Ya viene junio, el mes de la diversidad sexual y como lesbiana, diversa y sexual, me lo tomo como casi un mes de cumpleaños y simplemente soy la más importante así como todos los que pertenecemos a la comunidad GLBT en el mundo. Tenga o no sentido, razón o fundamento, es mi mes y no sólo lo aprovecho para sentirme embriagada de orgullo lésbico, sino para reflexionar sobre temas y situaciones que me interesan y preocupan. Quiero compartir unas ideas sencillitas sobre EL MIEDO AL RECHAZO, sus orígenes y algunas auto preguntas de crecimiento personal.
Desde la infancia se condiciona el amor o reconocimiento de la otra persona, en base a “qué tanto me complacen y qué tanto llenan mis expectativas.”
La célula familiar convencional no promueve la crianza ni la enseñanza a formar individuos, sino a crear apéndices de un sistema punitivo.
El infante anula entonces su personalidad al iniciarse en el juego enfermizo de intercambiar afecto (tanto físico como emocional), por complacencias y egoísmos de otros, como lo son los progenitores, los tutores, los familiares cercanos, amistades, figuras de autoridad tanto legal como religiosa.
Este pequeñito personaje entonces aprende a través de estímulos repetitivos, a “valorarse” por factores externos y NO por lo más importante y que es real, lo interno.
Si un niña(o) se siente valorado y respetado, no tendría conflictos por ser y por existir. O sea que no está condicionado.
Una de las necesidades básicas del ser humano es la de “pertenecer”. Tanto en la infancia como en la edad adulta y al no haber comunidad lésbica fuerte y presente, no se logra llenar esa tan agobiante necesidad, sobre todo si la familia es de la que condiciona y coarta la libertad e identidad de sus integrantes.
A mi criterio y después de mucho escuchar, leer y volver a escuchar, existen dos tipos de miedos intensa e implacablemente arraigados en la comunidad GLBT, pero en el caso de la lésbica en especial: 1) MIEDO A LA FALTA DE “AMOR” O RECHAZO Y 2) MIEDO A LA SOLEDAD.
El rechazo puede surgir de la familia, la sociedad y de una misma. Y este está íntimamente unido a la falta de aceptación que encierra sentimientos destructivos como la VERGÜENZA, la INSEGURIDAD, la IGNORANCIA, la COMODIDAD Y CONVENIENCIA.
Quiero tratar en esta entrada el tema sobre el MIEDO A LA FALTA DE ACEPTACION EXTERNA Y/O AMOR a través de un cuestionario a resolver en la total paz y privacidad de nuestras vidas, dándonos unos instantes para reflexionar y hasta analizar y cuestionar, lo impensable o incuestionable.
Piensa que una persona que te “ama”, pero que te RECHAZARIA por ser LESBIANA y contéstate:
1. ¿Te ama alguien que condiciona tu identidad y por ende no te acepta ni te respeta?
2. ¿Te ama alguien que pretende que vivas por ella o él?
3. ¿Te ama alguien que no confía en que puedas ser feliz tal como eres?
4. ¿Te ama alguien que anula todas tus virtudes y riquezas interiores simplemente por tu orientación sexual?
5. ¿Te ama alguien capaz de dejarte sin techo por tu orientación sexual?
6. ¿Te ama alguien capaz de dejarte sin comida por tu orientación sexual?
7. ¿Te ama alguien capaz de dejarte sin abrigo por tu orientación sexual?
8. ¿Te ama alguien que te niega como hija, hermana, nieta, etc., y te mata en vida por tu orientación sexual?
9. ¿Te ama alguien que te prefiere muerta por tu orientación sexual?
10. ¿Es un verdadero amor condicionado o incondicional?
11. ¿Te amas a ti misma?
12. ¿Por qué te castigas con mitos y supuestos que te denigran?
Bien puedes entrar o simplemente seguir en negación y pretender que la vida es color rosa y no necesitas ser tú misma, porque es más importante el “amor” que recibes de los que te “aman”.
¡¡¡¡¡¡PERO!!!!!!!!
La vida aunque complicadita, es maravillosa y se le puede gozar, sin por ello mantener la cabeza y el entendimiento metida dentro del hoyo en la tierra, como la avestruz, que cree que no la miran…sólo porque ELLA no ve a los demás, no da la cara y eso le provoca una más que falsa sensación de “seguridad”.
No se puede obligar o forzar un amor del tipo incondicionado y sano. Sencillamente si no nace, no sale. No es el punto juzgar, sólo llamar a la reflexión, como comunidad lésbica chapina, o mundial, pues sólo la que quiere saber aprende, y el conocimiento es poder, poder de cambio, poder de entendimiento, poder de convivencia y poder de compasión y amor.
Cuantas veces usan las palabras: “es que…”, “si pero….”, “¡no es fácil!”, “es un proceso…”, “fíjense que ….”, para sólo negar más lo que no se recibe a pesar de desearlo tanto y eso es AMOR Y ACEPTACION.
Si el cuestionario resulta duro, o fuerte, o insensible, o yo que sé, pues tengo otro. Ambos me los hice en su oportuno momento, fueron como una respuesta a preguntas apremiantes, a dudas e inseguridades. Paso a la siguiente entrada para que no sea esta tan larga, ¿OK?
Desde la infancia se condiciona el amor o reconocimiento de la otra persona, en base a “qué tanto me complacen y qué tanto llenan mis expectativas.”
La célula familiar convencional no promueve la crianza ni la enseñanza a formar individuos, sino a crear apéndices de un sistema punitivo.
El infante anula entonces su personalidad al iniciarse en el juego enfermizo de intercambiar afecto (tanto físico como emocional), por complacencias y egoísmos de otros, como lo son los progenitores, los tutores, los familiares cercanos, amistades, figuras de autoridad tanto legal como religiosa.
Este pequeñito personaje entonces aprende a través de estímulos repetitivos, a “valorarse” por factores externos y NO por lo más importante y que es real, lo interno.
Si un niña(o) se siente valorado y respetado, no tendría conflictos por ser y por existir. O sea que no está condicionado.
Una de las necesidades básicas del ser humano es la de “pertenecer”. Tanto en la infancia como en la edad adulta y al no haber comunidad lésbica fuerte y presente, no se logra llenar esa tan agobiante necesidad, sobre todo si la familia es de la que condiciona y coarta la libertad e identidad de sus integrantes.
A mi criterio y después de mucho escuchar, leer y volver a escuchar, existen dos tipos de miedos intensa e implacablemente arraigados en la comunidad GLBT, pero en el caso de la lésbica en especial: 1) MIEDO A LA FALTA DE “AMOR” O RECHAZO Y 2) MIEDO A LA SOLEDAD.
El rechazo puede surgir de la familia, la sociedad y de una misma. Y este está íntimamente unido a la falta de aceptación que encierra sentimientos destructivos como la VERGÜENZA, la INSEGURIDAD, la IGNORANCIA, la COMODIDAD Y CONVENIENCIA.
Quiero tratar en esta entrada el tema sobre el MIEDO A LA FALTA DE ACEPTACION EXTERNA Y/O AMOR a través de un cuestionario a resolver en la total paz y privacidad de nuestras vidas, dándonos unos instantes para reflexionar y hasta analizar y cuestionar, lo impensable o incuestionable.
Piensa que una persona que te “ama”, pero que te RECHAZARIA por ser LESBIANA y contéstate:
1. ¿Te ama alguien que condiciona tu identidad y por ende no te acepta ni te respeta?
2. ¿Te ama alguien que pretende que vivas por ella o él?
3. ¿Te ama alguien que no confía en que puedas ser feliz tal como eres?
4. ¿Te ama alguien que anula todas tus virtudes y riquezas interiores simplemente por tu orientación sexual?
5. ¿Te ama alguien capaz de dejarte sin techo por tu orientación sexual?
6. ¿Te ama alguien capaz de dejarte sin comida por tu orientación sexual?
7. ¿Te ama alguien capaz de dejarte sin abrigo por tu orientación sexual?
8. ¿Te ama alguien que te niega como hija, hermana, nieta, etc., y te mata en vida por tu orientación sexual?
9. ¿Te ama alguien que te prefiere muerta por tu orientación sexual?
10. ¿Es un verdadero amor condicionado o incondicional?
11. ¿Te amas a ti misma?
12. ¿Por qué te castigas con mitos y supuestos que te denigran?
Bien puedes entrar o simplemente seguir en negación y pretender que la vida es color rosa y no necesitas ser tú misma, porque es más importante el “amor” que recibes de los que te “aman”.
¡¡¡¡¡¡PERO!!!!!!!!
La vida aunque complicadita, es maravillosa y se le puede gozar, sin por ello mantener la cabeza y el entendimiento metida dentro del hoyo en la tierra, como la avestruz, que cree que no la miran…sólo porque ELLA no ve a los demás, no da la cara y eso le provoca una más que falsa sensación de “seguridad”.
No se puede obligar o forzar un amor del tipo incondicionado y sano. Sencillamente si no nace, no sale. No es el punto juzgar, sólo llamar a la reflexión, como comunidad lésbica chapina, o mundial, pues sólo la que quiere saber aprende, y el conocimiento es poder, poder de cambio, poder de entendimiento, poder de convivencia y poder de compasión y amor.
Cuantas veces usan las palabras: “es que…”, “si pero….”, “¡no es fácil!”, “es un proceso…”, “fíjense que ….”, para sólo negar más lo que no se recibe a pesar de desearlo tanto y eso es AMOR Y ACEPTACION.
Si el cuestionario resulta duro, o fuerte, o insensible, o yo que sé, pues tengo otro. Ambos me los hice en su oportuno momento, fueron como una respuesta a preguntas apremiantes, a dudas e inseguridades. Paso a la siguiente entrada para que no sea esta tan larga, ¿OK?
2 comentarios:
Uff, es tan cierto lo que escribes, cuántas veces las personas se dejan manipular inconscientemente por los mensajes enfermos de los que "dicen" que nos aman... es más, yo agregaría una última pregunta: ¿después de preguntarme todo esto, es realmente amor lo que ese alguien siente por mi?
PD. me encantó tu ejemplo del avestruz... muy ilustrativo
Muy buenas preguntas, bonito irlas leyendo y darte cuenta que el amor no se condiciona,, afotunadas las que siendo lesbianas, podemos contar con personas que realmente esten con nosotras por lo que somos integramente, no solo por lo que ellas quieren que nosotras seamos.
Publicar un comentario