viernes, 29 de enero de 2010

¿PLATA O PLOMO? ¿INJUSTICIA AL INJUSTO?



Hace un par de días fue sonado el caso de un ex presidente de Guatemala que había sido capturado por lavado de dinero y puesto en prisión para luego ser deportado a Gringolandia.

Muchos lo tomaron con demasiada emoción y afabilidad para mi gusto y es que algo no cuadra, algo apesta y de último pero no menos importante, me emputa que me vean la cara de idiota, sobre todo este gobierno y los titiriteros de este país.

Si la “justicia” se saltó una y mil leyes para lograr esta eminente captura, ¿es entonces justa? ¿Se justifica la injusticia contra un corrupto e injusto? ¿Nos debería satisfacer que hayan capturado a uno de los 10 o 20 ex presidentes que han hecho y desecho con este malparido país? Y a propósito, ¿Qué pasó con los demás?
El que está en Panamá invirtiendo los millones robados sin siquiera pestañear, o el que autorizó el alza del azúcar en un pueblo mal pagado y hambriento cuando importarla de Brasil y venderla aquí resultaba significativamente más barato. O el que privatizó (monopolizó) servicios básicos a su conveniencia y personal millonaria ganancia. Y así podría seguir, es un tema bien prolífero el de la corrupción en Guatemala.

Lavado de dinero, así se lo cacharon y así se lo clavaron. Que pilas, ¿verdad? Son lo máximo estas nuestras autoridades que se dejan manipular cual si zombis por entidades “justicieras” del exterior. Somos unos puros come mierda, de verdad, que bajo, que lastimero, que asco de “intereses económicos”.

Y cómo es posible que los bancos “decentes” del país no hayan caído en cuenta que el dinero que manejaron de éste y de todos los descarados ex gobernantes era sucio. Puro lavado tras “negocios” dentro del marco legal, como tráfico de armas, drogas, influencias.
Ahí si nada que ver, nadie dice nada y nadie hace nada, porque no se le muerde la mano a quien nos da de comer, ¿verdad?

Es interesante cómo entidades extranjeras se prestan a ejercer la justicia en este país, pero sólo cuando les pagan por hacerlo y en los casos que lastimaron los bolsillos de reconocidos y respetables empresarios guatemaltecos. Es un secreto a voces, como la mayoría en el ámbito económico y político.

Entonces, ¿nos debemos alegrar como idiotas de que hagan mierda a este tipo, que en efecto fue un maldito ratero entre otras muchas cosas, a costa de escupir, cagar y limpiarse con nuestra constitución, nuestras leyes, nuestra dignidad y nuestro intelecto?

Yo no me alegro, me frustro. Estamos más que jodidos y de ajuste, somos re mulas. En la cara hacen sus trances estos poderes ocultos y al final, como siempre, otros pagan el pato.

No sólo estamos llenos de mareros, corruptos, incapaces, sino que de ajuste, también de gánsteres económicos que de no ser escuchados cambian a chacales y todo termina en la simple decisión: “PLATA O PLOMO”, o te compro, o te mato.
Esa es la desgracia de los políticos latinoamericanos, gobernantes esclavos de un sistema más oscuro, más maleado, más inhumano de lo que ni ellos mismos pueden imaginar.

"Tu trabajo consistirá en estimular a líderes de todos los países para formen parte de la extensa red que promociona los intereses comerciales mundiales de EEUU. En último término esos líderes acaban atrapados en la telaraña del endeudamiento, lo que nos garantiza su lealtad. Podemos recurrir a ellos siempre que los necesitemos para satisfacer nuestras necesidades políticas, económicas o militares”.


Qué nos queda entonces, más que expresar nuestra opinión, no tenemos voto, pero al menos si tenemos voz y aunque a lo lejos se escuche, les recuerda que no todos estamos vendidos, ni todos estamos engañados o embrutecidos. Les guste o no, hay personas que usan su sentido común e intelecto, sin dejar de ser humanos que sienten y luchan cada día por un mundo menos peor.

jueves, 21 de enero de 2010

¿DAÑO U OFENSA, ACASO NO HAY HARTA DIFERENCIA?



Daño y ofensa, no son lo mismo, tampoco se pueden usar como sinónimos y si no podemos diferenciar entre éstas, estamos en problemas. ¿Por qué?

Pues porque no tiene sentido hacerse la vida a cuadros y es un evento que depende enteramente del individuo y su percepción muy particular.


La ofensa de un comentario homofóbico no es el daño de una agresión por homofobia. Y es una la que decide si nos ofende o no, o qué tanto, si nos llaman lesbianas. Al fin y al cabo, eso somos en cuanto a nuestra orientación y preferencia sexual, entonces la palabra en sí no tiene la capacidad de ofender, más cómo la tomemos sí da el poder de que sea ofensiva si nos causa malestar ser llamadas así.


Si me dicen lesbiana, si me dicen puta, si me dicen vieja, gorda y fea, pues la pura verdad, me pela.

Y es que la palabra lesbiana me causa bienestar, lo de puta puede ser hasta un cumplido aunque no real, lo de vieja…los caminos, lo de gorda…llenita y con algo qué ofrecer para agarrar, lo de fea…no lo creo, fuera máscaras, modestia aparte y poca humildad, pero no.


La ofensa es una actitud bien pura lata de usar para enfrentar nuestro entorno. Si ofensas hay desde una mirada, un ademán, un comentario o hasta de ser ignorada. Y generalmente viene de gente que nada que ver, porque o son maleducados y tontos, o son exactamente lo que hacen, inseguros, vacíos, meros mulas y pretenciosos egoístas, pero solo.


Entonces como que no vale la pena tomarles en serio, si un bolo me grita desde una esquina que soy una marimacha, me doblo de la risa o lo ignoro. Ofensa no tomada.


Si una mujer desconocida me mira con cara de susto y cuchichea a mis espaldas porque voy de la mano o besé a mi esposa en público, es como una piedra o escupida más en el camino, sobre todo en este país donde la mara escupe más que un tuberculoso en sus últimos días, pero en fin, idiosincrasia, le dicen. Ofensa no tomada.


El otro lado de la moneda es que otros se sientan ofendidos por mis actitudes, sin que el ofenderles sea para nada mi intención. Es ridículo que el expresarme como soy pueda constituir una ofensa para alguien, pero puede pasar. Este ejemplo explica claramente lo irreal de ofender y ser ofendido, pues depende de nuevo, principalmente del receptor. De ahí que degenere en daño con violencia, en el peor de los casos.


Recuerdo un sábado que fui a pasear una tarde al parque de la Antigua Guatemala, según yo a ver turistas, tomar un buen té chai y disfrutar de la tarde veraniega, cuando para mi exasperación, un fulanito decide iniciar su cuota de prédica evangélica a todo pulmón y, pues eso sí acepto lo tomé como una ofensa, una falta de respeto a mi persona, a mi intelecto, a mi humanidad. Y me veo ahora con otros lentes de vida, pues de ninguna forma me ofendió, fui yo la que se descompensó ante tanta verborrea sin ton ni son.

El pobrecito de plano que ni sabía, o ni entendía lo que gritaba con tanto fervor y determinación, y yo pude haber tenido más compasión y cambiarme de lugar, alejarme y a la vez, dejarlo en paz. No hice nada malo, pero me molestó intensamente a tal grado que arruinó mi tarde, cuando la única responsable de ello fui yo. No me agredió, lastimó o hirió físicamente, no me hizo daño alguno.


Pero la mente trabaja de una forma extraña, más cuando hay prejuicios o trabes personales involucrados. Una ofensa puede desencadenar una respuesta que dañe, tanto de parte del ofendido atacando a su supuesto agresor, o del ofensor contra atacando y defendiéndose del atacante. Una mala mirada o una simple diferencia de opinión pueden terminar en un daño tal que hasta pueda causar la muerte.


La ofensa se codea con lo políticamente correcto, de tal grado que decirle a un diputado del congreso actual, que es un holgazán y corrupto de primera puede ser tomado como una ofensa, haha, chistoso.


Decirle a un sacerdote o pastor o rabino o gurú de tantos a quienes se les conoce amantes y amoríos por doquier que es puto, hipócrita y mantenido puede ser tomado como una ofensa, haha, más chistoso.


Decirle al presidente Colóm que ya sufí y deje de avalar tanta mediocridad y malversación de fondos en el gobierno de Guatemala, que haga su trabajo que por cierto es pagado por nosotros los contribuyentes y harta obligación de dar y rendir cuentas tiene, puede ser tomado como una ofensa, hahaha, absurdamente chistoso.
Cuando lo que hacen es vedaderamente dañino, acabar con un país tan bello pero tan pendejo. Lleno de parásitos en el gobierno.


Pero esas ofensas y esos ofendidos con su mala sangre bien que pueden halar pitas por ahí y por allá y de repente me desaparezco o me convierten en coladera, por rebelde, agresiva y desestabilizadora. Eso sí que es un daño y sin siquiera quitarles unos minutos de sueño.


El ofendido no sólo mantiene una actitud cerrada de víctima, sino que se considera con el derecho de juez e inquisidor. Momento, hay que reflexionar y preguntarnos si por casualidad somos sensibles y susceptibles a tal grado que respondamos con daño a ofensas que abollen nuestro ego y ya mal habida, mal tratada y mal ubicada autoestima.


La crítica puede a veces ofender, pero si se apartan las telarañas del ego, también pueden muchas veces ayudar y no dañar.


La solución es fácil pero depende del número de neuronas, y a seguir consejos como el referido en el refrán: “a palabras necias, oídos sordos”. Y algún día, todos en paz. (hahaha, ya mucho chiste).


miércoles, 20 de enero de 2010

EL AMOR, ¿COMPLICADO O CIEGO?


Sometimes love isn’t enough. What is love? Am I in love? How to know? Well, well, well, kind of tricky isn´t it?

El famoso amor, es mencionado en todos lados y a todas horas y en todos los casos significa algo diferente, no hay dos amores iguales como no hay dos granos de arena idénticos, simplemente es imposible o en el mejor de los casos, muy poco probable.


El amor se siente, se ve, se toca, se huele, se escucha, se piensa, se imagina, se sueña, se desea o se evita. Entonces tiene que ser algo muy versátil. Viene y se va, muchas veces sin avisar.


Lo que para mí es amor, para mi familiar puede ser generosidad, para mi paciente puede ser amabilidad, para mis colegas puede ser cordialidad, para mis mascotas paciencia y cuidado, para mi pareja respeto, cariño, apoyo y comprensión, para un desconocido una sonrisa sin razón o un simple acostón.


El amor es un sentir que se proyecta hacia quien sea con el objetivo de no hacer daño, con la intención de hacer sentir bien a la otra persona. Hay quienes predican que el verdadero amor no es egoísta, es total, es constante, es predecible, es medible, es hasta ciego.

De eso hay mucha tela que cortar.
Cuando hablo sobre el amor, poca gente coincide con mi punto de vista. Me ha traído malos entendidos y una cierta fama que no me halaga precisamente. Y eso sólo porque no creo en el amor como la panacea que tiene fama de ser.

El amor se ha vuelto o lo volvieron tan complicado desde que se basa en hechos y expectativas irreales.


A veces comparo el amor con el agua. Está dentro de cada uno sin excepción, no discrimina entre ningún ser viviente en este planeta. Cuando falta nos enfermamos y podemos morir, cuando sobra, también nos puede dañar y hacernos morir. No somos capaces de controlarle, a pesar de convivir. Nos da más sed cuando no la tenemos cerca y nos olvidamos de su presencia cuando nos abunda.


En este caso al menos, el agua es agua y no hay tales de muchas interpretaciones, o es vapor, hielo o líquido, punto. Con el amor, las variantes son infinitas, por ende, tan difícil de definir y etiquetar.


Si no fuera por las pre concepciones que inundan nuestra vida diaria sobre el amor, si no se le otorgaran tantas alegrías y tantos sufrimientos, sería un poco más simple. A veces pasa de ser una bendición a ser una maldición y vice versa.


Me ha ido feo por compartir lo que pienso del amor. Cada palabra se usa en mi contra y se me juzga y mide por sus letras y su combinación. Pero no puedo evitarlo. No me hace mala persona, insensible, fría o lejana, mucho menos cruel o despiadada. Sólo me hace todavía más diferente y rara.


Se dice que el amor se siente por todos, pero si es mi hermana o mi pareja o mi amiga, es distinto, no es lo mismo…si claro, es amor y del bueno, pero es diferente y cuidado si en algo se parecen porque ya puede ser aberrante y enfermo…¿entonces? Se tiende a comparar como iguales al amor y al sexo.
Es en este punto donde la cosa se empieza a poner más complicada y delicada. Yo amo a mi hermana pero no para ir a la cama. Entonces la amo pero no con amor carnal sino que amor filial y demás pendejadas. ¿Que acaso hay que dar tantas explicaciones a lo que nada pide ser aclarado? Porque… se supone que tenemos dos dedos de frente y total, a quién diablos le importa.


Pero no, hay que hacerlo todo difícil o no es interesante. Volver la palabra amor en algo tan ambiguo que nunca se sabe. Por si las dudas, mejor así. Aunque no lo sea para mí.

Si el amor es ciego y por ello se esperan actitudes y acciones igual de ciegas, no es de extrañar que dándole ese poder cause más dolor que otra cosa. La ceguera no puede ser agradable, ni en la relación más maravillosa sobre la faz de este planeta. Poder ver lo obvio ya es una gran cosa, lograr ver más allá es una proeza. Es imprescindible ver con los ojos, la mente, el alma, el corazón, lo que sea, ¡pero ver!

Hay amor, ¡quien lo entiende!, si nadie sabe realmente qué es, porque es tanto y nada está claro.

jueves, 14 de enero de 2010

¿LA RELIGIÓN CAUSA LA HOMOFOBIA?


Mi cuco no es precisamente contra las religiones, pero si contra la homofobia. Y ambas están relacionadas, quiera o no.

La homofobia es una de las manifestaciones más crueles, bajas, despiadadas e incoherentes del ser humano. Está en casos ligada al asesinato, violencia, incapacidad de pensar coherentemente y cometer actos destructivos y totalmente irracionales.

La homofobia arranca de la persona su capacidad de amor, compasión, intelecto y entendimiento, raciocinio y capacidad de convivencia. Priva a un ser humano de virtudes para convertirlo en un ser deshumanizado, despersonalizado, despiadado.

La homofobia es una de tantas fobias que han atacado inclementemente al raciocinio e inteligencia de cualquier ser humano susceptible, manipulable y esclavizado por sus miedos ante lo poco o mal conocido. Se adquiere en cualquier momento de la vida, la edad temprana es la más susceptible, así como la asociación a otras personas enfermas con homofobia en la familia y en la comunidad y mensajes de líderes espirituales infectados y sumamente enfermos.

¿Qué puede causar la homofobia? Hay muchas teorías y entre ellas está la que relaciona directamente a la religión en general, creencias varias y la no aceptación a diferentes formas de amor entre personas.

Pero hay quienes creen y practican diferentes religiones y son homosexuales o no son homofóbicos. Posiblemente son la excepción a la regla, pero esto es todavía más interesante y sorprendente, ya que a pesar de manejar creencias relacionadas con seres o poderes sobrenaturales y adaptar sus vidas a reglas, mandamientos y dogmas, aplican y practican cualidades humanas como la tolerancia, el amor, la inteligencia y la capacidad de convivir en paz y respeto.

Con ello podría concluir en que no hay una razón real que justifique la homofobia, sino que hay causas creadas y manipuladas, así como receptáculos idóneos donde los mensajes de odio, germinan y luego forman seres capaces de matar por no tener la capacidad de entender.

El ser humano nace con una mente limpia y un intelecto de proporciones inmensas. Pero también nace extremadamente indefenso a la contaminación mental y distorsión de la realidad que le son contagiadas como plaga por una sociedad enferma y tan insegura que no soporta el reto de usar su intelecto y tomar sus propias decisiones, así como hacerse responsable de las mismas. Su fragilidad les convierte en agresores ciegos, agobiados por el pánico, el terror de tener que pensar, analizar y descubrir otras verdades.

Mi opinión es que las religiones sin excepción conllevan obvia o sutilmente un componente homofóbico en sus escritos, definiciones, costumbres o ritos. Hay religiones que sobresalen por su dedicación a atacar todo lo diferente incluyendo a los homosexuales, entre los primeros 3 lugares están los católicos, los evangélicos y los musulmanes, no muy lejos los judíos. Muchos homosexuales creyentes, resultan ser homofóbicos de primera como consecuencia de su desesperación. Muy frecuente, muy obvio, muy triste, muy cierto.

Un practicante religioso asiduo y dedicado está más infectado y enfermo con homofobia que una persona común y corriente que se considera de alguna religión pero casi ni la practica, o sea, su exposición al odio es menor y eso les resguarda de sufrir los peores síntomas como agresiones, violencia, irraciocinio, etc.

Es muy curioso y existe toda una quimera de posibles contribuyentes, por ello tan complicado y confuso. Lamentablemente, no hay una cura conocida por su efectividad y eso le hace una patología crónica y causante de mucho sufrimiento para el enfermo y para sus congéneres. Muy desgastante para la sociedad y con pérdidas que ninguna moneda podrá jamás pagar.

No hay proyectos de investigación que busquen una solución o cura a esta anomalía de la percepción y sentimiento humano, pues muchos de los científicos, inversionistas y políticos, son ya víctimas de la terrible peste de la homofobia y no quieren cura o niegan su enfermedad, además son asiduos practicantes religiosos, en el peor de los casos, fanáticos empedernidos, también conocidos como fundamentalistas.

El fanatismo es como la dependencia química destructiva de alcohol y drogas, destruye lenta pero seguramente al individuo, que cada día se inyecta mentalmente más ideas de intolerancia, odio, irraciocinio, incongruencia, anestesia emocional y otros terribles signos y síntomas. Mueren en vida y no permiten que se les ayude. Muy triste.

En conclusión, profesar una creencia religiosa, puede ser peligroso para contraer esta enfermedad. Otras causas, pienso podrían incluir lesiones cerebrales, traumas emocionales como falta o muy baja autoestima, variantes de la psicosis colectiva, tipos específicos de esquizofrenia, alteraciones metabólicas o electrolíticas específicas que impidan la integración de conocimiento con la lógica y la realidad, mutaciones genéticas que alteren la percepción del entorno, defectos cromosómicos que dañen el sentido común, sociopatías severo.

En fin, las causas pueden ser muchas y ameritan un abordaje integral para ayudar a tanto enfermo por homofobia.

Pero no hay que darse por vencidos y dejar a estos pobres enfermos morir en su locura. De ahí la necesidad de ser compasivos, comprensivos y no caer en el vórtice de confusiones y alucinaciones que forma la realidad de sus vidas. Muy en el fondo de su subconsciente, hay una esperanza de un intelecto que puede resurgir con la educación, paciencia y ejemplo necesarios. No es ni será fácil, pero es posible. Con mi proceder, he logrado rehabilitar a familiares, amigos, colegas, gente con quien he podido compartir mi vida. Se puede hacer la diferencia, se puede ayudar, vale la pena.

¿Por que? Ayudar y tenerles consideración a las personas homofóbicas cuando ellas ni se tientan el alma en cuanto a hacer daño, atacar, lastimar, denigrar, humillar, criticar, condenar entre otras cositas, a los homosexuales.

No hay que confundir la bondad con tontera. No se trata de dejar que pasen las injusticias, pero sí se trata de educar con el ejemplo, no reaccionar a la incoherencia de sus actos y cargarnos de paciencia y compasión pues son personas que sufren tanto, están tan equivocadas, confundidas y vacías en su interior, que sin saberlo, hasta respirar les ha de doler.

A gente en tal agonía e ignorancia, no se le puede odiar, no se le puede lastimar más, porque ya nada les queda en su corazón. Su entendimiento está tan turbio con ideas religiosas como un lodazal tras una gran tormenta, de tal manera que sus pensamientos, sus palabras y sus actos son erráticos, torpes y hasta destructivos. Es necesario dejarlos reposar en vez de hacerlos ebullir con una respuesta o reacción o análisis que no entenderán.

A un drogadicto no se le abordará con explicaciones científicas sobre los efectos químicos de la sustancia que lo está matando, no entenderá. A un fanático no se le ayudará discutiendo sobre lógica, razón, amor, porque no entenderá.

Están bajo la influencia, son inalcanzables, inaccesibles, irracionales, muy enfermos y muy peligrosos, sobre todo cuando se exponen a altas dosis de dogma, largas horas de misas, letanías, prédicas y sobredosis de lavados cerebrales.

No sé cómo ayudarles, más que respetando sus ideas siempre y cuando no se metan en mi vida, ni lastimen a los demás por no cumplir con leyes inventadas que sólo a ellos les atañe y por voluntad propia, les rige y afecta.

Finalmente quiero compartir las palabras de una persona que lo supo poner mejor que yo:

Siempre he creído que los que se pelean con Dios por alguna decepción, algún día volverán a él, aunque sea en otra religión. En cambio quienes dejamos la religión pacíficamente, por medio de la razón, no tenemos punto de retorno porque ya encontramos el paraíso.

En mi caso es una biblioteca donde no existen pecados originales ni culpas eternas, tan solo actos con consecuencias y responsabilidades. Donde la meta no es un mundo libre de problemas y felicidad permanente, sino tan solo un mundo real y tangible, ni bueno ni malo y una mente lúcida y racional para adaptar el mundo a nuestras necesidades.

Pero coincido con el pasaje Juan 8:32, y en esto no andaba tan errado.

“Conoceréis la verdad y la verdad os hará libres”.

Juan Carlos Bujanda Benitez

¡SALUD!




martes, 12 de enero de 2010

EN POCAS PALABRAS...


A veces pienso que no se puede ser dos opuestos al mismo tiempo. Algunas dicen que se puede, yo lo dudo. Sin decirlo y sin mostrarlo, lo sienten, lo resienten y les duele. No se puede vivir en paz, creo, llevando una doble vida, creyendo precisamente en aquello que más les amenaza, persigue y condena.
Pero sólo paso mi mirada por el mundo actual y me recuerdo: ahora, todo es posible. Ahora casi nada me extraña. Sólo a veces, me entristece.

lunes, 11 de enero de 2010

EN VÍA DE EXTINCIÓN...


¿Qué tienen en común la maternidad responsable, el secularismo, el lesbianismo y el proceso de extinción?

Pues bastante. Más de lo que una se imaginaría. Pero, ¿por qué?

Una lesbiana atea, que desea ser madre responsable, no lo puede lograr a menos que tenga a una hija(o) mascota.
Suena interesante, ¿verdad?

Pero desglosando un poco la proposición anterior, inicio con el concepto en el que sin limitantes intelectuales ni emocionales impuestas por credos del tipo que sea, el ser mujer no tiene nada que ver con la idea común de la procreación como una responsabilidad divina.

Además, en muchos casos, las lesbianas nunca tuvimos ni la más remota intención de quedar embarazadas, siendo más que irrelevante si fuera vía pene o inseminación artificial. Además, en todo caso, el pene sería percibido como un utensilio para sexo, no para engendrar.

El cariño y gusto de verter sobre un ser viviente nuestra atención y cuidados, podría llamarse instinto materno o bien, amor por los demás. Y el tener mascotas y tratarles como si fuesen nuestros vástagos, pues es casi como un adjetivo o característica lésbica más.

Existe la opción de adoptar un ser humano, pero suele ser mucho más complicado y arriesgado, costoso y limitado para lesbianas como yo. Y no es por nada, pero a mis 40´s, como que es hora de simplificarse la vida, sobre todo si una optó por hacer carrera y ya es hora de relajarse un poco y descansar.

Finalmente paso al detalle del proceso o vía de extinción. Para que nuestro código genético y sus características perduren a través de los tiempos, necesitamos pasárselos a seres humanos fecundados con nuestros óvulos. De los cuales heredarán 23 cromosomas, incluyendo la X que es parte del cromosoma sexual y que además es la X que permite la vida.

Entonces si armamos el rompecabezas, ya empieza a cobrar sentido y algo de orden.
Como lesbiana que nunca consideró ni a la fecha el quedar embarazada, o sea que tomó la decisión de no procrear, es imposible que herede sus cromosomas, a menos que sus óvulos sean usados como donantes en fertilización in vitro.

Si como atea, las directrices religiosas no tienen la más mínima importancia en la vida diaria, mucho menos la cantidad de reglas, castigos, limitantes y ataques a mujeres, típicos de cualquier credo, la maternidad limitada a la procreación es simplemente ridícula y en extremo pobre, en cuanto al sentido común.
Como persona que desea compartir todo ese amor y cariño que lleva dentro, aparte de las personas con quienes se relaciona, el tener una mascota es la mejor opción. Y como tal, no heredará nuestros genes, además que con mucha frecuencia les operamos para que no se reproduzcan en forma irresponsable.

Entonces, al morir, no habrá seres que como yo, prefieran tener de pareja a otra mujer, o sea, de su mismo sexo, que no se dejen manipular por creencias religiosas, que no quieran procrear y que decidan por sí mismas a quién o qué le darán cariño y cuidados, cuándo y cómo lo deseen, o sea, una maternidad responsable, con una mascota.

Buenas noticias para las masas, pues pronto nos extinguiremos y desapareceremos.
Afortunadamente, no estaremos para ver cómo un planeta y toda una humanidad se aniquila, pues ya seremos solamente, historia.

Acerca de mí

Mi foto
Guatemala
Buscando respuestas, busco opciones, busco opiniones, busco saber y aprender.Simplemente, no cumplo con ninguna regla, espectativa, predicciòn o definiciòn.

CREO...QUE...


"La búsqueda de dios es una ocupación inútil, pues no hay nada que buscar donde nada existe. A los dioses no se les busca, se les crea..." Maximo Gorki

UNA DE TANTAS CONCLUSIONES...

"Cuando practicamos Zen, vemos que el dolor no es malo. Simplemente es dolor. Si nos pasamos la vida huyendo de momentos dolorosos, le cerramos la puerta a muchas cosas que de lo que la vida nos trae, tanto el dolor como la alegría. No podemos llorar cuando estamos tristes, ni podemos reir cuando estamos felices. Cuando evitamos el dolor y peleamos para no sentirlo, el dolor se convierte en sufrimiento.
Hay una enorme diferencia entre dolor y sufrimiento. El dolor con frecuencia no puede ser evitado, pero el sufrimiento si. Al aprender las diferencias entre ambos, muchos temores desaparecen."
Brenda Shoshanna.

"Gender, along with race, class, ethnicity, and age, is one of the most profound social status determinants in our society--
Gender is just not what I care about or even really notice in a sexual partner--I judge each person as an individual--I have categories, but gender isn´t one of them. I´m erotically attracted to intelligent people, to people with a kind of sleazy, sexy come-on, to eccentrics."
Jane Litwoman


“Nuestro temor a lo que sea que lo cause, se origina de nuestra ignorancia y se manifiesta a través de nuestras inseguridades. Reaccionamos con fobias, rechazo y ataque, según nosotros para defendernos de los fantasmas de nuestra mente...cuando estos temores son tan sólo engaños y nos volvemos sus indefensos esclavos.”


CABALASISOY

PERSONA SUPER ESPECIALES

Lecturas recomendadas

  • A Concise History of Euthanasia: Life, Death, God and Medicine by Ian Dowbiggin
  • A Forest of Kings by Friedel, Schele
  • A Short History of guatemala by Ralph Lee
  • All Women are Healers by Diane Stein
  • Bi Any other Name edited by L. Hutchins and L. Kaahumanu
  • Blood and Guts by Richard Hollingham
  • Body Work: A V.I. Warshawski Novel by Sara Paretsky
  • Brother Iron, Sister Steel: A Bodybuilder's Book by Dave Draper
  • Chronicle of the Maya Kings and Queens by Martin, Grube
  • Cure by Robin Cook
  • Dying with Confidence by Anyen Rinpoche
  • Fearless by Brenda Shoshanna ,PhD
  • Happiness is an Inside Job
  • History of Medicine by Jacalyn Duffin
  • How to be Sick by Toni Bernhard
  • Human Remains by Helen MacDonald
  • Ice Cold by Tess Gerritsen
  • If the Buddha Dated by Charlotte Kasl
  • If the Buddha Got Stuck by charlotte Kasl Ph. D.
  • In the Land of Invisible Women by Qanta A. Ahmed, MD
  • It`s Easier Than You Think by Sylvia Boorstein
  • Joe Weider's Ultimate Bodybuilding Joe Weider's Ultimate Bodybuilding by Joe Weider, Bill Reynolds
  • Kate Daniels Series by Ilona Andrews
  • Lesbian Couples by Merilee Clunis, PhD; Dorsey Green, PhD.
  • Medical Firsts by Robert E. Adler
  • Medicine Women by Elisabeth Brooke
  • Medicine Women, Curanderas and Women Doctors by Perrone, et al.
  • Mercy Thompson, Series by Patricia Briggs
  • One year to a Life of Writing by Susan M: Tiberghien
  • Pay Attention by Sylvia Boorstein
  • Pioneer Doctor by Mari Grana
  • Practicing Peace in Times of War by Pema Chodron
  • Sastun by Rosita Arvigo, et al.
  • Stiff by Mary Roach
  • That`s Funny by Sylvia Boorstein
  • The Code of Kings by Linda Schele, et al
  • The Disappearing Spoon by Sam Kean
  • The Excellent Dr. Blackwell by Julia Boyd
  • The Girl Who Played with Fire by Stieg Larsson
  • The Girl with the Dragon Tattoo by Stieg Larsson
  • The Gost Map by Steven Johnson
  • The Knive Man by Wendy Moore
  • The Middle Ages by Morris Bishop
  • The Mists of Avalon by Marion Zimmer B.
  • The Plague Tales by Ann Benson
  • The Scalpel and the Silver Bear by Alvord, Cohen
  • The Woman in the Shaman`s Body by B. Tedlock
  • Virals by Kathy Reichs
  • Western Medicine by Irvine Loundon
  • Witches, Midwives and Nurses by Ehrenreich and English
  • Woman as Healer by Jeanne Achtberg
  • Woman Who Glows in the Dark by Elena Avila, et al.
  • Women Healers by Elisabeth Brooke
  • Women Physicians and the Culture of Medicine by More et al
  • Writing Down the Bones by Natalie Goldberg
  • Zen Miracles by Brenda Shoshanna Ph. D.