Con TODO mi respeto y admiración, me permito publicar las palabras de una mujer guatemalteca que se expresa con soltura y dignidad en una sociedad limitante y agobiante. Sus palabras inspiran, ilustran y enaltecen la identidad femenina, su fuerza y determinación, como una mujer indígena. Gracias por ilustrarme, educarme y enseñarme el camino de la libre expresión y de la libre acción.
YO ESCOJO LA VIDA Y LA LIBERTAD
Cuando aborté a la iglesia como institución, perdí el miedo y la vergüenza y desde entonces aprendí a gozar y amar.
YO ESCOJO LA VIDA Y LA LIBERTAD
Cuando aborté a la iglesia como institución, perdí el miedo y la vergüenza y desde entonces aprendí a gozar y amar.
Abortar a la iglesia como institución significó, para mí, recobrar la vida, la libertad y el poder. Separarme de la iglesia me enseñó que el amor y la sexualidad son dos caminos que pueden estar interrelacionados y no atados para el matrimonio. La castidad no es para mí, me niego a disciplinar mis sentimientos, pasiones y afectos. No quiero y no puedo reprimir mi cuerpo porque persigo las relaciones humanas y las relaciones de los cuerpos.
Hace mucho tiempo me hicieron creer que era pecadora, ahora confieso que no soy PECADORA y como ya no tengo candados en mis bocas comunico al mundo que soy una mujer maya kaqchikel que ama la vida, la diversidad, la libertad y la justicia. Y cuando de sexualidad se trata, abogo por relaciones placenteras, la masturbación, el erotismo y el respeto.
Ahora descubro y gozo de espacios indígenas como el TUJ (temascal), un regalo de mis ancestras, donde puedo apreciar los cuerpos, los olores y la desnudez. También el q´ejelonik, donde se tejen relaciones sociales de afecto y amistad entre familias. Un espacio donde mujeres adultas, casadas y no conservadoras, hablan sobre temas íntimos. De ellas he aprendido a soltar la risa y convocar la alegría para hablar sobre el erotismo y la sexualidad. Con ellas he aprendido a hablar de la indecencia, entre metáforas y bromas.
De la cosmovisión indígena reivindico la visión holística del cuerpo, aunque hoy la mayoría de familias mayas siguen negándose a hablar sobre los deseos del cuerpo, el aborto y la homosexualidad. Esta prohibición ¿no es acaso un efecto de la imposición judeocristiana? ¿En qué nos beneficia reproducir una cultura de miedo sobre la sexualidad y el erotismo?
Si la iglesia impuso a las y los indígenas, un modelo occidental y patriarcal de comportamiento sexual para legitimar la explotación y la subordinación, yo he decidido reflexionar y desafiar este modelo de poder que reprime y condiciona nuestro ser. Yo quiero, gozar y ser amada. Yo quiero, una vida digna para nosotras…las mujeres mayas.
Emma Delfina Chirix García
maya kaqchikel
2 comentarios:
Este post, me ha dejado sin palabras..... esta mujer, merece mucho mas que mis aplausos,,, es digna de toda mi admiración,,,, ojalá y cada una de nosotras tomemos su ejemplo y podamos ser libresss, sin caer en libertinaje por supuesto..
Deliriodelunallena
Que mujer!!! mis mas sinceros aplausos para su forma de actuar y de pensar. Es un verdadero ejemplo de lucha y yo la exorto a seguir adelante!
Publicar un comentario