Todos los finales como que conllevan un montón de cosas que hacer y otras que se dejan de hacer. Como en este fin 2007.
Se come más, se duerme más, se ejercita menos. Y en mi caso, se pasea un poco más, se agredece por lo bueno y por lo malo... pues deja a la larga mucho de bien, si se ve el lado positivo de todo.
El fin de año coincide con eventos en común con las demás, y otros que no han de ser tan comunes como lo fue nuestro primer año de casadas. Si en efecto el tiempo pasa sin piedad, pero no en balde.
Aunque suene cliché, no es lo mismo estar de novias que de esposas. Es entonces donde se da una cuenta que el hecho de hacer un compromiso de esta magnitud, no lo ampara ni favorece una claúsula legal o religiosa, es una cuestión puramente de dos mujeres adultas compartiendo una vida de pareja y hogar. Hubo buenos y malos momentos, crecimos mucho y aprendimos todavía más.
Se tomaron decisiones importantes, como poner un negocio juntas, invertir tiempo y dinero en un sueño en común.
Se compartió más con las amigas, y las personas allegadas a nosotras. Así como conocimos a nuevas amistades que esperamos enriquezcan más nuestra vida.
Se puso a prueba nuestra capacidad de diálogo y comunicación, de paciencia y de imaginación.
Se abrieron nuevas puertas que nos benefició a ambas y se cerraron las que por salud mental y emocional debieron cerrarse de una vez por todas y por siempre.
Se plantearon prioridades y estrategias en pareja para lograr superar la crisis económica que tanto afecta a Guatemala y cada habitante.
Y ya estamos planificando y preparándonos para nuevas aventuras, nuevos retos y nuevas sorpresas, que definitivamente amenizarán el próximo 2008.
Pero lo más importante fue que nos acoplamos más, las diferencias se achicaron y nos volvimos más humildes en carácter y eso es bueno.
Así como el 22 de diciembre pasado lo pasamos envuelto en grandes emociones y correderas, este lo pasamos tranquilas, las dos y el paisaje del altiplano.
Viajamos por casi 3 y media horas...pero no asi, menos mal...
Fuimos a Xela, o Quetzaltenango,
qué cuidad más grande o cómo ha crecido desde la última vez que fui. Tiene de todo, hasta un barcito gay, que aunque chiquito y sin clientela, nos dio mucho en qué pensar y planear, el tiempo que pasamos ahí...como 45minutos, más que suficiente.
Pero quiero compartir algo más de este viajecito. El domingo nos sorprendió ver en Colomba, un municipio de Xela, un letrero puesto en la pared de la municipalidad,
es más, fue una reacción aprendida de voltear y estar más que pendiente a todo lo que imvolucre los colores del arcoiris, pero ni con la bandera de Guate, ni una canción estamos tan listas para reconocer los detalles. En un lugar tan lejano, unos 220 kms de la Capital...más o menos, ya se está educando a la población...nos hizo el día más aún, hay esperanza, hay futuro, vale la pena!!!
El camino de regreso entre Coatepeque y Xela, pasando por Colomba es de recomendar, el paisaje es soberbio
aunque el camino físicamente está mal, pero se pasa con tanto qué ver y admirar. De verdad que nos sentimos como puras turistas, preguntando a cada poco si íbamos en la dirección correcta...y todos los que nos orientaron lo hicieron con muy buena disposición.
No puedo imaginar despertar un día y no ver montañas a mi alrededor.
Es tan parte de ser chapina, es tan maravilloso y para eso nada como el altiplano.
Guatemala es bella, realmente bella y bastante accesible al bolsillo para viajar y conocer, paseémos por Guate y dejemos más nuestros quetzalitos para los guatemaltecos, que conste que nada que ver con hacerle propaganda el Inguat, ok? Pero tampoco dejar de reconocer las bondades de esta tierra donde tantísima lesbiana hemos dejado tirado el ombligo.
Saliendo de Xela pasamos a Salcajá por el tan reconocido Rompopo...a ley que teníamos que tener aunque sea una botellita en estas fechas.
La carretera de regreso, por tierra fría,
pasando por Los Encuentros, Cuatro Caminos y llegando a Tecpán, está de pelos...pero paciencia que va a quedar de ensueño en unos varios años, creo, pero hay más tiempo que vida, verdad?
Algo curioso fue notar que a lo largo de toda la carretera, cual si de acuerdo...obvio, todos los niños saludaban al pasar vehículos...no lo había visto antes, pero fue bonito
Más cuál no fue nuestra buena fortuna de que por ir a vuelta de rueda y envueltas en una bien mantenida nube de polvo,
pudimos ver una increible erupción...que por fragmentos de segundos nos asustó, más de ahí no pasó.
Finalmente llegamos a casa, en Mixco, donde descansamos un ratito antes de ir a ver a las respectivas familias y recibir la Nochebuena con seres queridos y entendidos.
Somos muy, muy afortunadas de tener las familias lindas, dulces y civilizadas que tenemos, es excelente pasar de casa en casa y recibir abrazos, besos, palabras llenas de amor y sinceridad, ponchito caliente, dulces, tamales, pierna, pavo...ni digo pues, si de comer se trata, no hemos parado!!!
El 25 nos dedicamos a hacer nuestro almuerzo de tradición, donde nos reunimos un grupo de lesbianas a pasarla bien, comer bien y beber bien. Para muestra un botón de nuestro pavo...quedó riquísimo!
Y cerramos la noche con una luna divina, desde nuestro hogar.
No me queda más que agradecer más y más a la vida, creer más y más en el orden universal y el karma, amar más a mi esposa y luchar más por crear y hacer cosas grandes y buenas para nuestra futura comunidad lésbica.
Que el 2008 traiga mucho bien, a todas y a todos, sin importar tonteras como color de piel, religión, estatura, peso, herencia, genes, orientación sexual, ni nada de esas ideas preconcebidas que tanto nos alejan pero que con el diario ejemplo y esfuerzo, lograremos disipar. Feliz 2008!!!!
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