
Cuando te das cuenta que algo muy importante y trascendental ha pasado en ti.
Cuando te das cuenta que te gusta, no, te encanta el color violeta y rosa.
Cuando te das cuenta que una de tus actividades favoritas es hacerte el manicure y pintarte las uñas.
Cuando te das cuenta que al ver pasar un cuerpo varonil y musculoso te hace abrir la boca.
Cuando te das cuenta que te gusta más llevar el pelo largo.
Cuando te das cuenta que vistes pantalones con gusto y las faldas te hacen los mandados.
Cuando te das cuenta que te gusta ver tus curvas, ver tu cuerpo de mujer.
Cuando te das cuenta que aún te paras en seco al ver pasar una chica guapa.
Cuando te das cuenta que prefieres un perfume a una colonia en tu cama.
Cuando te das cuenta que soportas la colonia, pero si es suave y recatada.
Cuando te das cuenta que te encanta te traten como a toda una dama.
Cuando te das cuenta que te encanta tratar y cortejar a las damas.
Cuando te das cuenta que ya nada cuadra.
Cuando te das cuenta que eres única y diferente.
Cuando te das cuenta que no hay palabra que te define, es más, no hay nada.
Cuando te das cuenta que eres capaz de sentir y pensar de formas antes no imaginadas.
Cuando te das cuenta que lo que haces es por convicción y ya no por quedar bien.
Cuando te das cuenta que lo que sientes y deseas se sale de cualquier norma.
Cuando me doy cuenta que no por todo lo anterior dejo de ser una mujer, una amiga, una pareja, una hija, una hermana, una tía, una colega, una maestra que sigue amando y viviendo cada día dando a poquitos y a montones, la propia vida.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario