miércoles, 5 de agosto de 2009

¡Querés ser mi amiga lesbiana?


Era una tarde noche entre semana, fuimos mis esposa y yo a comprar un pastelito de última hora para nuestra tía por su cumpleaños. Decidimos ir a la panadería San Martín de Majadas y afortunadamente encontramos buen parqueo.
Tras escoger un pastelito bien coqueto de chocolate, nos paramos en fila para pagar en una de las cajas. Al lado, estaban dos mujeres de más o menos entre 45 y 50 años y una mayor de cómo 70, calculando.
No hubo necesidad de diccionario, ni de letrero, ni de luces artificiales para darnos cuenta de que eran dos lesbianas con una familiar de edad, refaccionando tranquilamente. Yo sentí una gran emoción, una gran curiosidad, un magnetismo podría decir.

Pues entonces, aquí viene la situación a discutir. Ni mi esposa ni yo nos animamos a verlas o ponernos enfrente, menos a hablarles. Y aunque la lógica podría decir: “¿De qué cuenta le van a preguntar a una en público y siendo una completa extraña, si se es lesbiana? ¡Por favor!, ¿está acaso loca o qué diablos se cree? ¿Y de qué cuentas asumió que era lesbiana?, ¡que barbaridad! Porque hay mujeres hétero que parecen más lesbiana que yo elevada al cuadrado o hay lesbianas que parecen súper lesbianas y lo niegan hasta la muerte, si no es que no nos intentan destruir en ese m ismo momento.

Pero la verdad, en mi caso, me dieron unas ganas terribles de acercarme, hablarles, no sé…pedirles un teléfono y ver si podríamos juntarnos en otra ocasión para entablar una conversación y ver si pasaba a una amistad. Fue como estar a dos pasos de persona que entiendes, les tienes cariño, les admiras, te identificas, necesitas hacer contacto, se da una cuenta de lo solas que estamos, en general. De lo mucho que nos necesitamos para alimentarnos emocional y socialmente.

Se miraban como una pareja ya estable, maduras, educadas, que aman a los familiares ancianitos, en fin, presentables, daban ganas de conocerles. Pero no hice nada, sólo les volteé a ver una última vez con una gran sonrisa, por si acaso, después de pagar y como no me vieron, nos fuimos. Nunca las volví a ver. Y eso que Guatemala no es una ciudad tan grande, pero pueden pasar a veces años antes de volver a ver a un familiar, imagino que décadas antes de volver a ver a una lesbiana.

He caminado por centros comerciales y veo a varias lesbianas…¿por qué lo sé…que son lesbianas? Pues porque se les nota a leguas, porque es obvio y porque intercambiamos esa mirada tan peculiar de “Ni se te ocurra, soy lesbiana, pero ni te acerques”. OK, yo no muy que la hago, mejor pongo mi mirada de “¡somos familia!” y que mi esposa tanto cuestiona porque le agrega una connotación de picardía o flirteo…lo cual, es y no es, pero no es el punto…¿o si?
De esto se desglosa la diferencia en “lenguaje corporal” con nuestros familiares Gays. Los hombres son unos artistas en esto y además el beneficio es que socializan más y mejor, no son cavernícolas inseguros y encerrados como muchas, muchas, muchas lesbianas. Y no es que sean mojigatas, sino que la mayoría anda dis que en el closet o no saben qué hacer, frente a otra mujer que como ellas es lesbiana.

Entonces, si las conocemos, las saludamos y somos amables o nos hacemos las locas si nos caen mal. Si no las conocemos pueden pasar varias cosas. Una es que les volteemos la cara porque nos vieron feo. Otra es que sonriamos o hasta nos pasemos de galantes y no apartemos la mirada, lo cual no siempre sale bien. Y otra es que aparentemos que no vimos a nadie ni nada, para evitar problemas con la pareja.
Entonces, no conocemos gente nueva, o sea, LESBIANAS, en lugares públicos. No hablamos ni entablamos contacto con lesbianas en el cine, el teatro, el supermercado, la boutique de ropa, el restaurante italiano de moda, el parque de Antigua, ni siquiera en los bares de mala muerte que hay por ahí. Pero si nisiquiera en la marcha de orgullo y dignidad LGBT pudimos cruzar palabras entre varias lasbianas que participamos por no “conocernos”.

No nos hablamos y menos nos miramos hasta que por causas a veces inexplicables nos presentan o coincidimos con alguna amistad en común que desconocíamos, y ya entablamos comunicación. Tan extraño y tan infantil.
¿Por qué las lesbianas somos tan ariscas? ¿Tan desconfiadas? Y ¿por qué en las relaciones se hace más difícil el socializar? ¿Habrá un patrón escondido? ¿Habrá una causa subyacente de importancia monumental?

Mi teoría entre otras es que evitamos y mantenemos distancia por miedo… desconfianza…inseguridad…:
- Y que, “se tiene la tonta idea que mujer lesbiana que se acerca a mujer lesbiana es porque quiere irse a la cama”. Cuando al final, perdemos oportunidades de conocer y hacer grandes amistades.
- Y que, “al estar ya en una relación, no se necesita y no es aconsejable socializar, porque pueden meterse y arruinar la relación”.
- Y que, “si me ven con lesbianas, no hay pierde que se sabrá que soy una de ellas y no me puedo arriesgar”.

Y al final, tener amigas lesbianas es genial, sobre todo como las mías y espero, como las que espero tener en el futuro. ¡Porque una amistad vale la pena siempre!

1 comentario:

Potterisima dijo...

Apoyo a Cabala, en cuanto a las amistades entre lesbianas, a nosotras en lo particular nos gustaría ampliar nuestro círculo de amistades. Pero es lo que dices, una no se atreve a hablar, ya sea porque la otra parte no dá por donde, o se hacen las locas. En nuestro caso, mi pareja me invitaba a varias reuniones con otra pareja de lesbianas que ya llevan diez años (o más no recuerdo) juntas, pero la verdad es que no me sentía a gusto, primero porque no sentía el click con varias de ellas, y solo se dedicaban a hablar mal de las lesbianas parejas que conocían, o burlarse de si la pareja de aquella o ésta; y se dedicaban como si fuera el tema de la tarde, a chismosear todo lo que otras parejas les habían compartido, cuando llegaban a sus casas, y cosas íntimas. Al punto que le dije a mi pareja que prefería que nos mantuvierámos al margen, ya que nos gusta que las personas que conocemos, nos aporten cosas buenas, las reuniones sean interesantes, ya sea de trabajo, estudios, lo que sea pero "sanamente". Y al decir sanamente no me refiero evitar el tomar algo o fumar, bailar etc., sino mantener el respeto y la discreción que todas merecemos, al momento de compartir, salir, y platicar con nuestras amigas vivencias, experiencias etc., y que en estos casos por ejemplo, se hacían públicas y de la peor manera. Porque como les digo, en estas reuniones, hablaban de pareja pero burlándose y ridiculizando a la otra, haciendo bromas de mal gusto. En fin para mi no fue agradable experiencia el compartir, como digo no generalizo que todas sean asi, pero al menos con ese grupo no me sentía cómoda; y optamos por alejarnos y salir con mas amigas y amigos heteros, una que otra lesbiana conocida. En fin, no sé si me juzguen o no pero creo que es muy díficil encontrar lesbianas que tengan tema de conversación y no sean solo criticar a las demás.

Acerca de mí

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Guatemala
Buscando respuestas, busco opciones, busco opiniones, busco saber y aprender.Simplemente, no cumplo con ninguna regla, espectativa, predicciòn o definiciòn.

CREO...QUE...


"La búsqueda de dios es una ocupación inútil, pues no hay nada que buscar donde nada existe. A los dioses no se les busca, se les crea..." Maximo Gorki

UNA DE TANTAS CONCLUSIONES...

"Cuando practicamos Zen, vemos que el dolor no es malo. Simplemente es dolor. Si nos pasamos la vida huyendo de momentos dolorosos, le cerramos la puerta a muchas cosas que de lo que la vida nos trae, tanto el dolor como la alegría. No podemos llorar cuando estamos tristes, ni podemos reir cuando estamos felices. Cuando evitamos el dolor y peleamos para no sentirlo, el dolor se convierte en sufrimiento.
Hay una enorme diferencia entre dolor y sufrimiento. El dolor con frecuencia no puede ser evitado, pero el sufrimiento si. Al aprender las diferencias entre ambos, muchos temores desaparecen."
Brenda Shoshanna.

"Gender, along with race, class, ethnicity, and age, is one of the most profound social status determinants in our society--
Gender is just not what I care about or even really notice in a sexual partner--I judge each person as an individual--I have categories, but gender isn´t one of them. I´m erotically attracted to intelligent people, to people with a kind of sleazy, sexy come-on, to eccentrics."
Jane Litwoman


“Nuestro temor a lo que sea que lo cause, se origina de nuestra ignorancia y se manifiesta a través de nuestras inseguridades. Reaccionamos con fobias, rechazo y ataque, según nosotros para defendernos de los fantasmas de nuestra mente...cuando estos temores son tan sólo engaños y nos volvemos sus indefensos esclavos.”


CABALASISOY

PERSONA SUPER ESPECIALES

Lecturas recomendadas

  • A Concise History of Euthanasia: Life, Death, God and Medicine by Ian Dowbiggin
  • A Forest of Kings by Friedel, Schele
  • A Short History of guatemala by Ralph Lee
  • All Women are Healers by Diane Stein
  • Bi Any other Name edited by L. Hutchins and L. Kaahumanu
  • Blood and Guts by Richard Hollingham
  • Body Work: A V.I. Warshawski Novel by Sara Paretsky
  • Brother Iron, Sister Steel: A Bodybuilder's Book by Dave Draper
  • Chronicle of the Maya Kings and Queens by Martin, Grube
  • Cure by Robin Cook
  • Dying with Confidence by Anyen Rinpoche
  • Fearless by Brenda Shoshanna ,PhD
  • Happiness is an Inside Job
  • History of Medicine by Jacalyn Duffin
  • How to be Sick by Toni Bernhard
  • Human Remains by Helen MacDonald
  • Ice Cold by Tess Gerritsen
  • If the Buddha Dated by Charlotte Kasl
  • If the Buddha Got Stuck by charlotte Kasl Ph. D.
  • In the Land of Invisible Women by Qanta A. Ahmed, MD
  • It`s Easier Than You Think by Sylvia Boorstein
  • Joe Weider's Ultimate Bodybuilding Joe Weider's Ultimate Bodybuilding by Joe Weider, Bill Reynolds
  • Kate Daniels Series by Ilona Andrews
  • Lesbian Couples by Merilee Clunis, PhD; Dorsey Green, PhD.
  • Medical Firsts by Robert E. Adler
  • Medicine Women by Elisabeth Brooke
  • Medicine Women, Curanderas and Women Doctors by Perrone, et al.
  • Mercy Thompson, Series by Patricia Briggs
  • One year to a Life of Writing by Susan M: Tiberghien
  • Pay Attention by Sylvia Boorstein
  • Pioneer Doctor by Mari Grana
  • Practicing Peace in Times of War by Pema Chodron
  • Sastun by Rosita Arvigo, et al.
  • Stiff by Mary Roach
  • That`s Funny by Sylvia Boorstein
  • The Code of Kings by Linda Schele, et al
  • The Disappearing Spoon by Sam Kean
  • The Excellent Dr. Blackwell by Julia Boyd
  • The Girl Who Played with Fire by Stieg Larsson
  • The Girl with the Dragon Tattoo by Stieg Larsson
  • The Gost Map by Steven Johnson
  • The Knive Man by Wendy Moore
  • The Middle Ages by Morris Bishop
  • The Mists of Avalon by Marion Zimmer B.
  • The Plague Tales by Ann Benson
  • The Scalpel and the Silver Bear by Alvord, Cohen
  • The Woman in the Shaman`s Body by B. Tedlock
  • Virals by Kathy Reichs
  • Western Medicine by Irvine Loundon
  • Witches, Midwives and Nurses by Ehrenreich and English
  • Woman as Healer by Jeanne Achtberg
  • Woman Who Glows in the Dark by Elena Avila, et al.
  • Women Healers by Elisabeth Brooke
  • Women Physicians and the Culture of Medicine by More et al
  • Writing Down the Bones by Natalie Goldberg
  • Zen Miracles by Brenda Shoshanna Ph. D.