lunes, 8 de diciembre de 2008

CAMBIAR EL PARADIGMA DEL FEMINISMO EN GUATEMALA


Todo cambio duele, por eso el miedo al cambio.
Todo cambia, nada está fijo, todo fluye, todo está en movimiento.
El cambio es lo único estable, es lo único que no cambia.

Un paradigma, es ese conjunto de creencias, costumbres y hábitos que se hacen sin pensar porque se consideran los correctos, los acertados, los beneficiosos y hasta los no cuestionables o intocables.
Romper un paradigma entonces es cuestionarse y actuar en base a ello, cambiando las concepciones caducas o erróneas, forjando una nueva proposición y aplicándola. Puede ser riesgoso, una aventura sin mapa y brújula, pero con un beneficio que supera en creces al costo.

Bien entonces, ejemplos de paradigmas, podrían ser que la homosexualidad es anormal. Ya la evidencia científica, espiritual, social y hasta política ha echado a tierra este falso concepto y ahora, la homosexualidad es tan normal como la heterosexualidad o la bisexualidad, o simplemente la sexualidad.

Nacemos con un sexo, porque tenemos genitales internos y externos con ciertas características, pero decidimos nuestro género o rol sexual. No hay más tela que cortar, no entiendo el relajo que han creado los filósofos, historiadores, religiosos, activistas, en fin, tantos y empeñarse en verle cinco patas al gato.

El paradigma que dio a lugar el surgimiento del feminismo, es que la mujer por su condición sexual, ha ocupado un lugar relegado, discriminado y oprimido a lo largo de la historia (conste que la “historia” que se conoce, no es la historia que realmente se dio. Muchos manuscritos y datos fueron destruidos en varias ocasiones, sobre civilizaciones que no concordaban con las ideas religiosas o políticas de grupos intolerantes en el poder) y a causa del sistema de patriarcado.

Recuerdo cómo desde la primera vez que escuché la leyenda de Eva y Adán, siendo una niña, sin saber de sexo, me pareció lo más tonto que había escuchado y sin miramientos se lo dije a quien pude, era algo cabezona y no me intimidaba fácilmente, pero se acostumbraron a mis opiniones por…creo, mi convicción de cuestionar.

He leído a feministas famosas, como la obligada Simone de Beauvoir, y como ejemplo, me gustaría saber cuántas feministas han leído, entendido y analizado este texto. No es una lectura fácil ni clara. Abarca mucho y amerita concentrarse, releer, regresar, buscar, cotejar, en fin, toda una empresa. Quien lo haya encontrado fácil y proponga entender todo el mensaje, me atrevería a dudar que lo haya leído.

Se acostumbra hablar sin bases, por ocurrencias o interpretaciones personales. Se apantalla, se impresiona, se convence, pero no se educa y no se cambian actitudes. Hay tantos tipos de feminismo que marea, y todos con sus idiosincrasias, argumentos, teorías. Algunas cosas las unen como lo es la idea de ser diferentes, tener que luchar por su causa, ocupar y desalojar posiciones sociales y políticas según convenga, auto marginalizarse por conveniencia, obsesionarse y promover un cambio que no cambia, porque ya cambió y son ellas las que no aceptan cambiar.

Entonces, analizando, desde el siglo 17, varias mujeres y algunos hombres, han venido fraguando la teoría que revocaría el paradigma de la superioridad masculina o del hombre (XY/macho). Considero que este paradigma hace ya mucho que se rompió. Pero me intriga por qué hay personas interesadas en hacerlo prevalecer, sin nunca llegar a una solución.

Específicamente, qué hace una feminista guatemalteca para informar que hace ya mucho, el hombre no es más ni menos que la mujer. Qué hace una feminista guatemalteca para “empoderar” (palabra preferida por ellas), con acciones y no sólo palabras y papel a la mujer guatemalteca.
Cómo pretenden cambiar una mentalidad de víctima, si mantienen las bases para que se victimisen en vez de que se liberen de sus ideas y conceptos destructivos.
No digo que sea fácil abrirse camino en esta vida, pero de una depende.

Cuando una necesidad desaparece, los salvadores ya no sirven. Es aquí donde sospecho, pero no afirmo, hay agenda oculta. No estoy ni en contra ni a favor de líneas de pensamiento como el feminismo entre otros, pero no considero apropiado que se cuente sólo un lado de la historia, que se mantenga la ignorancia por conveniencia, que se manipule a una generación de lesbianas jóvenes, que nacieron bajo otro sol, que tienen todo y más para vivir una vida digna y próspera, si tan siquiera vieran hacia adentro de ellas y creyeran en su propio poder. En ser parte de la solución y cambio, no parte del problema y quedar inmóviles intelectual, emocional y físicamente.

Vivo en un país, donde nuestras raíces culturales han estado hacinadas de actitudes inseguras, sumisas, pasivas o impulsivas y destructivas, con una historia errática, colorida y desordenada, sangrienta y energética, humorística y triste.

He visto, con mis propios ojos, cómo una mujer es maltratada y humillada, por otras mujeres y por hombres. He visto con mis propios ojos a mujeres en la miseria con 5 hijos harapientos a sus pies, pidiendo limosna en la calles y de ajuste, embarazadas. He visto mujeres que en los cultos se somatan el pecho y claman por un dios macho e intolerante. He visto lesbianas que se embarazan porque “no tienen opción”. Las he visto, pero no las entiendo, no las compadezco y me cuestiono sobre las razones por las cuales sufren así.

Por ser este el país de las eternas excusas, las han de haber y en cantidades abrumadoras. No es que no me importe, es que las considero inservibles. No me ayuda saber de excusas, lo que busco son soluciones. Cada mujer es la única responsable de la forma como vive su vida. Lo que importa es saber o escuchar o ver qué hacen para cambiar su situación, pero de verdad, no en papeles y en manifiestos. Me refiero a su mente, a la actitud hacia su realidad.

He leído a mujeres que hartas de su situación, se manifestaron e “hicieron” algo al respecto. Mandaron a volar al compañero o abusador, dejaron de adoptar esa mentalidad de maternidad obligatoria o no se es mujer completa, trabajaron hasta quedar sin aliento a pesar de lograr callos en manos y pies, usaron su inventiva e inteligencia para avanzar en el mercado, la política, creando un futuro mejor, ganar más plata, saber más, entender mejor, quejarse menos.

Dejaron a otro lado ideas o creencias irreales hacia ellas y discriminatorias.
En pocas palabras, limpiaron su casa, sacaron la basura de una vez por todas y se permitieron ver a su alrededor con una perspectiva clara, enfocada, objetiva, positiva, pro activa. EL CAMBIO PRIMERO SE DIO DENTRO DE ELLAS, luego lograron cambiar su alrededor. A estas mujeres, que no sólo dijeron y escribieron pero demostraron con el ejemplo el cambio en sus vidas, a esas mujeres podría yo llamarlas feministas y como ellas, me consideraría feminista. Pero le cambiaría el nombre ya tan ensuciado, a otro o a ninguno, sólo les y me diría, LAS LIBREPENSANDORAS.

Cómo pueden ser creíbles feministas lesbianas que viven violencia doméstica con su pareja, que están enclosetadas como lesbianas pero se exhiben orgullosamente como feministas, entre otras contradicciones.

Entonces el paradigma que la mujer sufre, porque es víctima, porque necesita ser salvada, porque no puede defenderse, porque es madre, porque se debe a los hijos, porque su esposo es un borracho, porque no tiene ni un centavo para comer, porque no sabe leer o escribir, porque su religión la esclaviza, porque su familia la juzga, porque es muy joven o muy vieja, porque está sola en este mundo, porque los hombres son unos desgraciados, porque la sociedad divide a la gente en clases sociales, porque el gobierno no se preocupa de los pobres, porque no hay oportunidades de trabajo, porque y sólo posiblemente porque…no creen en un cambio interno propio, se subestiman, y no quieren dejar de victimizarse.

La libertad es la vida misma y sin ella, no importa si somos hombres o mujeres, si tenemos dos ovarios o próstata. Si somos masculinas o femeninas. Si somos ricos o pobres, si somos mulatos o blancos. Las cadenas, las restricciones, las barreras más infranqueables las llevamos dentro de nosotras, no necesitamos a otros para salvarnos. Con nuestra actitudes ,ideas, acciones, responsabilidad y compromiso con el bienestar de esta humanidad, es más que suficiente.

MUJERES, LESBIANAS, USEMOS EL CEREBRO Y NO EL HIGADO, PENSEMOS ANTES DE ACTUAR Y NO SEAMOS EGOISTAS, RESENTIDAS, NO HAY PEOR ENEMIGO QUE UNA MISMA. Y SOBRE TODO, LEAMOS, ESTUDIEMOS, CUESTIONEMOS TODO LO QUE VEMOS Y ESCUCHAMOS, NO SEAMOS COMO GANADO.

Quiero entender, no pelear, quiero convivir y no excluir. Quiero ayudar y no estorbar. Quiero un cambio, quiero saber más. Quiero cuestionar, no juzgar. Porque creo que la violencia no es camino, que la voluntad nos hace caminar aunque estemos cansadas, que el ejemplo y la práctica es la base de cualquier teoría, que el sentido común es parte de nuestra sobre vivencia. Creo en la ley de causa y efecto, así como que irremediablemente, dependemos las unas de los otras, de los otros y de todo lo que nos rodea.

viernes, 5 de diciembre de 2008

CAMINANTE NO HAY CAMINO...SE HACE CAMINO AL ANDAR


Las personas que se introducen en la búsqueda interior rápidamente comprueban que la información que necesitan les llega de las formas y lugares más insospechados. Claro, que lo primero que se aprende es que nada es casual y en cuanto se ha predispuesto la mente para recibir el conocimiento, el universo pone en marcha los mecanismos para que esas “casualidades” –que siempre han estado ahí, pero éramos incapaces de ver- se pongan en nuestro camino de una forma evidente. El que está preparado para escuchar, oye.

Esto es una fase eufórica, como un niño con gafas mágicas que le permiten ver un nuevo mundo fantástico lleno de posibilidades. Cuando uno está eufórico desea compartirlo con la gente que tiene a su alrededor, y aquí es donde se encuentra con una desilusión que debe aceptar; no todo el mundo tiene mis gafas y no me entienden. El camino del buscador es un camino en solitario; nacemos solos, vivimos solos y morimos solos.

Con esto no deseo desanimar a nadie, pues creo que elegir este camino es lo más hermoso y emocionante que un ser humano puede hacer, y a fin de cuentas creo que es lo que debe hacer. Y por supuesto, siempre habrán compañeros de viaje con los que experimentar y maestros que nos iluminarán con sus enseñanzas, pero no debemos apegarnos a ellos. Déjalos que depositen en tu página de la vida en blanco la pieza de puzzle que necesitas en ese momento y que sigan su camino. Se dice que el alumno no encuentra al maestro, sino que el maestro llega cuando el alumno está preparado.

El buscador muchas veces entra en fases de sobredosis de información, que no puede asimilar, leyendo montones de libros, asistiendo a seminarios y talleres, consultando a diestro y siniestro, etc. Llega el momento en que no puede discernir entre la paja y las piezas del puzzle que le faltan, ha echado tantas semillas en un campo estéril y árido que no germina nada. No hace falta buscar al sembrador de conocimiento, sino preparar la tierra con esmero para recibir las semillas. Mi campo debe estar limpio de las malas hierbas de miedos, culpas, apegos y deseos. Bien abonado de voluntad, confianza y apertura mental, y, finalmente regado con abundante Amor puro y cristalino. La calidad de la información depende de la calidad del receptor, el buen vino siempre pide una buena copa. ¡A tu salud buscador!

La página de la vida.

MUJERES EN DESVENTAJA, CUESTIONANDOLO


Me pregunto, de qué sirve enfrascarse en situaciones del pasado, cuando es obvio y evidente que ya las cosas han cambiado. Por la razón que sea, que a mi criterio es la existencia de las religiones, sectas o adoraciones inexplicables y sin sentido, las que han favorecido y hasta talvez creado esa tendencia ya en extinción, de la supremacía masculina sobre la femenina.

La mujer y el hombre son casi podría decir, dos especies del género humano, que cohabitan en un espacio fijo y determinado que es la Tierra. Conforme el tiempo ha pasado, lo que fue en la prehistoria, no será en la actualidad. No necesitamos seguir procreando para asegurar la presencia de una humanidad. No se necesita de un útero para mantener un embarazo. No se necesita de personas físicamente presentes para engendrar un humano. No se necesita de un dios para explicar lo que nos rodea. No hay nada que la mujer no pueda hacer que el hombre hace, ni nada que el hombre no pueda hacer que la mujer hace.

Es sorprendente cómo lo que pensamos, moldea y matiza lo que nos rodea y cómo lo percibimos y de por qué reaccionamos como lo hacemos. Nos encadenamos a eventos que aunque hicieron historia, son sólo parte del pasado. Sentimos, sufrimos, odiamos por un pasado macabro, y sin percatarnos, desperdiciamos el presente.

La historia contiene horrores, injusticias, destrucción, muerte, y también contiene éxitos, cosas bellas, logros y avances para la humanidad. Es como el dicho: depende cómo veamos el vaso frente a nosotros, medio lleno o medio vacío.

Otro sabio dicho, es el que aconseja no sufrir calenturas ajenas, y menos si no sabemos de dónde o de quien vienen y por qué. Hay muchos interese egoístas así como agendas ocultas.

La humanidad cada vez se individualiza más. No se necesita de un grupo para comer, trabajar, estudiar, festejar, descansar. Cada vez nos desenvolvemos mejor solos, o al menos ya no como manadas. Eso era la humanidad hace miles de años, manadas arreadas. Ideas colectivas sin opción a la discrepancia o análisis. Muy diferente es entonces el coexistir y cooperar, trabajar en equipo como lesbianas, como mujeres, como nación, como humanidad.

Hemos de aceptar que hay una tendencia hacia evadir responsabilidades, a depender, a acomodarse y luego a quejarse. Pasa en todos lados y a todas horas. Los pretextos pululan más que las soluciones y la negatividad agobia los esbozos de pro actividad positiva.

Es muy probable, que el pasado haya sido cruel, para las mujeres, para las lesbianas, para las minorías. Pero no es el caso para muchas hoy en día. Si somos afortunadas, si logramos salir del torbellino de ideas y propuestas encontradas, si decidimos forjar nuestro propio camino, ya nada nos para.

La mujer como ser débil y oprimido, es una leyenda, un mito. Cualquier mujer puede dada las circunstancias empuñar un arma, dictar una conferencia, tener sexo con quien quiera, negarse al embarazo, manejar un trailer, ir a la luna, dirigir un gobierno, torturar al enemigo, trabajar en las minas, pelear con los puños, vivir o morir.

No trato de negar un pasado, me niego a vivir en el pasado.

No trato de desvirtuar a las que lucharon por un mundo más ecuánime para la mujer, me niego a desperdiciar este gran regalo.

Las mujeres tenemos opciones, podemos tomar decisiones, tenemos la fuerza y el intelecto, la visión y la voluntad, de la mismísima forma que los hombres. Pues aparte de los genitales, no hay significativa diferencia.

Si sabemos o sospechamos de dónde viene el sufrimiento de antaño, por qué no hacemos algo para no prolongarlo. Si realmente nos sentimos víctimas de injusticias, por qué no decidimos por nosotras mismas. No me refiero a un colectivo, a un grupo, a una doctrina, a un supuesto político o religioso. Me refiero a la decisión propia y su responsabilidad como complemento de gobernar nuestras vidas.

Tenemos que estudiar, porque el conocimiento es el verdadero poder, pero muchas que pueden, no lo hacen por pensar pobremente que no pueden o no se lo merecen.

Tenemos que ser fuertes, físicamente fuertes, pero muchas optan por mantener un cuerpo frágil y dar pena, con sus consecuentes ganancias o pérdidas.

Tenemos que dar el ejemplo, porque estamos haciendo las cosas bien, no sólo en lo público sino que también en lo privado.

Tenemos que cultivar virtudes que engrandecen el espíritu y alma, como la bondad, la generosidad, la disciplina, la verdad, la tolerancia, el respeto al derecho ajeno, la justicia en cada momento de nuestras vidas y no sólo cuando nos conviene.

Tenemos que elevar nuestra autoestima y confiar en nosotras mismas. Si hay que ponerse pantalones y botas para empujar en el lodo, llevar las manos sucias, ser un tanto bruscas, hagámoslo y si los tacones nos gustan, a usarlos, pero sin quejarnos.

Tenemos que ser firmes y desechar dogmas que mantienen conceptos tan poco dignos de la mujer. No pasará nada, nadie se ha muerto espontáneamente por pensar un poquito más allá de lo que a leguas es estúpido.

Tenemos que hacernos cargo de nuestras vidas, de nuestro futuro y sin dejar de amar y apoyar a madre y padre, romper ese tan esclavizante cordón umbilical, que conlleva culpas e hipocresía.

Tenemos que dejar que los hijos crezcan y decidan por sí mismos su camino y el qué hacer en su vida en vez de escondernos tras una maternidad oprimida.

Tenemos que aprender a convivir, a dejar ideologías tontas, porque el hombre es otro ser humano, que como tal, dista mucho de ser perfecto.

En este país ya hubo discriminación a la mujer, pero no hay razón para vivir en el pasado. Dejar de pensar como víctimas, es un requisito fundamental, ya basta de lamentos y excusas.

En este país ya hubo guerra, pero no hay razón para vivir en ese macabro pasado.

En este país habitaron civilizaciones varias, entre ellas, la maya, pero por favor, ahora, nadie es maya, somos guatemaltecos, y ya. Y si no, DNA.

No se con certeza, si es la misma mujer la peor enemiga de la mujer. Pero veo a mí alrededor y observo cómo se juzgan, se critican, se discriminan y se atacan entre sí. Hay hombres malvados, claro, como siempre será, pero no son la causa y si la excusa, de tanta dejadez y victimización por mujeres sin convicción. Aunque suene crudo y hasta mórbido, comparto este pensamiento: así como el hombre puede violar, así la mujer puede abortar. Nada políticamente correcto, pero cierto.

No podemos llevar el vendaje raído y sucio, de cuando nos raspamos el codo manejando bicicleta 30 años atrás. Ni tampoco llorar, cojear y consentir una herida que aunque pudo dejar cicatriz, sanada ya está. Es simple la analogía…como leí en un blog: no hay mal que dure mil años, ni nadie que lo aguante.

martes, 2 de diciembre de 2008

DE SUEÑOS A REALIDADES


Cuando un sueño pasa de ser parte de nuestra imaginación a se parte de la vida real, es cuando se siente temblar la tierra. Un sueño, en este mundo de lo intangible, no presenta riesgos, tampoco angustia de lo que se puede perder. Una realidad está sujeta a leyes universales como la temporalidad, la inseguridad, el cambio continuo, la interdependencia, la actitud y para mí, el karma.

Nuestro sueño, de mi esposa y mío, ha pasado al plano terrenal. Logramos enganchar nuestra tan ansiada casita. Aún en construcción, esperamos mudarnos en unas dos semanas, si no hay más retrasos. Esteremos desempacando en vísperas de la navidad, esperamos a tiempo para preparar nuestro pavo y compartirlo con las personas especiales en nuestras vidas al medio día del 25 de diciembre.

Es una sensación emocionante y a la vez inquietante. Es el inicio de un largo camino, en un país donde la inestabilidad social, política y laboral son nuestro pan de cada día.
No se trata de empañar un evento especial con negatividad, sólo es ver el panorama completo y entender, que lo material ayuda, vaya si no, pero también dada la situación, nos puede también causar temor a la pérdida.

Los planes, los proyectos, dependen de tantas cosas, situaciones y personas, que al final de cuentas, son totalmente impredecibles con tan sólo una pizca de intuición y buena intención. Son como aventuras donde lo inesperado es de esperarse y dónde la adaptación y planes de contingencia adquieren el valor para la sobre vivencia.

Estamos contentas, estamos endeudadas, estamos asustadas, estamos empleadas, estamos juntas, estamos sanas. Qué más podemos pedir, en esta vorágine de vida en estos tiempos actuales.

Vienen también a colación los detalles de la propiedad, donde no podemos tener bienes como pareja pues la ley no lo contempla. Es de darle vueltas a la ley para lograr que ninguna de las dos quede desamparada en el caso de faltar alguna, que las familias, por muy buenas y comprensivas, no atenten contra esa tenue seguridad material. Escrituras, testamentos, bienes, deudas, privilegios, derechos, todo parte de esta maraña de hilos que en vez de ayudar, estorban.

La vida en pareja conlleva construir un futuro para dos. Conlleva a invertir sabiamente para un futuro de vejez y probablemente de enfermedad. Ya no se puede esperar vivir dignamente de una pensión, ni siquiera es sano pensar en la idea de que algún día ya no se podrá físicamente trabajar. Y no se mencione los gastos de funeral, que se caracterizan más por ser un lujo que una necesidad.

Cuando enfrentamos cada día como pareja lesbiana, lo que este mundo ofrece y con la estructura que posee, nos vemos afectadas, discriminadas, ignoradas. Pocas amistades tenemos que han pasado, pasan o pronto pasarán por estos embates políticos sociales en Guatemala…y la mayor parte del mundo actual. Pero nos identifican características en común, como la determinación, la tenacidad, la voluntad, la fuerza, la visión, la esperanza, la valentía y el orgullo y dignidad de ser lesbianas.

Pienso que cuando la vida es fácil, se pierde la posibilidad de reconocer capacidades durmientes que nos hacen poderosas. Se ignora el potencial que llevamos dentro, en espera de una oportunidad para reconocerlo y aplicarlo. Las crisis y problemas sólo son oportunidades para ser mejores y no olvidar que no seríamos nada ni nadie sin todas las personas que existen a nuestro alrededor, para bien o para no tanto bien.

Embarcadas en esta nueva y aparentemente larga aventura, esperamos crecer en todo sentido y valorar más las bendiciones obtenidas a través de nuestro paso por esta vida.
Pero lo más importante para mí, es no olvidar que todo lo material se puede perder, que nada es eterno y que la felicidad pura y real, sólo puede venir de nuestro interior a través de nuestras actitudes para abordar este mundo maravilloso totalmente en caos.

Acerca de mí

Mi foto
Guatemala
Buscando respuestas, busco opciones, busco opiniones, busco saber y aprender.Simplemente, no cumplo con ninguna regla, espectativa, predicciòn o definiciòn.

CREO...QUE...


"La búsqueda de dios es una ocupación inútil, pues no hay nada que buscar donde nada existe. A los dioses no se les busca, se les crea..." Maximo Gorki

UNA DE TANTAS CONCLUSIONES...

"Cuando practicamos Zen, vemos que el dolor no es malo. Simplemente es dolor. Si nos pasamos la vida huyendo de momentos dolorosos, le cerramos la puerta a muchas cosas que de lo que la vida nos trae, tanto el dolor como la alegría. No podemos llorar cuando estamos tristes, ni podemos reir cuando estamos felices. Cuando evitamos el dolor y peleamos para no sentirlo, el dolor se convierte en sufrimiento.
Hay una enorme diferencia entre dolor y sufrimiento. El dolor con frecuencia no puede ser evitado, pero el sufrimiento si. Al aprender las diferencias entre ambos, muchos temores desaparecen."
Brenda Shoshanna.

"Gender, along with race, class, ethnicity, and age, is one of the most profound social status determinants in our society--
Gender is just not what I care about or even really notice in a sexual partner--I judge each person as an individual--I have categories, but gender isn´t one of them. I´m erotically attracted to intelligent people, to people with a kind of sleazy, sexy come-on, to eccentrics."
Jane Litwoman


“Nuestro temor a lo que sea que lo cause, se origina de nuestra ignorancia y se manifiesta a través de nuestras inseguridades. Reaccionamos con fobias, rechazo y ataque, según nosotros para defendernos de los fantasmas de nuestra mente...cuando estos temores son tan sólo engaños y nos volvemos sus indefensos esclavos.”


CABALASISOY

PERSONA SUPER ESPECIALES

Lecturas recomendadas

  • A Concise History of Euthanasia: Life, Death, God and Medicine by Ian Dowbiggin
  • A Forest of Kings by Friedel, Schele
  • A Short History of guatemala by Ralph Lee
  • All Women are Healers by Diane Stein
  • Bi Any other Name edited by L. Hutchins and L. Kaahumanu
  • Blood and Guts by Richard Hollingham
  • Body Work: A V.I. Warshawski Novel by Sara Paretsky
  • Brother Iron, Sister Steel: A Bodybuilder's Book by Dave Draper
  • Chronicle of the Maya Kings and Queens by Martin, Grube
  • Cure by Robin Cook
  • Dying with Confidence by Anyen Rinpoche
  • Fearless by Brenda Shoshanna ,PhD
  • Happiness is an Inside Job
  • History of Medicine by Jacalyn Duffin
  • How to be Sick by Toni Bernhard
  • Human Remains by Helen MacDonald
  • Ice Cold by Tess Gerritsen
  • If the Buddha Dated by Charlotte Kasl
  • If the Buddha Got Stuck by charlotte Kasl Ph. D.
  • In the Land of Invisible Women by Qanta A. Ahmed, MD
  • It`s Easier Than You Think by Sylvia Boorstein
  • Joe Weider's Ultimate Bodybuilding Joe Weider's Ultimate Bodybuilding by Joe Weider, Bill Reynolds
  • Kate Daniels Series by Ilona Andrews
  • Lesbian Couples by Merilee Clunis, PhD; Dorsey Green, PhD.
  • Medical Firsts by Robert E. Adler
  • Medicine Women by Elisabeth Brooke
  • Medicine Women, Curanderas and Women Doctors by Perrone, et al.
  • Mercy Thompson, Series by Patricia Briggs
  • One year to a Life of Writing by Susan M: Tiberghien
  • Pay Attention by Sylvia Boorstein
  • Pioneer Doctor by Mari Grana
  • Practicing Peace in Times of War by Pema Chodron
  • Sastun by Rosita Arvigo, et al.
  • Stiff by Mary Roach
  • That`s Funny by Sylvia Boorstein
  • The Code of Kings by Linda Schele, et al
  • The Disappearing Spoon by Sam Kean
  • The Excellent Dr. Blackwell by Julia Boyd
  • The Girl Who Played with Fire by Stieg Larsson
  • The Girl with the Dragon Tattoo by Stieg Larsson
  • The Gost Map by Steven Johnson
  • The Knive Man by Wendy Moore
  • The Middle Ages by Morris Bishop
  • The Mists of Avalon by Marion Zimmer B.
  • The Plague Tales by Ann Benson
  • The Scalpel and the Silver Bear by Alvord, Cohen
  • The Woman in the Shaman`s Body by B. Tedlock
  • Virals by Kathy Reichs
  • Western Medicine by Irvine Loundon
  • Witches, Midwives and Nurses by Ehrenreich and English
  • Woman as Healer by Jeanne Achtberg
  • Woman Who Glows in the Dark by Elena Avila, et al.
  • Women Healers by Elisabeth Brooke
  • Women Physicians and the Culture of Medicine by More et al
  • Writing Down the Bones by Natalie Goldberg
  • Zen Miracles by Brenda Shoshanna Ph. D.