jueves, 21 de enero de 2010

¿DAÑO U OFENSA, ACASO NO HAY HARTA DIFERENCIA?



Daño y ofensa, no son lo mismo, tampoco se pueden usar como sinónimos y si no podemos diferenciar entre éstas, estamos en problemas. ¿Por qué?

Pues porque no tiene sentido hacerse la vida a cuadros y es un evento que depende enteramente del individuo y su percepción muy particular.


La ofensa de un comentario homofóbico no es el daño de una agresión por homofobia. Y es una la que decide si nos ofende o no, o qué tanto, si nos llaman lesbianas. Al fin y al cabo, eso somos en cuanto a nuestra orientación y preferencia sexual, entonces la palabra en sí no tiene la capacidad de ofender, más cómo la tomemos sí da el poder de que sea ofensiva si nos causa malestar ser llamadas así.


Si me dicen lesbiana, si me dicen puta, si me dicen vieja, gorda y fea, pues la pura verdad, me pela.

Y es que la palabra lesbiana me causa bienestar, lo de puta puede ser hasta un cumplido aunque no real, lo de vieja…los caminos, lo de gorda…llenita y con algo qué ofrecer para agarrar, lo de fea…no lo creo, fuera máscaras, modestia aparte y poca humildad, pero no.


La ofensa es una actitud bien pura lata de usar para enfrentar nuestro entorno. Si ofensas hay desde una mirada, un ademán, un comentario o hasta de ser ignorada. Y generalmente viene de gente que nada que ver, porque o son maleducados y tontos, o son exactamente lo que hacen, inseguros, vacíos, meros mulas y pretenciosos egoístas, pero solo.


Entonces como que no vale la pena tomarles en serio, si un bolo me grita desde una esquina que soy una marimacha, me doblo de la risa o lo ignoro. Ofensa no tomada.


Si una mujer desconocida me mira con cara de susto y cuchichea a mis espaldas porque voy de la mano o besé a mi esposa en público, es como una piedra o escupida más en el camino, sobre todo en este país donde la mara escupe más que un tuberculoso en sus últimos días, pero en fin, idiosincrasia, le dicen. Ofensa no tomada.


El otro lado de la moneda es que otros se sientan ofendidos por mis actitudes, sin que el ofenderles sea para nada mi intención. Es ridículo que el expresarme como soy pueda constituir una ofensa para alguien, pero puede pasar. Este ejemplo explica claramente lo irreal de ofender y ser ofendido, pues depende de nuevo, principalmente del receptor. De ahí que degenere en daño con violencia, en el peor de los casos.


Recuerdo un sábado que fui a pasear una tarde al parque de la Antigua Guatemala, según yo a ver turistas, tomar un buen té chai y disfrutar de la tarde veraniega, cuando para mi exasperación, un fulanito decide iniciar su cuota de prédica evangélica a todo pulmón y, pues eso sí acepto lo tomé como una ofensa, una falta de respeto a mi persona, a mi intelecto, a mi humanidad. Y me veo ahora con otros lentes de vida, pues de ninguna forma me ofendió, fui yo la que se descompensó ante tanta verborrea sin ton ni son.

El pobrecito de plano que ni sabía, o ni entendía lo que gritaba con tanto fervor y determinación, y yo pude haber tenido más compasión y cambiarme de lugar, alejarme y a la vez, dejarlo en paz. No hice nada malo, pero me molestó intensamente a tal grado que arruinó mi tarde, cuando la única responsable de ello fui yo. No me agredió, lastimó o hirió físicamente, no me hizo daño alguno.


Pero la mente trabaja de una forma extraña, más cuando hay prejuicios o trabes personales involucrados. Una ofensa puede desencadenar una respuesta que dañe, tanto de parte del ofendido atacando a su supuesto agresor, o del ofensor contra atacando y defendiéndose del atacante. Una mala mirada o una simple diferencia de opinión pueden terminar en un daño tal que hasta pueda causar la muerte.


La ofensa se codea con lo políticamente correcto, de tal grado que decirle a un diputado del congreso actual, que es un holgazán y corrupto de primera puede ser tomado como una ofensa, haha, chistoso.


Decirle a un sacerdote o pastor o rabino o gurú de tantos a quienes se les conoce amantes y amoríos por doquier que es puto, hipócrita y mantenido puede ser tomado como una ofensa, haha, más chistoso.


Decirle al presidente Colóm que ya sufí y deje de avalar tanta mediocridad y malversación de fondos en el gobierno de Guatemala, que haga su trabajo que por cierto es pagado por nosotros los contribuyentes y harta obligación de dar y rendir cuentas tiene, puede ser tomado como una ofensa, hahaha, absurdamente chistoso.
Cuando lo que hacen es vedaderamente dañino, acabar con un país tan bello pero tan pendejo. Lleno de parásitos en el gobierno.


Pero esas ofensas y esos ofendidos con su mala sangre bien que pueden halar pitas por ahí y por allá y de repente me desaparezco o me convierten en coladera, por rebelde, agresiva y desestabilizadora. Eso sí que es un daño y sin siquiera quitarles unos minutos de sueño.


El ofendido no sólo mantiene una actitud cerrada de víctima, sino que se considera con el derecho de juez e inquisidor. Momento, hay que reflexionar y preguntarnos si por casualidad somos sensibles y susceptibles a tal grado que respondamos con daño a ofensas que abollen nuestro ego y ya mal habida, mal tratada y mal ubicada autoestima.


La crítica puede a veces ofender, pero si se apartan las telarañas del ego, también pueden muchas veces ayudar y no dañar.


La solución es fácil pero depende del número de neuronas, y a seguir consejos como el referido en el refrán: “a palabras necias, oídos sordos”. Y algún día, todos en paz. (hahaha, ya mucho chiste).


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Acerca de mí

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Guatemala
Buscando respuestas, busco opciones, busco opiniones, busco saber y aprender.Simplemente, no cumplo con ninguna regla, espectativa, predicciòn o definiciòn.

CREO...QUE...


"La búsqueda de dios es una ocupación inútil, pues no hay nada que buscar donde nada existe. A los dioses no se les busca, se les crea..." Maximo Gorki

UNA DE TANTAS CONCLUSIONES...

"Cuando practicamos Zen, vemos que el dolor no es malo. Simplemente es dolor. Si nos pasamos la vida huyendo de momentos dolorosos, le cerramos la puerta a muchas cosas que de lo que la vida nos trae, tanto el dolor como la alegría. No podemos llorar cuando estamos tristes, ni podemos reir cuando estamos felices. Cuando evitamos el dolor y peleamos para no sentirlo, el dolor se convierte en sufrimiento.
Hay una enorme diferencia entre dolor y sufrimiento. El dolor con frecuencia no puede ser evitado, pero el sufrimiento si. Al aprender las diferencias entre ambos, muchos temores desaparecen."
Brenda Shoshanna.

"Gender, along with race, class, ethnicity, and age, is one of the most profound social status determinants in our society--
Gender is just not what I care about or even really notice in a sexual partner--I judge each person as an individual--I have categories, but gender isn´t one of them. I´m erotically attracted to intelligent people, to people with a kind of sleazy, sexy come-on, to eccentrics."
Jane Litwoman


“Nuestro temor a lo que sea que lo cause, se origina de nuestra ignorancia y se manifiesta a través de nuestras inseguridades. Reaccionamos con fobias, rechazo y ataque, según nosotros para defendernos de los fantasmas de nuestra mente...cuando estos temores son tan sólo engaños y nos volvemos sus indefensos esclavos.”


CABALASISOY

PERSONA SUPER ESPECIALES

Lecturas recomendadas

  • A Concise History of Euthanasia: Life, Death, God and Medicine by Ian Dowbiggin
  • A Forest of Kings by Friedel, Schele
  • A Short History of guatemala by Ralph Lee
  • All Women are Healers by Diane Stein
  • Bi Any other Name edited by L. Hutchins and L. Kaahumanu
  • Blood and Guts by Richard Hollingham
  • Body Work: A V.I. Warshawski Novel by Sara Paretsky
  • Brother Iron, Sister Steel: A Bodybuilder's Book by Dave Draper
  • Chronicle of the Maya Kings and Queens by Martin, Grube
  • Cure by Robin Cook
  • Dying with Confidence by Anyen Rinpoche
  • Fearless by Brenda Shoshanna ,PhD
  • Happiness is an Inside Job
  • History of Medicine by Jacalyn Duffin
  • How to be Sick by Toni Bernhard
  • Human Remains by Helen MacDonald
  • Ice Cold by Tess Gerritsen
  • If the Buddha Dated by Charlotte Kasl
  • If the Buddha Got Stuck by charlotte Kasl Ph. D.
  • In the Land of Invisible Women by Qanta A. Ahmed, MD
  • It`s Easier Than You Think by Sylvia Boorstein
  • Joe Weider's Ultimate Bodybuilding Joe Weider's Ultimate Bodybuilding by Joe Weider, Bill Reynolds
  • Kate Daniels Series by Ilona Andrews
  • Lesbian Couples by Merilee Clunis, PhD; Dorsey Green, PhD.
  • Medical Firsts by Robert E. Adler
  • Medicine Women by Elisabeth Brooke
  • Medicine Women, Curanderas and Women Doctors by Perrone, et al.
  • Mercy Thompson, Series by Patricia Briggs
  • One year to a Life of Writing by Susan M: Tiberghien
  • Pay Attention by Sylvia Boorstein
  • Pioneer Doctor by Mari Grana
  • Practicing Peace in Times of War by Pema Chodron
  • Sastun by Rosita Arvigo, et al.
  • Stiff by Mary Roach
  • That`s Funny by Sylvia Boorstein
  • The Code of Kings by Linda Schele, et al
  • The Disappearing Spoon by Sam Kean
  • The Excellent Dr. Blackwell by Julia Boyd
  • The Girl Who Played with Fire by Stieg Larsson
  • The Girl with the Dragon Tattoo by Stieg Larsson
  • The Gost Map by Steven Johnson
  • The Knive Man by Wendy Moore
  • The Middle Ages by Morris Bishop
  • The Mists of Avalon by Marion Zimmer B.
  • The Plague Tales by Ann Benson
  • The Scalpel and the Silver Bear by Alvord, Cohen
  • The Woman in the Shaman`s Body by B. Tedlock
  • Virals by Kathy Reichs
  • Western Medicine by Irvine Loundon
  • Witches, Midwives and Nurses by Ehrenreich and English
  • Woman as Healer by Jeanne Achtberg
  • Woman Who Glows in the Dark by Elena Avila, et al.
  • Women Healers by Elisabeth Brooke
  • Women Physicians and the Culture of Medicine by More et al
  • Writing Down the Bones by Natalie Goldberg
  • Zen Miracles by Brenda Shoshanna Ph. D.