no tiene límites, se nota y se admira, cuando la honestidad le acompaña.
Al César lo de César y he de aceptar que en ese lugar “cuadrado” hubo mejor ambiente, que en el 99% de veces que he visitado una disco bar homo. No vi chicas ebrias acosando a otras chicas, estaba limpio, la música fue buena, el servicio excelente, la compañía insuperable, los baños impecables, no se oían vulgaridades, los presentes se divertían y respetaban.
Agradezco a estos amigos hetero tan de al pelo, que a través de su amistad con nosotras como pareja lesbiana, sin palabras, sin intenciones imaginadas, sólo hechos, educan a sus congéneres heteros y logran un compartir sano sin importar la preferencia sexual.
Y vuelvo a la idea que me ocupa, sobre compartir en vez de excluir, el de acercarse y conocer en vez de aislarse y amargarse. Y si se va a luchar por algo, que sea por la convivencia pacífica entre personas que viven y sienten amor por sus parejas, sean del sexo que sean.
Obviamente hay antros de perdición homo y heteros que ni loca frecuentaría, pues en este país tan violento, lo menos que busco es más violencia e inseguridad.
Tampoco es necesario irse a meter a un rincón de mala muerte para estar bien escondidas y medio bailar si no es que nos sofocamos por el humo y la falta de ventilación o resbalamos por licor derramado en un piso sucio y lleno de colillas de cigarros. Parte del placer de bailar es hacerlo en grupo, socializar como seres humanos aunque a veces en lo privado tiene su toque romántico inegable y muy deseable en el cortejo.



La decisión de a dónde y con quien ir, es nuestra y si no hay opción, nunca cae mal una buena película vista desde el cómodo sillón de casa, a lado de mi amada.

2 comentarios:

Y digo yo... dijo...

Buenísimo beba, en realidad tienes razón... por qué seguir sintiéndonos excluídas, el viernes (no fue sábado) me di cuenta que es una misma quien le pone las puertas al closet y encima culpa a los demás.
ME DIVERTÍ TANTO!!!

Anónimo dijo...

LEYENDO ESTE TEMA, RECORDE EPOCAS PASADAS, TE CUENTO QUE CON MI EX PAREJA QUE ERA SUPER EXPRESIVA, VIVI TAMBIEN ESTA LIBERTAD DE SENTIRME MUY LIBRE, BAILANDO Y DISFRUTANDO DE UNA NOCHE SUPER ENTRE UN MONTON DE HETEROSEXUALES, LUGAR : LA BARRA DE 4 GRADOS NORTE, TODOS NOS MIRABAN QUE CASI SE LES SALIAN LOS OJOS, PUES ME FASCINA BAILAR BIEN PEGADO JAJAJAJA PERO AL FINAL DE LA NOCHE YA SE HABIAN ACOSTUMBRADO A VERNOS Y YA NI COCO NOS PONIAN . . . . Y YO LE DECIA A MI PAREJA VES NO NOS LINCHARON. . . . INCLUSO ALGUN CABALLERO ME LLEGABA A PEDIR PERMISO PARA BAILAR CON MI PAREJA Y YO LO DEJABA A OPCION DE ELLA Y ELLA ACEPTABA ESO SI SOLO UNA MELODIA Y AL REGRESAR ME DECIA QUE LE PREGUNTABAN QUE HACIA UNA MUJER TAN FEMENINA CONMIGO. . . . Y NOS SONREIAMOS. BIEN CREO QUE SI TE EXPRESAS TE ACEPTAN TAL CUAL ERES Y SI NO SU PROBLEMA. . . . CARIÑOS

Acerca de mí

Mi foto
Guatemala
Buscando respuestas, busco opciones, busco opiniones, busco saber y aprender.Simplemente, no cumplo con ninguna regla, espectativa, predicciòn o definiciòn.

CREO...QUE...


"La búsqueda de dios es una ocupación inútil, pues no hay nada que buscar donde nada existe. A los dioses no se les busca, se les crea..." Maximo Gorki

UNA DE TANTAS CONCLUSIONES...

"Cuando practicamos Zen, vemos que el dolor no es malo. Simplemente es dolor. Si nos pasamos la vida huyendo de momentos dolorosos, le cerramos la puerta a muchas cosas que de lo que la vida nos trae, tanto el dolor como la alegría. No podemos llorar cuando estamos tristes, ni podemos reir cuando estamos felices. Cuando evitamos el dolor y peleamos para no sentirlo, el dolor se convierte en sufrimiento.
Hay una enorme diferencia entre dolor y sufrimiento. El dolor con frecuencia no puede ser evitado, pero el sufrimiento si. Al aprender las diferencias entre ambos, muchos temores desaparecen."
Brenda Shoshanna.

"Gender, along with race, class, ethnicity, and age, is one of the most profound social status determinants in our society--
Gender is just not what I care about or even really notice in a sexual partner--I judge each person as an individual--I have categories, but gender isn´t one of them. I´m erotically attracted to intelligent people, to people with a kind of sleazy, sexy come-on, to eccentrics."
Jane Litwoman


“Nuestro temor a lo que sea que lo cause, se origina de nuestra ignorancia y se manifiesta a través de nuestras inseguridades. Reaccionamos con fobias, rechazo y ataque, según nosotros para defendernos de los fantasmas de nuestra mente...cuando estos temores son tan sólo engaños y nos volvemos sus indefensos esclavos.”


CABALASISOY

PERSONA SUPER ESPECIALES

Lecturas recomendadas

  • A Concise History of Euthanasia: Life, Death, God and Medicine by Ian Dowbiggin
  • A Forest of Kings by Friedel, Schele
  • A Short History of guatemala by Ralph Lee
  • All Women are Healers by Diane Stein
  • Bi Any other Name edited by L. Hutchins and L. Kaahumanu
  • Blood and Guts by Richard Hollingham
  • Body Work: A V.I. Warshawski Novel by Sara Paretsky
  • Brother Iron, Sister Steel: A Bodybuilder's Book by Dave Draper
  • Chronicle of the Maya Kings and Queens by Martin, Grube
  • Cure by Robin Cook
  • Dying with Confidence by Anyen Rinpoche
  • Fearless by Brenda Shoshanna ,PhD
  • Happiness is an Inside Job
  • History of Medicine by Jacalyn Duffin
  • How to be Sick by Toni Bernhard
  • Human Remains by Helen MacDonald
  • Ice Cold by Tess Gerritsen
  • If the Buddha Dated by Charlotte Kasl
  • If the Buddha Got Stuck by charlotte Kasl Ph. D.
  • In the Land of Invisible Women by Qanta A. Ahmed, MD
  • It`s Easier Than You Think by Sylvia Boorstein
  • Joe Weider's Ultimate Bodybuilding Joe Weider's Ultimate Bodybuilding by Joe Weider, Bill Reynolds
  • Kate Daniels Series by Ilona Andrews
  • Lesbian Couples by Merilee Clunis, PhD; Dorsey Green, PhD.
  • Medical Firsts by Robert E. Adler
  • Medicine Women by Elisabeth Brooke
  • Medicine Women, Curanderas and Women Doctors by Perrone, et al.
  • Mercy Thompson, Series by Patricia Briggs
  • One year to a Life of Writing by Susan M: Tiberghien
  • Pay Attention by Sylvia Boorstein
  • Pioneer Doctor by Mari Grana
  • Practicing Peace in Times of War by Pema Chodron
  • Sastun by Rosita Arvigo, et al.
  • Stiff by Mary Roach
  • That`s Funny by Sylvia Boorstein
  • The Code of Kings by Linda Schele, et al
  • The Disappearing Spoon by Sam Kean
  • The Excellent Dr. Blackwell by Julia Boyd
  • The Girl Who Played with Fire by Stieg Larsson
  • The Girl with the Dragon Tattoo by Stieg Larsson
  • The Gost Map by Steven Johnson
  • The Knive Man by Wendy Moore
  • The Middle Ages by Morris Bishop
  • The Mists of Avalon by Marion Zimmer B.
  • The Plague Tales by Ann Benson
  • The Scalpel and the Silver Bear by Alvord, Cohen
  • The Woman in the Shaman`s Body by B. Tedlock
  • Virals by Kathy Reichs
  • Western Medicine by Irvine Loundon
  • Witches, Midwives and Nurses by Ehrenreich and English
  • Woman as Healer by Jeanne Achtberg
  • Woman Who Glows in the Dark by Elena Avila, et al.
  • Women Healers by Elisabeth Brooke
  • Women Physicians and the Culture of Medicine by More et al
  • Writing Down the Bones by Natalie Goldberg
  • Zen Miracles by Brenda Shoshanna Ph. D.