¿Qué es más valioso, la cantidad o la calidad?
¿Se puede tener cantidad y calidad en la misma proporción?
¿La excitación depende de una o de ambas?
¿El deseo es espontáneo o causado?
¿Las mujeres tenemos sexo suavecito o agresivo?
¿Las fantasías sexuales son necesarias o no?
¿Es conveniente realizar nuestras fantasías sexuales, aunque sean descabelladas?
¿La técnica es lo más importante o es suficiente con el amor?
¿Si nos gusta algo ahora, nos seguirá gustando así después?
¿Si fuimos o somos fogosas en la cama o donde caiga, seremos así siempre?
¿Afecta la edad al líbido?
¿Puede faltar el deseo y perdurar el amor?
¿Cómo sabemos si somos buenas amantes?
¿Cómo podemos ser mejores amantes?
¿Asegura la experiencia una satisfacción sexual en la pareja?
¿Nos comunicamos con libertad y confianza en el ámbito sexual con la pareja?
¿Preguntamos qué quiere que le hagamos o es más fácil suponerlo?
¿Si algo no nos gusta, lo decimos o callamos?
¿Cómo decir si queremos hacer algo nuevo en la cama y no morir en el intento?
¿Cómo saber si lo escrito funciona o sólo es un mito más?
Hay infinidad de preguntas que todas tenemos sobre el sexo, en general y el lésbico en lo particular.
Pero dónde se ha visto que lo platiquemos con las amigas, y digo nuestras más íntimas amigas, con las que compartimos lo mejor que tenemos, nuestras penas y alegrías, pero no nuestra vida sexual, eso sí que no, todo tiene un límite…y…¿por qué tiene que ser así?
¿Quiénes pueden resolver dudas entre sí que nos alumbren la imaginación y el camino sobre el deseo y sexo, sino otras lesbianas y de ajuste o mejor aquellas que tienen nuestro cariño y confianza?
Pero es riesgoso, pueden surgir sentimientos encontrados, deseos reprimidos, fantasías impetuosas, osadías, propuestas, curiosidades, en fin, cosas diversas que nos mueven la alfombra porque nos hemos acostumbrado a vivir en un ambiente lésbico encerrado, enclosetado, de apariencia, de escondidas y de vergüenzas.
Pero es riesgoso, pueden surgir sentimientos encontrados, deseos reprimidos, fantasías impetuosas, osadías, propuestas, curiosidades, en fin, cosas diversas que nos mueven la alfombra porque nos hemos acostumbrado a vivir en un ambiente lésbico encerrado, enclosetado, de apariencia, de escondidas y de vergüenzas.
Aparte que los trapitos sucios, se lavan en casa y tan siquiera comentar que algo no funciona bien en la relación y específicamente en la cama... se vuelve la comidilla de chisme en la disco o el bar o en toda Guatemala.
Si nos va bien, medio nos atrevemos a insinuarlo, si nos va mal, insinuamos que nos va medio bien o ni lo mencionamos. y si no nos va, nos inventamos algo.
En cuanto a la vida sexual de las lesbianas que conocemos, nada con certeza sabemos, ni para ayudar o ser ayudadas, cada quien camina como puede. No aceptamos la crítica que era originalmente un consejo, hay una predisposición a recibir como enjuiciamiento, cualquier comentario que nos ataña en lo personal o privado. Por eso, no crecemos, ni como personas, ni como parejas, ni como comunidad.
Los chicos gay de ello mucho nos pueden enseñar, pues el sexo es fluido, literalmente, sin tanto tapujo, condiciones y represalias…aunque los riesgos asociados de una libertad tan holgada, puedan ser a veces nefastos.
En cuanto a la vida sexual de las lesbianas que conocemos, nada con certeza sabemos, ni para ayudar o ser ayudadas, cada quien camina como puede. No aceptamos la crítica que era originalmente un consejo, hay una predisposición a recibir como enjuiciamiento, cualquier comentario que nos ataña en lo personal o privado. Por eso, no crecemos, ni como personas, ni como parejas, ni como comunidad.
Los chicos gay de ello mucho nos pueden enseñar, pues el sexo es fluido, literalmente, sin tanto tapujo, condiciones y represalias…aunque los riesgos asociados de una libertad tan holgada, puedan ser a veces nefastos.
Son sexys, eróticos, juegan con las manos, los ojos, los labios, el cuerpo, la mente, las palabras y la imaginación.
La comida así como el deseo, entran por los sentidos, la vista, el olfato, el oído, el tacto. A veces no se necesita tener hambre o estar excitadas, para querer comer o querer tener sexo.
Hay muchas fuentes de información, ¡qué bueno!, pero y ¿funcionan, aplican, han de ser modificadas, implementadas, evitadas, repetidas?...tantas cosas, que no se puede compartir con el libro, el chat, el foro, la página web, las amigas y a veces, hasta ni con la pareja.
Las dudas sobre el sexo siempre estarán rondando nuestra mente, las respuestas escritas o inventadas abundarán, las soluciones menguarán y la comunicación…a saber.
La comida así como el deseo, entran por los sentidos, la vista, el olfato, el oído, el tacto. A veces no se necesita tener hambre o estar excitadas, para querer comer o querer tener sexo.
Hay muchas fuentes de información, ¡qué bueno!, pero y ¿funcionan, aplican, han de ser modificadas, implementadas, evitadas, repetidas?...tantas cosas, que no se puede compartir con el libro, el chat, el foro, la página web, las amigas y a veces, hasta ni con la pareja.
Las dudas sobre el sexo siempre estarán rondando nuestra mente, las respuestas escritas o inventadas abundarán, las soluciones menguarán y la comunicación…a saber.
1 comentario:
Hola, gracias por poner sobre la mesa este tipo de opiniones que dan pie para la reflexión personal y por qué no, colectiva.
Me queda rondando la pregunta que hacés, casi al final del artículo...bien dicen que una pregunta vale más que mil respuestas.
Se trata de la interrogante de si la información que es abundante por cierto, y casi al alcance de cualquiera, realmente llega a las personas? se presenta de la mejor manera?
Yo me pregunto en consecuencia, es cuestion de información o de des-construcción de paradigmas y prejuicios?
Siendo el sexo algo natural e imprescindible para la y en la vida humana, todas las personas saben sobre el sexo...pero qué saben? cómo lo aprendieron? qué practican? cómo lo practican? De qué manera su practica sexual influye en su salud emocional y física? y en su felicidad?
De lo poco que sé...y he aprendido conversando con personas sobre el tema y conmigo misma, hay mucho por hacer para cuestionar íntimamente y socialmente la construcción de paradigmas y prejuicios sobre el sexo, si no se parte de ahí...podemos ser enciclopedias andantes sobre el tema del sexo y la sexualidad humana pero...es muy probable que poco o nada de ese conocimiento nos sea realmente significativo como aprendizaje para la vida.
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