miércoles, 23 de febrero de 2011

Pasillo...


Cansancio…más se siente como un total agotamiento. Duelen los pies, como si fueran sacos llenos de pelotitas de vidrio, apretándose entre sí en un espacio caliente, húmedo y reducido llamado zapato deportivo. Luego de más de 30 horas, ya se camina lentamente arrastrando los pies. Es entonces cuando se nota ese piso gastado, irregular, donde faltan partes de loza o está fracturada, donde hay sustancias pegajosas, ásperas y de colores oscuros cuyo componente no se logra identificar. Mejor no saber que hay allí abajo, debajo de esos zapatos pesados, de esos pies hinchados y cansados.

El pasillo se prolonga casi hasta el infinito, largo, oscuro, solitario, muy solitario para ser de noche, para caminar a solas, para estar tan cansada. Las paredes se muestran gastadas, el repello desprendiéndose por humedad o golpes de camillas. Hay manchas por el sobre uso, sucias, testimonios de varios años sin mantenimiento, sin lavado, sin pintura y evidencia de tantas personas sobre ellas antes apoyadas. Ese roce de ropa y manos sudorosas, manos presurosas, manos doloridas, manos ensangrentadas.

La luz es casi inexistente, los pocos bombillos que no están rotos o quemados, proyectan una iluminación que no sobrepasa los 25 wats. Luz amarrilla, que juega con las sobras y defectos de piso y paredes, juega con la imaginación, el cansancio, el silencio, la soledad. Se ven formas que parece tienen propia vida, como si se movieran, como si vigilaran y siguieran los pasos lentos, el cuerpo deambulante esa noche, en ese pasillo en especial.

El sistema de cañería donde pasa, oxígeno, agua, vapor, una maraña de tubos oxidados algunos, sin sus cubiertas aislantes otros, goteando la mayoría, disimulan un techo mohoso, negro, asqueroso. Sólo por un milagro que la lógica no explica, no se ha desplomado, desmoronado o estallado esa maraña de conductos caducos, ya al borde de ser completamente inservibles e irreparables.

A lo lejos se escucha el ronquido de una maquinaria de elevador que cruje y rechina al mover un cubo de metal entre los 5 pisos de tan antiguo edificio. Con descansos intermitentes, sigue su trabajo de subir y bajar, que como décadas atrás, ha repetido, día tras día, noche tras noche, sin parar. Chillan sus bisagras como si le doliera, cual artritis degenerativa al borde de la invalidez.

De repente un chiflón abre y cierra una vieja puerta de madera, o sería la huída de una rata o un ratón, queda la inquietante duda de si algún indigente sin miedo o temor ha optado por pasar las largas horas nocturnas en este sótano acabado por el tiempo y por el maltrato. Las ventanas rotas son casi todas, algunas con restos de vidrio, a otras sólo el marco les queda ya. No deja de bailar en el fondo de la imaginación, la idea de un atacante malévolo que degolla a sus víctimas, quienes solas, cansadas y solitarias, transitan por necesidad ese túnel del terror.

El pasillo no termina, como si creciera y se alargara a voluntad, con la única intención de prolongar esa tortuosa caminata, como si el tiempo, la oscuridad y el silencio se fundieran en lo interminable, en lo eterno. Tanto pesa la hora, que no hay ya miedo o inquietud, las funciones básicas para mantenerse despierta, superan aquellas de inseguridad.

No hay luz en este trecho, a pocos metros una caldera se dispara en vapor y estertores agitados de un motor agonizante bajo la carga de mantener alta la temperatura del agua que ha de circular en esta área. El ambiente se torna húmedo y caliente, incómodamente caliente, cuando hace poco las ráfagas de viento frío, atravesaban caprichosamente el largo e interminable pasillo.

Dicen que la mente, el cerebro, al no tener suficiente sueño, pierde el concepto de lo real y lo ficticio. El tiempo pareciera no moverse, los relojes se paran y las horas son eternas. Se va el hambre, se desvanecen los pensamientos, lo único que queda es el instinto de poner un pie frente al otro, de seguir ese pasillo, aunque sea arrastrándose, porque al final, posiblemente se deba volver a recorrer una vez más, antes del amanecer, antes de volver otra vez a empezar.

Noche de turno, estudiante de 4to año medicina, Externado de Pediatría, sótano Hospital Roosevelt, Ciudad de Guatemala, 1987.

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Acerca de mí

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Guatemala
Buscando respuestas, busco opciones, busco opiniones, busco saber y aprender.Simplemente, no cumplo con ninguna regla, espectativa, predicciòn o definiciòn.

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"La búsqueda de dios es una ocupación inútil, pues no hay nada que buscar donde nada existe. A los dioses no se les busca, se les crea..." Maximo Gorki

UNA DE TANTAS CONCLUSIONES...

"Cuando practicamos Zen, vemos que el dolor no es malo. Simplemente es dolor. Si nos pasamos la vida huyendo de momentos dolorosos, le cerramos la puerta a muchas cosas que de lo que la vida nos trae, tanto el dolor como la alegría. No podemos llorar cuando estamos tristes, ni podemos reir cuando estamos felices. Cuando evitamos el dolor y peleamos para no sentirlo, el dolor se convierte en sufrimiento.
Hay una enorme diferencia entre dolor y sufrimiento. El dolor con frecuencia no puede ser evitado, pero el sufrimiento si. Al aprender las diferencias entre ambos, muchos temores desaparecen."
Brenda Shoshanna.

"Gender, along with race, class, ethnicity, and age, is one of the most profound social status determinants in our society--
Gender is just not what I care about or even really notice in a sexual partner--I judge each person as an individual--I have categories, but gender isn´t one of them. I´m erotically attracted to intelligent people, to people with a kind of sleazy, sexy come-on, to eccentrics."
Jane Litwoman


“Nuestro temor a lo que sea que lo cause, se origina de nuestra ignorancia y se manifiesta a través de nuestras inseguridades. Reaccionamos con fobias, rechazo y ataque, según nosotros para defendernos de los fantasmas de nuestra mente...cuando estos temores son tan sólo engaños y nos volvemos sus indefensos esclavos.”


CABALASISOY

PERSONA SUPER ESPECIALES

Lecturas recomendadas

  • A Concise History of Euthanasia: Life, Death, God and Medicine by Ian Dowbiggin
  • A Forest of Kings by Friedel, Schele
  • A Short History of guatemala by Ralph Lee
  • All Women are Healers by Diane Stein
  • Bi Any other Name edited by L. Hutchins and L. Kaahumanu
  • Blood and Guts by Richard Hollingham
  • Body Work: A V.I. Warshawski Novel by Sara Paretsky
  • Brother Iron, Sister Steel: A Bodybuilder's Book by Dave Draper
  • Chronicle of the Maya Kings and Queens by Martin, Grube
  • Cure by Robin Cook
  • Dying with Confidence by Anyen Rinpoche
  • Fearless by Brenda Shoshanna ,PhD
  • Happiness is an Inside Job
  • History of Medicine by Jacalyn Duffin
  • How to be Sick by Toni Bernhard
  • Human Remains by Helen MacDonald
  • Ice Cold by Tess Gerritsen
  • If the Buddha Dated by Charlotte Kasl
  • If the Buddha Got Stuck by charlotte Kasl Ph. D.
  • In the Land of Invisible Women by Qanta A. Ahmed, MD
  • It`s Easier Than You Think by Sylvia Boorstein
  • Joe Weider's Ultimate Bodybuilding Joe Weider's Ultimate Bodybuilding by Joe Weider, Bill Reynolds
  • Kate Daniels Series by Ilona Andrews
  • Lesbian Couples by Merilee Clunis, PhD; Dorsey Green, PhD.
  • Medical Firsts by Robert E. Adler
  • Medicine Women by Elisabeth Brooke
  • Medicine Women, Curanderas and Women Doctors by Perrone, et al.
  • Mercy Thompson, Series by Patricia Briggs
  • One year to a Life of Writing by Susan M: Tiberghien
  • Pay Attention by Sylvia Boorstein
  • Pioneer Doctor by Mari Grana
  • Practicing Peace in Times of War by Pema Chodron
  • Sastun by Rosita Arvigo, et al.
  • Stiff by Mary Roach
  • That`s Funny by Sylvia Boorstein
  • The Code of Kings by Linda Schele, et al
  • The Disappearing Spoon by Sam Kean
  • The Excellent Dr. Blackwell by Julia Boyd
  • The Girl Who Played with Fire by Stieg Larsson
  • The Girl with the Dragon Tattoo by Stieg Larsson
  • The Gost Map by Steven Johnson
  • The Knive Man by Wendy Moore
  • The Middle Ages by Morris Bishop
  • The Mists of Avalon by Marion Zimmer B.
  • The Plague Tales by Ann Benson
  • The Scalpel and the Silver Bear by Alvord, Cohen
  • The Woman in the Shaman`s Body by B. Tedlock
  • Virals by Kathy Reichs
  • Western Medicine by Irvine Loundon
  • Witches, Midwives and Nurses by Ehrenreich and English
  • Woman as Healer by Jeanne Achtberg
  • Woman Who Glows in the Dark by Elena Avila, et al.
  • Women Healers by Elisabeth Brooke
  • Women Physicians and the Culture of Medicine by More et al
  • Writing Down the Bones by Natalie Goldberg
  • Zen Miracles by Brenda Shoshanna Ph. D.