Los hijos. Posiblemente es extraño y curioso, que una mujer no quisiera n quiera tener hijos. Pero es una realidad. Hay mujeres que desde que tuvieron conciencia de lo que querían, muchas veces a muy temprana edad, sabían aunque sin poderlo explicar, que tener hijos no estaba en ningún lado en su lista de la vida.
Muchas mujeres tienen hijos y son inmensamente felices. Se sientes completas, útiles, con una o varias razones de ser en su vida. Otras mujeres tienen hijos y viven una vida desgraciada, llena de frustración, limitaciones y arrepentimientos. Otras mujeres siempre quisieron tener hijos y nunca pudieron y por ello son infelices, se sienten incompletas y engañadas por un cuerpo que les traicionó en el mayor sueño de su vida. Hay mujeres que no querían tener hijos y aún así los tuvieron y los odian tanto como a sí mismas. Finalmente hay mujeres que nunca pensaron, ni quisieron y en efecto no tuvieron hijos y son felices, realizadas, completas, satisfechas y no manejan ningún tipo de arrepentimiento o culpa.
Es posible, todo a la larga es posible en este planeta y en esta vida. Por muy raro o poco usual que parezca, ya es más la excepción que la regla. Y es que hasta hace tan poco tiempo, algo así como 150 a 100 años atrás, se asumía y se pretendía que la razón de existir de la mujer era el embarazo, el parto, la crianza de los hijos y así hasta el último día de su vida. Se tenía la aberrante idea y mito que para ello y sólo para ello habían nacido. Y también se podría agregar que para servir a su marido y atender los quehaceres de la casa. Eso a mí me parece hoy por hoy, inaudito. Pero la historia cuenta lo que pasó y no soy quien para juzgar ese pasado. Afortunadamente no son esos tiempos y si nací y morí, no lo recuerdo.
Los niños son especiales, definitivamente. Pero nunca pasó por mi mente tener los propios ni en el peor de mis momentos. Sin embargo albergaba sueños como estudiar, viajar, explorar, conocer, experimentar. Nada de ello combinaba a mi gusto con la maternidad y no estaba dispuesta a dejar mis sueños y aspiraciones por un embarazo o un hijo.
Simplemente no fue mi sentir, no me pude nunca imaginar embarazada, ni metida en una casa haciendo quehaceres domésticos y sirviendo a un esposo (o aunque no tenga esposo), limpiando pachas y cambiando pañales. Aún peor pensando en cómo el mundo despiadado es una total amenaza a la niñez y juventud, con sobre población, menos oportunidades, más competencia, más violencia, más caro, más frío, más duro.
Tengo colegas que son profesionales y mamás, aún así, hay sacrificios, limitaciones, penas, angustias. Yo prefiero y hace mucho tiempo decidí, vivir mis propias vicisitudes a mi manera y sin hijos o nietos. Muchas veces me he cuestionado si de verdad no lamento haber dicho no a la maternidad y cada vez concluyo que no cambiaría mi vida ni mis decisiones para nada.
Si seré una vieja abandonada, sola no lo sé, ni me interesa. Tantas mujeres solas y olvidadas que dedicaron sus vidas a criar hijos, a costa de sus sueños más preciados, sin el más mínimo reconocimiento. Los hijos no aseguran la vejez, como que la vejez se dará sin o con hijos.
En fin, admiro a las mamás y sobre todo, me alegro de no ser una de ellas.
¿Detrás de una sonrisa hay mil lágrimas derramadas......o no???
2 comentarios:
No. pues sí, tener un hijo puede ser una decisión muy difícil de tomar además si no se está estable “económicamente.” Ahora bien es innegable al menos para mí que los niños pequeños son bonitos y agradables. Sin embargo en muchas mujeres como dices tú. No son una prioridad. Pero tampoco es innegable como en los matrimonios lésbicos se ha vuelto muy común este deseo de ser madres como en las mujeres heterosexuales. Bueno pero esto ya es decisión de cada quien. Tú y tu pareja han elegido una vida sin hijos, “bien por ustedes” muchas tendremos que seguir resolviendo el dilema de establecernos o no en una relación formal y posterior a ello elegir ser o no madres aunque por el momento paso....y en cuanto a la edad y la soledad no creo sea tu caso eres una mujer muy atractiva y definitivamente inquietante. Y para muchas chicas entonces…. Se vislumbra difícil ese panorama.
Creo q la plenitud de la mujer y de cualquier ser humano la da el poder de saber hacia donde quiere ir y como quiere estar. Cada quien tiene su vocacíón y al respetarla nos hacercamos mas a aquello q soñamos. Si la decisión de no ser madres en algunas de nosotras es la excepción a la regla.. pues nada, ya estoy acostumbrada a vivir de este lado
Publicar un comentario