¿En qué me afecta, importa, cambia, quita o pone, el saber de dónde vengo…hace como cientos de años atrás?
Si mis ancestros fueron los mayas o europeos o africanos…¿qué importa?
Al menos para mí, es de las trescientas mil cosas que totalmente me valen. ¿Y por qué no me importa algo que para tantos es tan determinante en su razón de ser, identidad, vida social y cultural?
Para ciertos grupos es tan importante que hasta marca el desempeño y percepción de su entorno, poniéndole puntos, comas, paréntesis y demás obstáculos versus excusas a un proceder ciudadano responsable, proactivo, positivo y constructivo.
En esta mi sangre que corre por mis arterias y venas, van glóbulos rojos, blancos, plasma, componentes de la coagulación, pigmento llamado hemoglobina…pero eso de que llevo en la sangre raíces mayas, españolas, arias, mestizas, y demás pendejadas, por favor, basta de idioteces.
Que porque soy chaparra, pelo lacio, bocona, nariz generosa, ojos algo halados y piel con tono moreno menos claro y más oscuro, y pretenda que las ruinas de Tikal son parte de mi herencia directa por linaje de sangre indígena… eso y estar bajo efecto de hongos alucinógenos, es la misma babosada.
Yo tuve antepasados indígenas, sí, puros indios de corte y que apenas decían un par de palabras en español y descalzos, curando el mal de ojo con huevos pasados y demás curiosidades.
Si mis ancestros fueron los mayas o europeos o africanos…¿qué importa?
Al menos para mí, es de las trescientas mil cosas que totalmente me valen. ¿Y por qué no me importa algo que para tantos es tan determinante en su razón de ser, identidad, vida social y cultural?
Para ciertos grupos es tan importante que hasta marca el desempeño y percepción de su entorno, poniéndole puntos, comas, paréntesis y demás obstáculos versus excusas a un proceder ciudadano responsable, proactivo, positivo y constructivo.
En esta mi sangre que corre por mis arterias y venas, van glóbulos rojos, blancos, plasma, componentes de la coagulación, pigmento llamado hemoglobina…pero eso de que llevo en la sangre raíces mayas, españolas, arias, mestizas, y demás pendejadas, por favor, basta de idioteces.
Que porque soy chaparra, pelo lacio, bocona, nariz generosa, ojos algo halados y piel con tono moreno menos claro y más oscuro, y pretenda que las ruinas de Tikal son parte de mi herencia directa por linaje de sangre indígena… eso y estar bajo efecto de hongos alucinógenos, es la misma babosada.
Yo tuve antepasados indígenas, sí, puros indios de corte y que apenas decían un par de palabras en español y descalzos, curando el mal de ojo con huevos pasados y demás curiosidades.
Tuve antepasados que fueron puros africanos, más negritos que la conciencia de este gobierno, pelo murushito y labios gruesos.
Tuve antepasados de ojos claros, piel casi albina y cabello rubio.
Tuve antepasados que por historia, fueron borrachos empedernidos, fueron gobernantes dignos, fueron putos vividores, fueron obreros, agricultores, profesionales en leyes y medicina, que fueron educados en París, que manejaron uno de los primeros automóviles privados en este país, que fueron revolucionarios, que creyeron en cualquier dios imaginable y engañados pasaron su vida, hasta hubo el caso de un violador y por cuyo acto ruin y desalmado, al cabo de unos cientos de años, aquí estoy.
De todo un poco, bueno y malo, causa de orgullo y vergüenza, rasgos en los extremos del crisol de colores de piel, mezcla sin reparo de genes que alguna vez surcaron océanos, desiertos y montañas a miles de kilómetros de donde hoy radico.
Me entretiene el escuchar estas historias, el imaginar escenarios de otros tiempos, de otros siglos, de otras costumbres, de otras circunstancias, de otras mentalidades, de otras mundos, prácticamente.
Pero que todos estos condimentos de un pasado “familiar”, determinen o me digan cómo ser, cómo pensar, cómo actuar… que dictaminen mi “valor”, definitivamente NO.
Tengo el mismo derecho a tierras, paternalismo y que me den atol con el dedo, que cualquiera de los que hoy atrancaron sin tomar en cuenta las consecuencias, el tráfico y el desempeño diario necesario de tanto guatemalteco. Que porque usan ropa indígena, que porque cagan en letrinas por costumbre más que por decisión propia, escupen en el piso y cometen actos agresivos contra su misma gente, se consideren y etiqueten de relegados y abusados, son todavía más pendejadas.
Hoy vi a un jovencito de 23 años, perder sin la más mínima esperanza su ojo tras una pedrada cuando trató de proseguir su camino al trabajo por puño y mano de estos malnacidos manifestantes que se “manifiestan” impunemente en su necedad e ignorancia. Por la chingada, que no es chiste sacar un ojo sano y hecho pedazos por un pedazo de ripio. ¡Qué les pasa, ya ni a animales llegan! No poder siquiera intentar reparar, suturar, porque el ojo ya está estallado, ciego.
Si jodidos estamos todos, severendos tontos, por escoger a la lacra de gobierno que hoy tenemos…de qué se quejan, por qué chillan y a otros lastiman, mejor sería que aprendan y no repitan…mínimo, el mismo error cual si maldición de generación a generación.
Que indios, que ladinos, que garífunas, que oprimidos, que marginalizados, al momento de dar la cara, o se es cabal o se es una farsa, una mentira y si sólo se vela por el interés frente a la nariz, con mentalidad corta y recortada, que no sabe cuál es el derecho y el revés, ¡a la punta, que se dejen de babosadas!
Día de la Raza, ¡patrañas! Día de delincuencia, de desorden, de demostrar las taras heredadas y por puro gusto, hacer contra la vida y el país, una ofensa a los derechos humanos, a la libertad y al respeto mutuo., un alarde de imbecilidad en masa manifestada.
Quiere ganas y agallas por y en momentos como éste, estar orgullosa de ser guatemalteca. ¡Es un puro dolor de ovarios! ¡Qué idiosincrasia más desgraciada, la chapina!
De todo un poco, bueno y malo, causa de orgullo y vergüenza, rasgos en los extremos del crisol de colores de piel, mezcla sin reparo de genes que alguna vez surcaron océanos, desiertos y montañas a miles de kilómetros de donde hoy radico.
Me entretiene el escuchar estas historias, el imaginar escenarios de otros tiempos, de otros siglos, de otras costumbres, de otras circunstancias, de otras mentalidades, de otras mundos, prácticamente.
Pero que todos estos condimentos de un pasado “familiar”, determinen o me digan cómo ser, cómo pensar, cómo actuar… que dictaminen mi “valor”, definitivamente NO.
Tengo el mismo derecho a tierras, paternalismo y que me den atol con el dedo, que cualquiera de los que hoy atrancaron sin tomar en cuenta las consecuencias, el tráfico y el desempeño diario necesario de tanto guatemalteco. Que porque usan ropa indígena, que porque cagan en letrinas por costumbre más que por decisión propia, escupen en el piso y cometen actos agresivos contra su misma gente, se consideren y etiqueten de relegados y abusados, son todavía más pendejadas.
Hoy vi a un jovencito de 23 años, perder sin la más mínima esperanza su ojo tras una pedrada cuando trató de proseguir su camino al trabajo por puño y mano de estos malnacidos manifestantes que se “manifiestan” impunemente en su necedad e ignorancia. Por la chingada, que no es chiste sacar un ojo sano y hecho pedazos por un pedazo de ripio. ¡Qué les pasa, ya ni a animales llegan! No poder siquiera intentar reparar, suturar, porque el ojo ya está estallado, ciego.
Si jodidos estamos todos, severendos tontos, por escoger a la lacra de gobierno que hoy tenemos…de qué se quejan, por qué chillan y a otros lastiman, mejor sería que aprendan y no repitan…mínimo, el mismo error cual si maldición de generación a generación.
Que indios, que ladinos, que garífunas, que oprimidos, que marginalizados, al momento de dar la cara, o se es cabal o se es una farsa, una mentira y si sólo se vela por el interés frente a la nariz, con mentalidad corta y recortada, que no sabe cuál es el derecho y el revés, ¡a la punta, que se dejen de babosadas!
Día de la Raza, ¡patrañas! Día de delincuencia, de desorden, de demostrar las taras heredadas y por puro gusto, hacer contra la vida y el país, una ofensa a los derechos humanos, a la libertad y al respeto mutuo., un alarde de imbecilidad en masa manifestada.
Quiere ganas y agallas por y en momentos como éste, estar orgullosa de ser guatemalteca. ¡Es un puro dolor de ovarios! ¡Qué idiosincrasia más desgraciada, la chapina!
4 comentarios:
La verdad que toda la razón. Aqui en Guate no cambiamos, vamos de mal en peor!
Cómo seguirán los bochinches?
No he podido escuchar noticias durante el dia---
Es esta una consecuencia de la falta de cultura de nuestros pobladores?..
O acaso esta actitud tiene una vez mas un trasfondo político por parte de los dirigentes mayas que manipulan a la población para presionar y conseguir lo que ellos quieren en realidad... lo cierto es. Que somos la población en general quienes sufrimos las consecuencias de los actos de aquellos, que conforman la mayoría de nuestra población.
Es triste ver como muchos ciudadanos de un pais teñido de sangre siguen cometiendo los mismos errores del pasado; sin duda la falta de conciencia histórica es uno de nuestros peores males.
Detesto este tipo de bochinches y berrinches guatemaltecos que nunca llegan ni llegarán a nada porque no estan sustentados en ideales ni valores, sino mas bien en la violencia, conformismo y manipulación. Nuestra farsa de sistema educativo deliberadamente impide curar estos males y caprichos pues en su filosofia es evidente que no conviene formar seres pensantes con conciencia crítica que se unan para transformar el pais.
Yo no estuve en Guatemala durante el terrible suceso que describís, y estoy de acuerdo en que es una mierda. No obstante sé, como la mayoría de personas de este país, que en buena medida, los bochinches y otros actos violentos no son provocados por manifestantes. Antes de volver a Guatemala el fin de semana pasado no quise externar mi opinión, pero después de haber hablado con un par de personas que por su trabajo -específicamente trabajo periodístico- estuvieron allí, y preguntar a amistades, supe que las y los campesinos indígenas manifestantes no participaron de los hechos violentos. Insisto, yo no estuve allí, pero si he estado en ocasiones anteriores, literalmente entre dos fuegos, no originados por quienes participaban de una manifestación.
Respecto al asunto de la manipulación con trasfondo político que alguien más externó, eso sí que es característico de nuestra Guatemala. Que se ha vuelto cultural, si, pero si hablamos de los pueblos indígenas, no se puede decir que no tengan cultura.
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