Se dice mucho que las lesbianas somos grandotas, fuertotas, machonas, rudas, y hasta peligrosas. No me imagino en qué tipo de droga estaba quien(es) iniciaron estas bolas, pero es raro ver mujeres grandes y fuertes...en Guate.
Quiero aclarar bien la combinación de grande y fuerte, pues lo que sí hay mucho son chicas grandes, pero por sedentarismo.
Llevo años de ir a varios gimnasios y nunca me he topado con mujeres fuertes, musculosas y que lo demuestren con naturalidad y gusto.
Por qué será, que no hay?
No me refiero a las chicas físicoculturistas, que si bien tienen sus músculos definidos, son...delgaditas, finitas, débiles o se hacen las débiles para que no se piense que puedan ser lesbianas. El físicoculturismo en mujeres es poco practicado, bien restringido a tipo de cuerpo, tamaño de musculos, poses de "mujer" y ejercicios de "mujer".
En mi humilde opinión, junté un grupito de razones para explicármelo.
- terror a lo masculino, visto en una mujer
- terror a que dé una confusión de orientación sexual
- segregamiento y discriminación en áreas deportivas, gimnasios, federaciones, clubes, etc
- crítica, calumnia
- no hay instructor@s
- verguenza de hacer ejercicio y peor si se trata de pesas
- poco peso es para mujeres, no más de 5lb, por favor!
- ignorancia sobre el propio cuerpo y sus potenciales
- estereotipos retrógrados y parámetros ridículos de las caractarísticas físicas de una mujer que hace ejercicio
- falta de recursos para alimentarse bien
- falta de educación para alimentarse bien
- falta de roles ejemplares para seguir
- falta de interes
- homofobia internalizada
- entre otros...
Sólo una vez pude ver por TV el campeonato de la "Mujer más fuerte del mundo", en cambio la contraparte de los hombres lo pasan hasta dos veces por semana. Pues este campeonato reune a las mujeres más fuertes del mundo y el título se ha peleado entre chicas de EEUU (2001 y 2002), Polonia(2003, 2005 y 2006) y Perú (2007). Me sorpredió esto último y aunque me he buscado por toda la web a esta chica y algo sobre su triunfo, no he encontrado nada.
Nos han lavado el cerebro de tal forma, que no sólo nos dictan cómo, pensar, comportarnos, hablar, sino que cómo vernos y que sea social y políticamente correcto.
De tal forma que ha podido más el ir con la corriente y hay mujeres con potenciales de fuerza física grandísimos y optan, porque al fin y al cabo, es decisión personal conciente o inconciente, el descuidarse y mostrar sobrepeso, que no implica que sean machonas y seguramente lesbianas, en vez de ser musculosas y fuertes y sí, muchas, lesbianas.
Las mujeres en general le huyen a las pesas y no porque no les guste, sino porque no se dan la oportunidad al estar mentalemnte limitadas por el qué dirán.
Rara vez he tenido al lado a una mujer haciendo pesas con ganas, sudando por el esfuerzo y hasta haciendo sonidos y carotas por el reto del peso escogido, que no sea mi Esposa. Ella no es grande en estatura, pero sí muy fuerte y eso la hace ver, grande en su marco corporal.
Pero aunque sola en esta arena, es extremadamente satisfactorio. Los chicos en el gimnasio,( el actual y los anteriores), al principio se paralizan, otras se enojan!?!?, y otras cuando ya se acostumbraron de verme, no problema.
Pero de que hay discriminación, la hay. Los entrenadores, porque casi sólo los hay hombres, no saben cómo ayudarme en levantamientos fuertes, o se hacen los locos, o lo hacen mal. Eso sí me afecta, porque lo que menos quiero es parar con una lesión. Por ello nos ayudamos con mi Esposa, ha sido a veces difícil y sé que la he puesto en tensión mental y física, pero así he logrado mejorar y ella también ha subido sus pesos y ahora que tiene más fuerza, está más segura cuidándome.
Mi gusto es verme y sentirme fuerte y grande. Por tiempo, dinero, alimentación y edad en parte, ya no pretendo que las pesas y el gimnasio sean mi vida, ni sobresalir en torneos de potencia, pero el crecer más, marcar más, son parte de mi plan para esta nuevo año.
El cuerpo es parte de la proyección de una al exterior. Si se está a gusto y se está orgullosa del tacuche temporal, se le cuida y mantiene, la autoestima se solidifica y nos hace mujeres más integrales. O sea fuertes de cuerpo, espíritu y mente.
Lo difícil en la vida es mantener un balance, que no descuide cada parte nuestra, sino que la enaltezca con cordura y en la medida justa. Afortunadamente, cada una somos tan únicas y especiales, que lograrlo es un arte personal.
Una persona libre y segura de sí misma puede hacer lo que quiera, dentro del respetuo mútuo y con ello lograr su beneficio y felicidad. Es nuestra obligación cuidarnos y valorarnos, siendo poco lo que logremos si es para mejorar.
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