Hace poco intenté abordar este tema, pero no supe expresarme bien. Ahora lo intento de nuevo
con el objetivo de expresarme, de dar mi opinión y dejar a los demás, sus propias reflexiones.
con el objetivo de expresarme, de dar mi opinión y dejar a los demás, sus propias reflexiones.
Las leyes en muchos países, han luchado con el tema del aborto por muchos años sin llegar a un acuerdo o consenso. Considero se necesita de una perspectiva más fresca, la cual leyendo en varios lugares no laicos, me permito exponer.
Considero que el aborto es quitar una vida humana y al mismo tiempo me rehúso a intervenir en la decisión tan personal de una mujer de terminar su embarazo. No lo apoyo, pero tampoco apoyo el imponer absolutos morales rígidos.
Puede parecer contradictorio. En esta cultura nuestra, o hasta podría decir en esta civilización actual, se piensa que si algo es moralmente incorrecto equivale a ser prohibido. Pero en esta civilización se ha demostrado hasta más no poder, que la imposición de reglas autoritarias no es lo que hace a la persona moral. Es más, imponiendo estas reglas autoritarias, con frecuencia se crea un nuevo grupo de reglas moralmente incorrectas y hasta injustas.
Primero, no comparto o valido el concepto de “derechos”, tanto para preservar la vida como para decidir sobre el propio cuerpo. Si revisamos la historia, el concepto de derechos es muy reciente, muy dado a la manipulación y hasta ahora…veamos un instante a nuestro alrededor, no hemos avanzado gran cosa, como para que los famosos “derechos” sean tan mentados y manoseados.
"Un derecho subjetivo es una capacidad que tiene una persona para hacer o no hacer algo, o bien para impeler o impedir a otro a hacer algo. Es la facultad reconocida a la persona por la ley que le permite efectuar determinados actos, un poder otorgado a las personas por las normas jurídicas para la satisfacción de intereses que merecen la tutela del Derecho" (Enciclopedia Filosófica de Stanford).
En este argumento, un “derecho” se convierte en una carta de comodín, la cual al jugarse, gana la mano y CIERRA toda consideración posterior al respecto. Aún así, los activistas del lado a favor y en contra del aborto, creen que “su comodín o derecho” puede ganarle al del bando contrario y entonces no se llega a nada.
Luego viene la pregunta del millón: ¿cuándo empieza la vida?
Pues está la ciencia que indica que hace 4 billones de años, la vida llegó de alguuna forma a nuestro planeta y desde entonces se ha expresado en diferentes e incontables formas. Están las religiones teístas que postulan su creación por un dios. Están las religiones y filosofías ateas que proponen un continuo de vidas y la pura verdad…NADIE LO SABE y tampoco puede probar que su aparente verdad sea la verdadera y única. Volvemos al inicio. No se ponen de acuerdo.
Para mí, y obviamente mi forma de pensar y creer, el querer saber a toda costa, cómo empieza algo que no sabemos ni sabremos nunca, es una necedad, inútil. Es cuando apareció la primera bacteria o cuando nuestros bisabuelos se conocieron. Qué es más importante, o da igual. O es un juego del gato y ratón, entre creencias, ideas, opiniones y al final, puras nubes de vapor. Intangibles, inestables, inconstantes, ilusorias.
Hay un precepto o coincidencia en varias creencias ateas y teístas, donde se aconseja o se castiga, depende de la fuente, el no quitar la vida. Para algunos se limita a la vida humana, para mí y otros se extiende a todo tipo de vida, respetar a toda costa y sin hacer diferencia la vida de todo ser, desde un humano, un conejo, un mosquito y un árbol. No es ridículo, vida es vida.
Considero mi postura es no imponer puntos de vista en otros y tener compasión por aquellas mujeres encarando momentos tan difíciles como el aborto. Pero mi postura también es que El Estado y cualquier tipo de Iglesia, NO debe intervenir en cuestiones de conciencia.
Mi pensamiento al abordar cuestiones de moralidad no admite el manejo de reglas absolutas a ser seguidas en todas las circunstancias. Es más productivo el entender cómo lo que nosotros hacemos afecta a los demás y a una misma. Los efectos que se crean con lo que pensamos, decimos y hacemos son irremediables, irreversibles y nos pueden traer cosas tanto positivas como negativas. Se trata de tomar la responsabilidad de lo que hacemos y sus consecuencias. No creo en mandamientos, creo en principios y depende de nosotros cómo aplicarlos en nuestras vidas.
Es recomendable, cuando se toman decisiones de carácter moral, analizar las situaciones detenidamente, para y por nosotros mismos, como entre otras cosas, la motivación, ya sea aversión o apego, ignorancia, sabiduría, compasión y sopesar las consecuencias. Ojo que no hablo de los castigos, porque considero que habemos personas con criterio, con entendimiento, con madurez y aunque otros no lo tengan, los castigos, a la larga, sabemos bien que no funcionan. Pero la educación sí.
En nuestras culturas, se le da un alto valor a algo llamado “claridad moral”. Raramente es definida, pero podría inferirse que se trata de ignorar las partes más borrascosas de aspectos morales complejos y así poder aplicar reglas rígidas para resolverlos. Si se toman todas las facetas de una situación en cuenta, se arriesga a perder claridad.
Los clarificadores morales, adoran revolver problemas éticos en ecuaciones simples de bueno y malo. Existe la errónea asunción de que una situación sólo tiene dos lados y lo peor, que un lado debe ser totalmente correcto y el otro totalmente errado. Situaciones complejas por consiguiente, son simplificadas o sobre simplificadas y desposeídas de todo aspecto ambiguo para hacerlas casar en los “cajones” de bueno o malo.
Para mí, esta es una forma deshonesta y torpe de abordar la moralidad.
En el caso del aborto, con frecuencia las personas involucradas o entrometidas, que han tomado un bando, hacen a un lado las preocupaciones y puntos de vista de los contrarios. Por ejemplo, en mucha literatura anti aborto, describe a la mujer como egoísta e irracional . Los verdaderos y reales problemas que acarrea un embarazo no deseado para la mujer y su vida, no son reconocidos honestamente. Los moralistas a veces discuten sobre embriones, embarazo y aborto, SIN MENCIONAR PARA NADA A LA MUJER. Al mismo tiempo, aquellos a favor del aborto a veces no reconocen LA HUMANIDAD DEL FETO.
En cuanto a los frutos del absolutismo, podemos ver claramente, que la criminalización del aborto causa mucho sufrimiento y no evita ni mucho menos reduce su práctica. Al contrario, el abortar se realiza clandestinamente y en condiciones inseguras.
El aborto inseguro causa la muerte de 67 mil mujeres en el mundo por año, y me atrevería a decir que es una cifra muy subestimada.
Aquellos con “claridad moral”, pueden ignorar este sufrimiento. YO NO PUEDO. En su libro The Mind of Clover: Essays in Zen Buddhist Ethics, Robert Aitken Roshi (p.17), dice: “La posición absoluta, cuando aislada, omite los detalles humanos completamente. Cuídense de los que toman decisiones vitales como suyas, porque entonces, ellos nos usarán.”
Estoy de acuerdo con la frase que dice: “Un individuo es un fenómeno de la vida en la misma forma que una ola es un fenómeno del océano. Cuando la ola inicia, nada se agrega al océano; cuando termina, nada se le ha quitado”.
A mi parecer, el mejor abordaje al tema del aborto, es educar a las personas sobre control de la natalidad y estimularles a usar anticonceptivos. Así mismo de valorar a mujeres y hombres por igual, con los mismos derechos y las mismas responsabilidades y obligaciones ante un embarazo, planificado o no. Además el respetar y entender el derecho de libertad de los seres humanos, a tomar sus propias decisiones.
Considero que el aborto es quitar una vida humana y al mismo tiempo me rehúso a intervenir en la decisión tan personal de una mujer de terminar su embarazo. No lo apoyo, pero tampoco apoyo el imponer absolutos morales rígidos.
Puede parecer contradictorio. En esta cultura nuestra, o hasta podría decir en esta civilización actual, se piensa que si algo es moralmente incorrecto equivale a ser prohibido. Pero en esta civilización se ha demostrado hasta más no poder, que la imposición de reglas autoritarias no es lo que hace a la persona moral. Es más, imponiendo estas reglas autoritarias, con frecuencia se crea un nuevo grupo de reglas moralmente incorrectas y hasta injustas.
Primero, no comparto o valido el concepto de “derechos”, tanto para preservar la vida como para decidir sobre el propio cuerpo. Si revisamos la historia, el concepto de derechos es muy reciente, muy dado a la manipulación y hasta ahora…veamos un instante a nuestro alrededor, no hemos avanzado gran cosa, como para que los famosos “derechos” sean tan mentados y manoseados.
"Un derecho subjetivo es una capacidad que tiene una persona para hacer o no hacer algo, o bien para impeler o impedir a otro a hacer algo. Es la facultad reconocida a la persona por la ley que le permite efectuar determinados actos, un poder otorgado a las personas por las normas jurídicas para la satisfacción de intereses que merecen la tutela del Derecho" (Enciclopedia Filosófica de Stanford).
En este argumento, un “derecho” se convierte en una carta de comodín, la cual al jugarse, gana la mano y CIERRA toda consideración posterior al respecto. Aún así, los activistas del lado a favor y en contra del aborto, creen que “su comodín o derecho” puede ganarle al del bando contrario y entonces no se llega a nada.
Luego viene la pregunta del millón: ¿cuándo empieza la vida?
Pues está la ciencia que indica que hace 4 billones de años, la vida llegó de alguuna forma a nuestro planeta y desde entonces se ha expresado en diferentes e incontables formas. Están las religiones teístas que postulan su creación por un dios. Están las religiones y filosofías ateas que proponen un continuo de vidas y la pura verdad…NADIE LO SABE y tampoco puede probar que su aparente verdad sea la verdadera y única. Volvemos al inicio. No se ponen de acuerdo.
Para mí, y obviamente mi forma de pensar y creer, el querer saber a toda costa, cómo empieza algo que no sabemos ni sabremos nunca, es una necedad, inútil. Es cuando apareció la primera bacteria o cuando nuestros bisabuelos se conocieron. Qué es más importante, o da igual. O es un juego del gato y ratón, entre creencias, ideas, opiniones y al final, puras nubes de vapor. Intangibles, inestables, inconstantes, ilusorias.
Hay un precepto o coincidencia en varias creencias ateas y teístas, donde se aconseja o se castiga, depende de la fuente, el no quitar la vida. Para algunos se limita a la vida humana, para mí y otros se extiende a todo tipo de vida, respetar a toda costa y sin hacer diferencia la vida de todo ser, desde un humano, un conejo, un mosquito y un árbol. No es ridículo, vida es vida.
Considero mi postura es no imponer puntos de vista en otros y tener compasión por aquellas mujeres encarando momentos tan difíciles como el aborto. Pero mi postura también es que El Estado y cualquier tipo de Iglesia, NO debe intervenir en cuestiones de conciencia.
Mi pensamiento al abordar cuestiones de moralidad no admite el manejo de reglas absolutas a ser seguidas en todas las circunstancias. Es más productivo el entender cómo lo que nosotros hacemos afecta a los demás y a una misma. Los efectos que se crean con lo que pensamos, decimos y hacemos son irremediables, irreversibles y nos pueden traer cosas tanto positivas como negativas. Se trata de tomar la responsabilidad de lo que hacemos y sus consecuencias. No creo en mandamientos, creo en principios y depende de nosotros cómo aplicarlos en nuestras vidas.
Es recomendable, cuando se toman decisiones de carácter moral, analizar las situaciones detenidamente, para y por nosotros mismos, como entre otras cosas, la motivación, ya sea aversión o apego, ignorancia, sabiduría, compasión y sopesar las consecuencias. Ojo que no hablo de los castigos, porque considero que habemos personas con criterio, con entendimiento, con madurez y aunque otros no lo tengan, los castigos, a la larga, sabemos bien que no funcionan. Pero la educación sí.
En nuestras culturas, se le da un alto valor a algo llamado “claridad moral”. Raramente es definida, pero podría inferirse que se trata de ignorar las partes más borrascosas de aspectos morales complejos y así poder aplicar reglas rígidas para resolverlos. Si se toman todas las facetas de una situación en cuenta, se arriesga a perder claridad.
Los clarificadores morales, adoran revolver problemas éticos en ecuaciones simples de bueno y malo. Existe la errónea asunción de que una situación sólo tiene dos lados y lo peor, que un lado debe ser totalmente correcto y el otro totalmente errado. Situaciones complejas por consiguiente, son simplificadas o sobre simplificadas y desposeídas de todo aspecto ambiguo para hacerlas casar en los “cajones” de bueno o malo.
Para mí, esta es una forma deshonesta y torpe de abordar la moralidad.
En el caso del aborto, con frecuencia las personas involucradas o entrometidas, que han tomado un bando, hacen a un lado las preocupaciones y puntos de vista de los contrarios. Por ejemplo, en mucha literatura anti aborto, describe a la mujer como egoísta e irracional . Los verdaderos y reales problemas que acarrea un embarazo no deseado para la mujer y su vida, no son reconocidos honestamente. Los moralistas a veces discuten sobre embriones, embarazo y aborto, SIN MENCIONAR PARA NADA A LA MUJER. Al mismo tiempo, aquellos a favor del aborto a veces no reconocen LA HUMANIDAD DEL FETO.
En cuanto a los frutos del absolutismo, podemos ver claramente, que la criminalización del aborto causa mucho sufrimiento y no evita ni mucho menos reduce su práctica. Al contrario, el abortar se realiza clandestinamente y en condiciones inseguras.
El aborto inseguro causa la muerte de 67 mil mujeres en el mundo por año, y me atrevería a decir que es una cifra muy subestimada.
Aquellos con “claridad moral”, pueden ignorar este sufrimiento. YO NO PUEDO. En su libro The Mind of Clover: Essays in Zen Buddhist Ethics, Robert Aitken Roshi (p.17), dice: “La posición absoluta, cuando aislada, omite los detalles humanos completamente. Cuídense de los que toman decisiones vitales como suyas, porque entonces, ellos nos usarán.”
Estoy de acuerdo con la frase que dice: “Un individuo es un fenómeno de la vida en la misma forma que una ola es un fenómeno del océano. Cuando la ola inicia, nada se agrega al océano; cuando termina, nada se le ha quitado”.
A mi parecer, el mejor abordaje al tema del aborto, es educar a las personas sobre control de la natalidad y estimularles a usar anticonceptivos. Así mismo de valorar a mujeres y hombres por igual, con los mismos derechos y las mismas responsabilidades y obligaciones ante un embarazo, planificado o no. Además el respetar y entender el derecho de libertad de los seres humanos, a tomar sus propias decisiones.
1 comentario:
HOLA GUAPA, BIEN EL ABORTO ES UN TEMA MUY DELICADO, Y CREO QUE LA UNICA MANERA DE EVITARLO ES GOZAR AL MAXIMO EL SEXO, Y TENER RELACIONES RESPONSABLES, SI QUIERES GOZAR Y NO TENER COMPROMISOS, PUES PUTA HAY TANTO RECURSOS PARA PLANIFICAR, ASI QUE A USARLOS, HACE AÑOS NO LE PONIA ATENCION A ESTE TEMA OPINABA QUE CADA QUIEN ES LIBRE DE DECIDIR SI MATA UN HEMBRION, UN SER YA ENTRADO EN SEMANAS, INCLUSO MESES, YA FORMADO CON UN CORAZON QUE LATE COMO EL TUYO O EL MIO, PERO EN UNA OCASION VI UN VIDEO QUE DIJE PUTA, NOOOO ES UN SER VIVO YO COMO ENFERMERA TE DIGO CUANDO SE REALIZAN LOS ULTRASONIDOS VES ESE PEQUEÑO CORAZON PALPITAR YA EN MESES LO VES MOVER SUS PIERNITAS SUS BRAZOS, ENTONCES YA ES UN SER VIVO QUE HAY QUE RESPETAR Y AMAR COMO YO Y TU Y TODOS DESEAMOS SER AMADOS Y RESPETADOS, POR CIERTO SI ALGUIEN QUIERE VER EL VIDEO SE LLAMA " EL GRITO SILENCIOSO " HACE POCO LO ENCONTRE EN YOOTUBE, POR SI LO QUIEREN VER Y BUENO A RESPETAR Y AMAR, Y A TENER SEXO RESPONSABE, CARIÑOS
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